Publicado en abierto en Libros.um.es por  Elizabeth del Carmen Andrade Limas, Martín Espinosa Ramírez, Patricio Rivera Ortiz, Francisco Belmonte Serrato y Francisco José Gomariz Castillo, ha sido posible gracias a la ayuda de Universidad Autónoma de Tamaulipas (México), el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), la Comisión Nacional del Agua (CNA/CONAGUA), la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), en México,  junto a la colaboración del Grupo de Investigación y Modelización de Procesos Hidrológicos y Ambientales (IMPHRAS), de la Universidad de Murcia.

Este trabajo, presenta una síntesis de los resultados de los proyectos de investigación y convenios, que la Universidad Autónoma de Tamaulipas lleva a cabo desde 1997 en la región del norte de Tamaulipas (México), para hacer frente a la problemática del agua y el suelo que se presenta en esta parte del estado de Tamaulipas.
Los objetivos del trabajo fueron el diagnóstico de los principales problemas que afectan a los suelos de la región y la puesta en marcha de acciones técnicas para la protección, recuperación y conservación de los suelos agrícolas. Así mismo, se buscó informar, asesorar y motivar la participación activa de los agricultores de las comunidades, sobre la necesidad de preservar los recursos naturales y las infraestructuras, fomentar la colaboración de los usuarios, en la ejecución de prácticas para la producción y conservación, que permitan aumentar la producción y manejar los recursos naturales con mayor eficiencia, que puedan mejorar la condiciones familiares y elevar el nivel de vida rural.
Los resultados señalaron que el área presenta un riesgo de erosión eólica actual MODERADA (Pérdida de 37 T/ha/año), siendo el proceso de mayor agresividad en la zona de estudio, de tal manera que siete comunidades presentan más del 80%, de su superficie con grado moderado. Seguida de la erosión hídrica en grado SEVERO Y/O MUY SEVERO, afecta a un poco más de 500 hectáreas.
Estos resultados revelaron la necesidad de evaluar y cartografiar las superficies afectadas por la degradación física en el norte del estado y la introducción de estrategias como factibilidad de la conservación de los recursos naturales. Las medidas llevadas a cabo contaron con la participación de 500 productores en un total de 20.000 hectáreas.