Cien años de publicaciones en la Universidad de Murcia

“Una universidad también es lo que publica” (Conrado Navalón, director de Editum)

La Universidad de Murcia realiza un audiovisual con la historia del Servicio de Publicaciones

La plasmación de sus investigaciones y la puesta a disposición por parte de los interesados en las mismas constituye una labor fundamental en cualquier universidad. De ahí que un buen Servicio de Publicaciones sea esencial en cualquier  Universidad moderna. Para Francisco Flores Arroyuelo, director del Servicio entre 1993 y 1998, no cabe duda: “Hoy una universidad no se entiende sin un servicio de publicaciones. Sabemos que los libros son caros, cuesta producirlos, pero es algo que tiene un beneficio inmediato”.

Presentación de un audiovisual sobre la historia del Servicio de publicaciones El próximo miércoles, día 2 de julio, a las 12’30 del mediodía, se celebrará en el salón de actos de la Convalecencia, una Comisión Extraordinaria de Publicaciones en la que se proyectará un vídeo que resume la historia de las publicaciones en la Universidad de Murcia desde sus comienzos, en 1915, titulado “Universidad de Murcia. Cien años de publicaciones”. El acto estará presidido por el Rector José Orihuela, y en el mismo intervendrá Conrado Navalón, Coordinador de Editum, Ediciones de la Universidad de Murcia. El acto tendrá el siguiente desarrollo: -12.30 h. Inauguración del acto. Intervienen: José Orihuela, Rector Magnífico, y Conrado Navalón, Coordinador de Editum, Ediciones de la Universidad de Murcia -12.45 h. Proyección audiovisual “Universidad de Murcia. Cien años de publicaciones” -13. 15 h. Debate “Pasado, presente y futuro de las publicaciones científicas universitarias: tradición e innovación al servicio de la excelencia” -13.45 h. Reflexiones finales de la Sesión Publicando desde los orígenes     La historia de las publicaciones en la Universidad de Murcia se remonta a los mismísimos orígenes centenarios de este centro: ya el solemne discurso de inauguración, pronunciado por Andrés Baquero, primer mandatario del centro en octubre de 1915, se imprimió para poder ser conocida y conservada por cualquier interesado. Fue el inicio de una labor que no se ha interrumpido durante los cien años transcurridos, y que ha ido en un incesante in crescendo, tanto en lo que respecta a la calidad como a la cantidad de las mismas. Hoy, las publicaciones de la Universidad de Murcia constituyen uno de los escaparates más atractivos y valiosos que este centro puede ofrecer. Para Agustín Bermúdez Aznar, catedrático de Historia del Derecho y director de este Servicio entre 1977 y 1979, “La publicación universitaria es la segregación científica de la labor de una universidad. No van a ser nunca, o muy difícilmente, best-sellers. Es una inversión posiblemente a fondo perdido, pero constituye una tarjeta de presentación de la calidad científica del profesorado que trabaja en una universidad y de la universidad en su conjunto.” Rigor y calidad Los libros publicados en toda su historia por Editum, nombre actual del Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia -anteriormente Secretariado de Publicaciones e Intercambio Científico- constituyen hoy una valiosa y atractiva biblioteca que satisfaría desde las mayores aspiraciones de cualquier humanista, en el sentido renacentista del término, hasta a científicos especialistas de las materias más diversas. Y también a los lectores más refinados y a los bibliófilos más exigentes. Según Francisco Javier Díez de Revenga, director de 1979 a 1984, “Rechazábamos muy pocos libros. Comprendíamos la urgencia y la necesidad de algunos opositores de llevar algún libro publicado. Hoy día eso no se valora en las publicaciones de la universidad, pero  por aquel entonces sí.” “La calidad de publicaciones y ejemplares era magnífica”, asegura Agustín Bermúdez”. Cine y Biblioteconomía, Biología y Derecho, Matemáticas, Estadística, Física, Química o Economía, se dan cita en los libros publicados por el Servicio, junto a Política, Veterinaria, Ecología y Botánica. Filología y Filosofía, Geografía o Historia, al lado de Ingeniería y Pedagogía; Ciencias de la Educación, Etnología, Antropología, Folklore, Farmacia, Medicina… Podríamos afirmar que nada del saber humano le es ajeno al Servicio de publicaciones de la Universidad de Murcia. Todo sin perder de vista el rigor científico, ya que, como afirma Francisco Javier Díez de Revenga “La mayor preocupación era publicar originales de calidad y conseguir un prestigio para los libros”. En 1929, el Rector Recaredo Fernández de Velasco escribe “Crónica de la Universidad de Murcia”. Su intención es exponer a las esferas gubernativas