Una de las actividades que tuvimos la suerte de organizar en el Stand de la Región de Murcia en LIBER 2008 fue la Mesa Redonda “Tendencias en edición académica y científica“. Quiero dar las gracias desde aquí a los ponentes, y sintetizar su contenidos, aprovechando que hay un magnífico resumen en el blog de Lluís Anglada: “Bdig: Biblioteques digitals i cooperació” , de donde tomo las notas:
Antoni Furió (director de Publicacions Universitat de València) destacó el valor adquirido por la publicación de obras que reflejen el compromiso de la Universidad con el entorno social y económico. Igualmente, la importancia del control de calidad del editor también en las publicaciones académicas electrónicas en abierto, que quizás no se esté dando siempre. Las editoriales universitarias son gestores de contenidos y su función es añadir valor a los textos. Frente a su labor, la preeminencia que estamos dando a las tecnologías puede obscurecer el valor añadido por una (buena) editorial.
Javier Torres (responsable de Ediciones de la Universidad de Deusto) habló del cambio de paradigma de la edición. En correlación con los métodos docentes al uso en el siglo XIX y en parte del XX, la edición universitaria consistió en manuales de texto. Las necesidades educativas del siglo XXI exigen que la edición evolucione hacia la ‘compartición’ y de lo textual a lo multimedia.
Lluís Anglada, coordinador del CBUC, recordó que yo mismo mencioné una función de las editoriales universitarias poco atendida, quizás, y que es dar soporte a las revistas universitarias que aún no están en digital para ayudarlas en la transición a lo digital y acompañarlas en el proceso de integración de les mismas en plataformas amplias de contenidos.
Por ultimo, Anglada artículó su visión en tres ejes:
* Oportunidades. La situación de cambio acelerado que vivimos provoca la aparición de oportunidades para las editoriales universitarias. Por ejemplo, la edición electrónica de libros agotados, en tiradas pequeñas, la participación en plataformas editoriales cooperativas como SCIELO o RACO.
* Alianzas. El momento que vivimos nos obliga a alianzas, coaliciones, consorcios. No se trata de crear la propia plataforma de edición electrónica, ni lo es el de intentar comercializar edición digital de forma aislada. Es momento de participar en iniciativas conjuntas (como JSTOR o NetLibrary o en plataformas de agregadores como las de EBSCO o de ProQuest).
* Sorpresas. Podemos debatir, podemos deducir, podemos predecir, pero debemos prepararnos para que el futuro nos depare sorpresas. Pasarán cosas, pero ¿cuáles? ¿Se deconstruirán los libros? ¿sobrevivirán agregados en plataformas con contenidos de múltiples editores? ¿no estará el futuro del libro en cambiar los formatos apaisados de las pantallas de los ordenadores en un formato vertical ‘a lo libro en papel’?.
Por su parte, entre el público asistente, Lluís Claret (Digitalia) destacó la inminencia de máquinas que imprimirán a demanda como la Espresso Book Machine que produce libros a demanda perfectamente encuadernados en rústica y de alta calidad.
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