Un libro publicado por Editum aborda la vida y la obra del pintor, doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia
Que Pedro Cano es profeta en su tierra es algo que se puede comprobar en cualquiera de los muchos actos que cuentan con su presencia en la Región de Murcia.
El reconocimiento por parte de la Universidad de Murcia le vino al artista blanqueño en enero de 2006, fecha en que fue reconocido con el doctorado Honoris Causa, uniéndose a otro artista inolvidable: Ramón Gaya.
El miércoles 28 de octubre, fue presentado en Cajamurcia el libro “El pintor Pedro Cano”, editado por Editum, editorial de la Universidad de Murcia, en el que participan la Fundación Cajamurcia y el ayuntamiento de Blanca. En la presentación estuvieron presentes, además de la autora, el Rector José Antonio Cobacho, el Presidente de Cajamurcia, Carlos Egea Krauel; Rafael González Tovar, Delegado de Gobierno; Rafael Laorden, alcalde de Blanca y José Antonio Gómez, director de Editum, que destacaron las virtudes de un artista que ha sabido hacer poesía con la pintura y llevar el nombre de la región al mundo entero.Para la autora, María González Sánchez, la nueva publicación “pretende el estudio y análisis de la personalidad artística de un pintor como Pedro Cano, cuya obra aquí analizada nos parece sólida e importante dentro de los panoramas nacionales e internacionales, de un realismo lírico y onírico, cualidades que creemos justifican el objeto y el fin de nuestro trabajo”.
A lo largo de más de 300 páginas, entre las que se incluyen la reproducción de un centenar de sus creaciones, apoyándose en numerosos catálogos de las exposiciones del artista y en diversas publicaciones periódicas –entre ellas la propia revista Campus- González Sánchez aborda la vida y la obra de este pintor, adentrándose en sus pensamientos y en las distintas series que componen su obra, desde aquellas ‘Imágenes de vida y muerte’ iniciada en la galería Zero a comienzos de los años 70, hasta “El lenguaje del cuerpo”, con la que a comienzos de la presente década desnudaba cuerpos para adentrarse, con la prodigiosa elegancia de su pincel, en lo más hondo del espíritu humano.
La autora se vale también de las dos herramientas que más han servido al artista a la hora de componer sus creaciones: su agenda, eterna compañera vital de Pedro Cano, en la que siempre ha tomado apuntes, realizado bocetos previos de sus obras o copiado cuadros famosos in situ, donde se configura su auténtico espíritu creativo, y sus excepcionales cuadernos de viajes, un impresionante caudal documental que se alza como una auténtica obra de arte a la vez que un hermoso testimonio de su propia identidad, en los que Pedro Cano se desnuda artísticamente.
Treinta años, tres largas décadas de una vida dedicada al arte, con creaciones de sorprendente altura, que la autora condensa en este documentado libro, lleno de datos y fechas, que se erige en un material excepcional para seguir el acontecer de este artista, los datos más significativos en su trayectoria, las exposiciones y los premios, pero, por encima de todo, que nos permite adentrarnos en ese prodigio de formas, color y poesía que constituye la obra de Pedro Cano.