la importante labor desarrollada por la Universidad de Murcia en su entonces corta existencia, con el fin de intentar evitar la anunciada supresión del centro. Y una de las partes importantes de aquel volumen la constituye los libros publicados por el aún exiguo claustro de profesores. En 1930 comienza su andadura la revista Anales de la Universidad de Murcia, que incluye en sus páginas trabajos de las tres facultades que conformaban por entonces este centro. Pero la edición de libros es aun escasa en la entonces joven Universidad de Murcia. Se trata de una labor que iría aumentando paulatinamente. Aparece el Director de Publicaciones Buena prueba de este aumento es la aparición, por primera vez, de la figura del Director de Publicaciones, que recae en la figura de Antonio Soler Martínez, Catedrático de Química Orgánica de la Facultad de Ciencias. Corría el año 1954, los anales habían ganado en importancia y en colaboraciones, por lo que estos se diversifican en las tres facultades entonces existentes. Desde entonces, el Servicio de Publicaciones ha contado con doce directores, aportando su impronta a esta labor editorial universitaria que ha crecido en número de títulos sin cesar durante toda su historia. A Soler, que ejerció su labor durante diez años, le siguieron en la siguiente década y media otros cinco directores. Son tiempos en los que el centro de estudios murcianos constituye aún un lugar de paso para profesores que comienzan en su labor docente. Y así ocurre con la mayoría de estos directores, que se encargan de la gestión de publicaciones de la Universidad de Murcia en unos cortos períodos de tiempo que se corresponden con sus breves estancias en este centro. Juan Vilá Valentí, catedrático de Geografía y director del Servicio en el curso 1964-65, recuerda que “Publicábamos en primer lugar una revista, en la cual colaboraban catedráticos y profesores de la universidad, que ofrecía un sentido de trabajo importante. Colaboraban algunos catedráticos. Reunía publicaciones de las tres facultades. Yo me encargaba de las publicaciones de geografía y de historia”. Tras el paso por el servicio de Antonio Ruiz de Elvira Prieto, le toca el turno a Manuel Rodríguez Gallego, catedrático de Mineralogía de la Facultad de Ciencias, director entre 1967 y 1968. Recuerda que “Se imprimía en Nogués. El rector Batlle me soltó una bronca por la publicación del catálogo de publicaciones, ya que me fié demasiado de la impresora, e hicieron una impresión con muchas erratas”. Y también tiene recuerdos para una de las publicaciones fundamentales de la Universidad de Murcia: “Había una revista, Monteagudo, que la publicaba Baquero, que estaba realmente bien”. Primer catálogo de publicaciones Francisca Moya del Baño, Secretaria del Servicio entre 1965 y 1968 se remonta a aquellos tiempos heroicos para las publicaciones en nuestra universidad: “Cuando yo comencé, estaban el tercer piso, había una especie de almacenes y entrando a la izquierda había una habitación lúgubre y llena de polvo donde se ubicaban los libros”. La profesora colaboró eficazmente a la organización de unas publicaciones que hasta el momento habían estado muy disgregadas: “La primera impresión fue que había que ordenar lo que había. No podía hacerse fácilmente, pero se me ocurrió una idea, los alumnos no tenían que hacer el servicio militar, pero a cambio hacían las milicias universitarias. Las chicas tenían que hacer el servicio social, así que solicité que las alumnas hicieran ese servicio en publicaciones ordenando los libros.” “Se colocaron los libros –añade-, y se hizo el fichero. Ahí estaba Tierno Galván, ahí estaba Santiago Montero… Se hizo entonces el primer catálogo de la Universidad de Murcia.” Unos comienzos en los que el Servicio distaba mucho de ser lo que posteriormente logró alcanzar. Agustín Bermúdez Aznar se refiere de este modo al personal “Recuerdo que al frente había una persona maravillosa, una gestora magnífica, amable, muy eficiente: Doña Fuensanta. Era una maravilla cómo se ocupaba del envío de ejemplares, de la contabilidad…etc.” “Había bastante profesionalidad –añade- en el contexto en el que trabajábamos, a finales de los 70″. Le sucedió Francisco Javier Díez de Revenga, director del Servicio de 1979 a 1984. “Cuando yo llegué –comenta- el Servicio de Publicaciones era muy rudimentario, prácticamente se estaba formando. Era un servicio que no estaba organizado como tal. Mi predecesor, Agustín Bermúdez, ya hizo una labor de establecimiento del servicio. A lo largo de los años fuimos organizándolo de una manera más seria y rigurosa.” En aquellos años “establecimos un sistema de evaluación de originales que nunca se había hecho en la