Con las ventanas abiertas

Definir procesos, procedimientos y actuaciones siempre es oportuno. Hablamos de nuestra profesión, de la de informador. Dicen que un periodista es quien se pregunta cosas. Sí, nos debemos cuestionar sobre lo que ocurre, acerca del porqué, por sus repercusiones, por las causas que nos han llevado a un determinado estado estructural o coyuntural…

El mundo debe estar abierto a los ojos de un informador, o, al menos, debemos pretender que así sea. Hemos de conseguirlo a base de mucho tesón y de una mayor voluntad. No han de faltar, tampoco, preguntas y alguna respuesta sobre nosotros, sobre la travesía por un desierto que está dejando en el camino a compañeros y compañeras. La crisis nos ha golpeado este año duramente. El estudio que hemos confeccionado así lo corrobora, y el testimonio de nuestros amigos/as también.

Ahora llega el momento para hacer balance, pues está al acabar el año. Hay cosas buenas que han pasado, y otras que no hemos de olvidar porque supusieron experiencia, deseos, fortalezas, impresiones de diverso calado… Algunos amigos/as se fueron, se transformaron, nos dejaron; otros, por fortuna, aún nos regalan segundas oportunidades que hemos de aprovechar.

Aparece, compañeros y compañeras, el espíritu de la existencia, y nos hemos de preguntar qué hacemos y cómo, y también con quiénes, y para qué, y por qué, sin olvidar el horizonte temporal. Las causas, las consecuencias, las circunstancias, las condiciones de lo que es, con mesura, nos han de arropar en estos momentos de búsqueda y deleite, de consolidación de lo que conocemos como felicidad. No olvidemos, por favor, a los que menos tienen, y lo que podemos hacer por ellos. Tengamos presente nuestra profesión y lo que somos capaces de realizar por ella. Estemos juntos, que será la mejor manera de salir adelante. El Colegio es una buena base para acercarnos a la altura que digamos.

Saboread, pues, la vida sin más preocupación que los demás también lo pasen bien, y hagámoslo así en la medida en que podamos. Intentemos ser felices. Miremos con orgullo nuestra profesión, que, pese a todo, sigue siendo, es, el mejor oficio del mundo, que nos conmueve y que defiende, porque así es, los valores más extraordinarios de la sociedad.

Adelante, amigos y amigas. Os deseo lo más estupendo del universo. Sí, de todo corazón. Tenemos una razón de ser entre todos, por todos. Busquemos el mejor de los balances. Seguro que aparecerá. Las ventanas, por favor, hemos de procurar que sigan abiertas.