Mi corazón se va
consolidando como
los fósiles. Un día
será monte de todos. .
¿Como la mano abierta?
¿Como el cerrado puño?
¿Será más grande que
todos los montes juntos? .
Mi corazón lo llevo
como se lleva un susto:
temblándome en la sangre
como un pájaro oculto.
Acompasado acorde
que se quedó vibrando
entre el dolor y el gozo
de mi vivir humano
Mi corazón se va
consolidando como
la piedra. Un día
será monte de todos.
[Antología poética (1990), Universidad de Murcia –propiciada, por cierto, por José Perona–; en la contraportada, manuscrita y facsimilada. Poesías completas (2005), Alfonso X; página 637]
Comentario
A esta composición suelo hacerle una exégesis o ejercicio hermenéutico muy particular de este poema, a saber: cuál no será la grandeza que S.B. tiene que sentir dentro de sí mismo como creador de Poesía como para asumir, o reflejar, en sus versos lo que, sin duda, son y fueron sentimientos de docenas y docenas de miles de grandes creadores de toda la Historia de la Creatividad Humana …, porque estos versos podrían apropiárselos todos … ¿O acaso no podrían decir esto de sí mismos W.A. Mozart …, o J. S. Bach …, o Velázquez …, o el pintor o pintora de Altamira …, o Tolstoy …, o los creadores de los Kaikus …, o Wyliam Wyler …, o Miguel Ángel …, o T. L. de Victoria …, o Salzillo …, o África Lozano?
De hecho, es la creatividad positiva para el Arte de todos estos congéneres lo que nos sustenta en esta vida nuestra, hasta que todos pasemos a ser run-rún del Universo.
Por cierto, quien no haya cogido de un nido un pajarillo de cría y lo haya metido entre su camisa y la carne jamás podrá llegar a dar el valor exacto a estos versos de nuestro poetaza …: “Mi corazón lo llevo / como se lleva un susto:/ temblándome en la sangre / como un pájaro oculto. // Acompasado acorde” (el compás de los latidos del corazoncito del animalillo acompasados con los del corazón del poeta) “que se quedó vibrando …”
Soneto
En este suelo de escorial escueto,
arraigado a las piedras, gris y enjuto,
como pasó el abuelo pasa el nieto.
Miguel de Unamuno
sendero se esfumina en la maleza?
Deja el hombre su casa y todo empieza
a volvérsele extraño y agresivo.
Fue aquí la luz un júbilo explosivo
y la amapola un hito de belleza.
Mas la nostalgia engendra a la tristeza
Volver a ser aquí, nombrar las cosas
por su gráfico nombre: un imposible.
Muchas son tus razones dolorosas.
Largas fueron tus rutas espinosas.
Ser extraño en la patria es insufrible.
[La ser y el éxodo (1975), libro cuarto; soneto II, página 54 [En la Antología poética (1990) de la Universidad, página 234]. [En Poesías completas (2005), Alfonso X; página 252].
Comentario
La intuición poética de los grandes (susceptible de propiciarse aquella intuición incluso en cualquier poema, por modesto que su autor pueda parecernos) acumula en tus pensamientos otros muchos, como, por ejemplo en este caso, el hecho de que los salvajes e idióticos (tomado el término en su sentido etimológico estricto) especuladores del suelo y del Arte Urbanístico y sus arquitectos, traidores a su servicio, o sicarios de la pecaminosa y estulta avaricia destructora-ganadora de dinero y poder, saben que pasados muy pocos años, el común del caminante urbano olvida qué edificio …, qué forma de calle …, qué de ese algo de nuestra infancia han hecho desaparecer y lo han sustituido por una memez arquitectónica, por inadecuada cuando menos, cuando no brutalmente agresiva …, que se quedará para humillar …, y para ser sufrida [ “Ser extraño en la patria es insufrible”, acabamos de leer ] por el común de los mortales durante años y años.
Llevo lustros haciéndome esta reflexión en forma de pregunta: ¿quién o quiénes han permitido que la grandeza ARTÍSTISCA del URBANISMO la hayan programado y EJECUTADO mentes solamente avariciosas …, raquíticas …, sin visión de pasado y futuro …?
Gracias en tu cumpleaños, Francisco Sánchez Bautista.
SONETO
más sufro la tortura del pasado
hecho memoria en mí: un río helado
y un náufrago en sus aguas sumergido.
Vivir ajeno al tiempo es lo que pido
y es el don que los dioses me han negado.
La memoria me tiene esclavizado
y el impasible tiempo sometido.
preferible es la nada a un hecho vano
que pese en la conciencia de por vida.
Inmenso río en el que nado y pierdo
el equilibrio, y donde nunca gano
la iluminada orilla prometida.
[Del tiempo y la memoria; Alfonso X el Sabio; pág.: 87/ Antología poética; Universidad de Murcia; pág.: 305 / Poesías completas; Alfonso X el Sabio; pág 331]