La Une, aprovechando la celebración del Día del Libro, reivindica a través de un Manifiesto la necesidad de defender y dignificar las publicaciones de las editoriales universitarias, elemento básico del aprendizaje y la investigación, y que en algunos baremos de evaluación del profesorado pueden aparecer menospreciadas. Ello, que no tiene justificación sino que es fruto de un prejuicio, supone perjudicar también a las propias Universidades de los que forman parte los Servicios de Publicaciones. Evitar que siga produciéndose es algo que interesa a la Universidad en su conjunto y por eso estamos haciendo llegar a la comunidad universitaria nuestra preocupación.
En el manifiesto, presentado por la Junta Directiva de UNE para su exposición en todas las Universidades, se afirma que “es necesario, cada vez con mayor insistencia, reivindicar el valor del libro en el proceso de aprendizaje, así como luchar por el respeto a los derechos de autor. Desde la Universidad, como máxima institución responsable de la educación y la investigación superior, hemos de trabajar para que el libro sea un objeto accesible, atractivo, bello, cálido, cercano, curioso, hermoso, maravilloso, necesario, sencillo, útil y cuantos atributos contribuyan a que cumpla su función última: ser el mejor vehículo para trasladar la palabra y el conocimiento que ha sido capaz de generar un ser humano para compartirlo con sus congéneres”.
Las universidades españolas tienen en sus catálogos el 10% de los títulos vivos en España, y su prestigio va en aumento en los países latinoamericanos, Europa y Estados Unidos, y la UNE “pide el reconocimiento que le corresponde a la edición universitaria como elemento clave en la transmisión del conocimiento científico que se genera en nuestro campus y como pieza fundamental de apoyo en la educación superior”.
Lo que exigimos a las Administraciones Públicas es un tratamiento igualitario a la hora de valorar las publicaciones universitarias, basado en criterios objetivos de calidad y que se aplique a todos los editores. “Sólo así, desde una evaluación objetiva e igualitaria, se logrará preservar y promover la importante contribución que las Universidades, a través de sus servicios de publicaciones, realizan a favor de la generación y extensión del conocimiento científico en todos sus ámbitos”.
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