Concedidos los “premios” a la destrucción del patrimonio murciano

El próximo día 3 de septiembre serán entregados los premios “Catón el Iconoclasta”, distinción que intenta denunciar los máximos atentados perpetrados al patrimonio histórico de la Región de Murcia.
Según Javier García del Toro, profesor de Prehistoria de la Universidad de Murcia, se ha elegido ese día por conmemorarse en él la festividad de San Simeón el Estilita, asceta sirio que vivió en la primera mitad del siglo V y que permaneció encaramado a una columna -desde la que oraba- durante cuarenta años.

Instituido por los Marrones –Voluntarios Arqueológicos de la Universidad de Murcia-, el premio Catón a la máxima destrucción de nuestra historia ha recaído en los destructores de los baños árabes de la calle Madre de Dios de Murcia que, en palabras de García del Toro “fue llevado a cabo con premeditación, alevosía y chulería en los años cincuenta para construir la Gran Vía.
El premio será entregado al Museo de la Ciudad de Murcia para que sea expuesto en sus salas como símbolo de lo que nunca se debería haberse hecho. La distinción consiste en una gran foto enmarcada del monumento antes de ser demolido, acompañada de un amplio estudio del mismo y su correspondiente bibliografía. Asimismo, incluye la reproducción de tres importantes objetos arqueológicos encontrados en la región: un hacha eneolítica con su mango de madera encontrada en Blanquizares de Lébor (Totana), de 2.500 años de antigüedad, que se considera única en España y que forma parte de lo que el profesor del Toro califica patrimonio arqueológico murciano en el exilio –el original se encuentra en el Museo Arqueológico de Almería-; marro y picoletas de hierro de las minas romanas de La Unión y una lápida epigráfica del único maestro picapedrero de Hispania –ambas en el Museo Arqueológico de Cartagena-. Se trata de tres reproducciónes que, en opinión de García del Toro están directamente emparentadas con la labor destructora que se intenta denunciar.
Asimismo, se ha concedido el premio San Simeón el Estilita a la llamada Torre Miguelina de Lorca –semejante a aquella en la que se encaramó el santo-, “que enmienda la plana a al mismísimo Alfonso X el Sabio”.
Por último, se concede el premio “Delenda est Cartago Nova” (“Hay que destruir Cartago Nova”) a la urbanización “Monte Romano”, de Cala Flores (Cabo de Palos) que “destruye hasta sus cimientos una villa romana”.