MAYOR ZARAGOZA

Cuando Mayor Zaragoza defendió a los más débiles en la Convalecencia

Historia del edificio del Rectorado XXXV

En septiembre de 2009,  en su visita al edificio de la Convalecencia, a  Federico Mayor Zaragoza, le fue entregado un ejemplar antiguo de la revista Campus de octubre de 1997, correspondiente a su doctorado Honoris Causa, el exdirector General de la UNESCO bromeó sobre los estragos del tiempo, pero lo cierto es que, con 75 años, parecía haberse detenido en una edad anterior, ajena al paso del tiempo.En la foto de Ángel Martínez lo podemos ver con el que fue Presidente del Consejo Social de la UMU Tomás Zamora, el ex Rector José Antonio Lozano y el entonces Rectos José Antonio Cobacho dirigiéndose llegando al edificio del Rectorado para tener un encuentro con la prensa.Lo que también parecía haberse detenido en el tiempo es la situación de los más necesitados, tal y como expuso en su conferencia en la UMU “Grandes crisis, grandes oportunidades”, en un acto organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Murcia. Mayor Zaragoza volvió a defender en la UMU la aplicación inmediata del 0’7 a los más desfavorecidos y la necesidad de reconsiderar la cooperación internacional, haciendo que el objetivo de ésta sea el hacer avanzar verdaderamente a los países pobres en lugar de concederles simples préstamos que los endeudan hasta límites imposibles de afrontar.

Defendió la posibilidad de que un factor objetivamente negativo como la crisis económica mundial, pudiese constituir una magnífica oportunidad para reconsiderar los principios en los que se sustenta la sociedad del bienestar y acometer una reforma en la que los auténticos valores democráticos –la justicia social, la solidaridad, la igualdad…- recuperen el terreno cedido a los asuntos puramente económicos, que son los que, en su opinión, rigen en el mundo.

Aludió a que la crisis, es una crisis democrática “porque se han sustituido erróneamente los principios la justicia social, solidaridad, igualdad y dignidad de los seres humanos por las leyes del mercado”. Y “esto –dijo- es un error que estamos pagando muy caro”.

Se refirió a la amarga ironía de que, mientras desde las organizaciones internacionales se había negado el dinero para paliar los problemas más acuciantes de los países más débiles, sí que se habían destinado sumas astronómicas para paliar la crisis: “Se aseguraba que no había dinero –dijo-, pero se ha rescatado a los banqueros dándoles miles de millones de dólares. No había dinero para rescatar a los que se mueren de hambre, no había dinero para salvar a los que se mueren de sida y, de momento, vemos que sí que había, y había muchísimo más dinero del que se solicitaba para los objetivos del milenio”.

Mayor Zaragoza aseguró que el mundo gasta diariamente 3.000 millones de dólares en armas, y mueren de hambre todos los días más de 65.000 personas, de ellas casi 40.000 menores de cinco años. “No podemos vivir con este problema de conciencia –dijo-, son cosas que nos tienen que motivar para decir que no lo vamos a tolerar”. Manifestó que, por ello, “Es necesario que la sociedad deje de ser mera espectadora y se movilice”, manifestó en la Convalecencia.