Universidad de Murcia. En aquellos cinco años publicamos muchísimos libros, revistas…etc.” José Perona fue director del Servicio de 1984 a 1990. “Era un hombre imaginativo –afirma Flores Arroyelo-, cuando él entró, había que empezar prácticamente de cero, ya que hasta entonces se publicaban algunas revistas de ciencias, de filosofía y letras (anales) y poco más”. Relaciones con otras universidades Ángel Luis Molina fue director del Servicio de junio de 1990 a Febrero de 1993. “Seguí las líneas marcadas por mis predecesores. Puse al día cosas que ellos habían iniciado y que faltaban por terminar. Por una parte, mayor eficacia en el cobro a los distribuidores de libros, y por otra parte, agilizar los intercambios científicos con el resto de las universidades, e imprimir mayor rapidez a los informes que se tenían que recibir antes de su publicación.” Surgen ahora las relaciones con otros Servicios de Publicaciones: “Se ayudó también a que mejorase el servicio de otras universidades y que se estableciera una mayor comunicación entre dichos servicios.” El volumen que van adquiriendo las publicaciones en la Universidad de Murcia hacen que sea necesario un sistema de clasificación más riguroso: “Se procuraba que los libros de las colecciones estuvieran juntos, de modo que fuera fácil entrar al almacén y buscar el lugar en el que estaba la revista o libro. Lo único que hacía falta era un lugar, cuando tuvimos el lugar todo fue muy fácil. Anteriormente había que buscar entre las cajas, a ver si se encontraba dónde estaban los libros.” Francisco Flores Arroyuelo fue director del Servicio de 1993 a 1998. “Recuerdo que el servicio de publicaciones continuaba siendo una novedad a la que, poco a poco, los profesores se fueron acogiendo”. Imprimiendo en el Servicio de Publicaciones En estos años comienza en el Servicio de Publicaciones una actividad que habría de tomar fuerza de modo paulatino en los próximos años: la impresión en el propio servicio. “Cuando yo estuve en el servicio –afirma Flores- se dio un salto importante. Nosotros, con el vicerrector de economía, propusimos tener máquinas de impresión. Aquello dio que hablar, al tratarse de una inversión muy fuerte, pero ahora mismo hay cinco.” “Hoy –afirma- el Servicio de Publicaciones está asentado en la Universidad de Murcia, la impresión está muy bien, y los precios son económicos. El servicio está unido a otro fundamental, que es que tú produzcas libros que intercambies con otras universidades.” Manuel Martínez Arnaldos, director del Servicio de 1998 a 2006 puso especial interés en al modernización del servicio: “Conseguí informatizar, a través de una empresa, el Servicio de Publicaciones completamente. Se llegó a controlar el momento en el que un libro o manuscrito entraba o salía, ver todos los pasos que seguía.” Otra de las preocupaciones en estos años fue la difusión de las publicaciones, para lo que se intentó “que no quedaran circunscritos al ámbito regional murciano.” Se comienza también a incluir anuncios en las secciones culturales de periódicos de tirada nacional: “Observé que salir fuera era muy, muy rentable para el servicio”. “Me atrevería a decir que hubo momentos que se sobrepasaron los 100 títulos.” Nace Editum Le sucedió José Antonio Gómez, director del Servicio de 2006 a 2010, que renovó la imagen y buscó un acrónimo para las publicaciones de la Universidad de Murcia que tuvo una excepcional acogida: “Las publicaciones debían tener una marca, un nombre, un sello editorial, que incluyera  los valores que queríamos transmitir. Debía incluir el acrónimo de la universidad, UM, y contener un nombre relacionado con la labor de editar. Encontramos entonces la palabra latina editum.” Las publicaciones se integran a partir de ahora en colecciones: “Pensábamos que debíamos englobar en áreas de conocimiento cada una de las ediciones, que cada área tuviera una imagen propia, para reforzar los contenidos, interrelacionarlos, y que hubiera también una coherencia para el mundo académico y científico.” Los nuevos tiempos han impulsado a políticas de publicaciones diferentes: “Hemos intentado mantener e incrementar el número de publicaciones, pero reduciendo muchísimo la tirada media y haciendo que algunas publicaciones fueran principalmente digitales, de modo que con el mismo dinero se pudiera ayudar más a la publicación científica.” En definitiva, según Gómez, “No somos la editorial de Oxford, pero hay un ranking web de las universidades del mundo, que hace el laboratorio web de cibermetría del CSIC, y ahí la Universidad de Murcia estaba en torno al puesto 500 del mundo en visibilidad. A raíz de toda esta política, la universidad llegó a estar en torno al 180 del mundo.”