Todos los que integramos el Servicio de Publicaciones sentimos profundamente la muerte de Eduardo; perdemos a un auténtico compañero de viaje. Con él, como amigo y como director de la revista Daimon, hemos andado gran parte de nuestro camino, de nuestra historia. Han sido más de 20 años de historia compartida en la que Eduardo ha convertido a Daimon en la revista de filosofía más reconocida y prestigiosa que este año ha llegado a su número cincuenta. Ha sido el representante de su Facultad en la Comisión de Publicaciones con una participación siempre activa y positiva, respaldando todas las iniciativas encaminadas al crecimiento y mejora de la Edición Universitaria. Siempre ha sido un auténtico amigo dispuesto a ayudar desde el diálogo y el entendimiento; un amigo muy cercano que siempre tuvo la sabiduría de anteponer el compañerismo y la amistad a cualquier otra consideración.
También perdemos a un auténtico maestro de Universidad, catedrático de Filosofía de la Universidad de Murcia, con una intensa y apasionada dedicación a la actividad docente, investigadora, editorial y de gestión. Tal y como dice Antonio Campillo, Decano de la Facultad de Filosofía, en su necrológica, ha dedicado toda su vida a la docencia y a la investigación, y muchas generaciones de alumnos y alumnas de Filosofía se han formado con él y han realizado bajo su dirección numerosas tesis de máster y de doctorado. Durante más de treinta años, se ha ocupado de algunos de los grandes autores de la filosofía moderna y contemporánea: desde Descartes, Rousseau y Kant, hasta Sartre, Merleau-Ponty y Rawls. El hilo conductor de su actividad intelectual y de su compromiso como ciudadano ha sido siempre la defensa de la tradición ilustrada, y en particular de la razón, la democracia, la justicia y los derechos humanos.
Su imprescindible compañía como amigo y como maestro permanecerá siempre entre nosotros.
Queridos compañeros de Editum, muchas gracias por este recuerdo de Eduardo como persona que siempre respaldó al Servicio de Publicaciones, afectuoso y eficiente. Daimon nos enorgullece como revista de la Universidad de Murcia gracias a él y a los que se animaron a participar con él en la Revista. En mi caso además lo recuerdo como profesor y como compañero amistoso y siempre cercano, prudente, dispuesto a ayudarme.