Carlos Valcárcel, sobre todo una gran persona

El Presidente de Honor y Decano de la Asociación de la Prensa de Murcia, uno de los socios más distinguidos, se nos ha ido sembrando hasta el último momento en todo su entorno afabilidad y buen hacer. Ha sido, es, una persona muy querida, porque ha sido capaz, desde su proyección humanista, de asumir múltiples tareas en lo literario, en lo periodístico, en lo cultural e intelectual, con una presencia y con un brillo tan magistral como sincero y leal.

Es una gran pérdida, si bien nos queda su obra, su recuerdo, sus ejemplos, sus actitudes, su cercanía… Ha sido una persona apasionada con todo lo que ha realizado, y lo transmitido a la hora de plasmar cada una de sus vivencias. Las calles de Murcia, se ha dicho, y es verdad, le echarán de menos, y también nosotros, los periodistas, cuyo periplo y proyectos, como colectivo, siempre siguió de cerca: el último de ellos es la reciente constitución del Colegio Oficial en Murcia, el tercero que se erige en España.

Ha sido, y es a través de su legado, la memoria viva de la centenaria Asociación de la Prensa de Murcia, a la que ha mimado con esmero, con frecuentes sugerencias en sus diversas etapas.  Es uno de los pocos que han conocido y han vivido la historia de nuestra entidad.  Me recuerdan personas allegadas que fue un extraordinario animador de iniciativas como la Verbena de la Radio, que se celebraba anualmente en el Murcia Parque.

Discreto y querido, sus aportaciones en tantos y tantos ámbitos culturales fueron muy valiosas. Lo son. El mundo periodístico, concretamente, le debe mucho. Se involucró con fortaleza en las actividades de la Asociación de la Prensa, en cuya Hoja del Lunes llegó a ser Redactor-Jefe y Subdirector.  Su labor queda para la historia, y para los estudiosos de nuestra singladura profesional.

Don Carlos Valcárcel Mavor ha sido forjador y colaborador de multitud de asociaciones, entidades y proyectos culturales, muy apegados a las raíces de su estimada Murcia. Todo lo que ha tocado ha florecido con la misma belleza de la Primavera de esa Murcia a la que amó.  Se le recordará por sus múltiples menesteres y por la enorme herencia que nos deja, pero, fundamentalmente, debemos resaltar que le añoraremos por ser un referente para todos en algo que nos demostró siempre: era, y lo será para quienes le conocimos, una buena persona, una excelente persona, una gran persona. Gracias, Dos Carlos, por tantas atenciones.

Juan TOMÁS FRUTOS.