Esta mañana, nos sorprendía la noticia de la muerte de nuestra querida colaboradora Isabel García Díaz, quien, a lo largo de muchos años, siempre ha mantenido una relación muy directa con nuestra editorial.
Coordinadora de la colección Editum 
Fuentes, y miembro del Consejo Asesor durante los últimos años, la de Isabel será una ausencia dura de aceptar y de llevar adelante.
Han sido años de compartir esfuerzos para la consecución de acertados objetivos editoriales, y de estar aportando ideas e iniciativas relacionadas con la actividad del Servicio de Publicaciones, ayudando a configurar una política editorial, y unas buenas prácticas que han llevado a nuestro sello al lugar que hoy ocupa.
Pero también años de conocimiento personal y desarrollo de una relación afable y, entiendo, que amistosa. Es, por ello, que el hueco que deja en nuestras vidas no será llenado jamás.
Más impactante, si cabe, es la noticia de su marcha cuando llevábamos entre manos un ilusionante proyecto editorial conjunto con el Ayuntamiento de Murcia conmemorativo del 750 Aniversario de la Constitución del Concejo de Murcia, por ella coordinado, y cuya edición, por fuerza, devendrá en un merecido homenaje a nuestra querida amiga.
P.G.
Me alegra el email de Verónica Mateo.
Compartí con Isabel García Díaz la organización de 2 cursos de Archivos, Diplomática y Paleografía de documentación notarial, a través de la Universidad de Murcia y en la sede de Fundación CajaMurcia Las Claras, en los que participaron Mª Luisa Cabanes, Manolo Ravina, Ana María Herrero Pascual, María José Funes Atenza y Antonio Pérez Martín.
Isabel preparaba todo a conciencia. Dedicó horas a seleccionar los documentos notariales y nos ayudó a ser lo más didácticos posible.
Ella se ponía a la altura de los alumnos y se hacía cargo de sus limitaciones y posibilidades. Era una gran investigadora -recomiendo su publicación sobre la práctica de la escritura en un congreso: es deliciosa y amena- y una gran docente.
Disfruté con ella cuando como coordinadora de la Colección de Fuentes de Editum (Ediciones Universidad de Murcia) acogió mi texto digital Correspondencia mercantil en el siglo XVII. Las cartas del mercader Felipe Moscoso (1660-1685), que fue el primero sometido a evaluación de pares de esa colección.