Las consecuencias sociales de la crisis económica en jóvenes, mujeres e inmigrantes: Resumen del debate

El debate sobre las consecuencias sociales de la crisis económica que organizó el Servicio de Cultura el pasado 15 de noviembre de 2011 fue  moderado por Manuel Hernández Pedreño, director del Observatorio de la Exclusión Social y la Desigualdad de la Universidad de MUrcia, y en este caso hizo especial hincapié en colectivos claramente afectados como los jóvenes, las mujeres y los inmigrantes.

El profesor Pedro Jesús Hernández Martínez habló de los jóvenes y cómo les afecta la precariedad laboral. Explicó que el mercado laboral de los jóvenes presenta, en general, peores indicadores que el de los adultos en todos los países y economías, pero estas diferencias son más acusadas en España, donde la tasa de  empleo se encuentra bastante por debajo de la media europea. De hecho, España es el país de la OCDE con mayor tasa de paro, tanto juvenil como global.  Estos problemas del empleo juvenil español se acrecientan en la región de Murcia. Hay una alta tasa de temporalidad juvenil regional, que supera en más de 10 puntos porcentuales a la registrada a nivel nacional. Los jóvenes en la Región reciben unos salarios inferiores (11%) a los obtenidos por sus homólogos nacionales, y también mayor la diferencia de los salarios medios de hombres y mujeres jóvenes (un 8% en la Región frente al total nacional del 5%).

Esther Clavero Mira, profesora de Sociología de la Universidad de Murcia, explicó la subsistencia de desigualdades de género por el empleo. Aunque se está destruyendo mucho empleo en sectores masculinizados  y hay una reducción de las brechas de género tanto en las tasas de actividad como en las tasas de desempleo, no ver que susbisten desigualdades puede llevarnos a seguir profundizando esas brechas en el futuro, y puede tener consecuencias negativas tanto en la elaboración de políticas públicas, como en la elaboración de las medidas contra la recesión económica. La clave está en no obviar la posición de la que partían las mujeres en el mercado de trabajo al comienzo de la crisis. Si consideramos que en épocas de crecimiento económico las mujeres no trabajaban ni en la misma proporción ni en las mismas condiciones que los hombres, podremos entender mejor sus efectos actuales. Elementos a enfocar tienen que ver con la sobrerrepresentación de las mujeres en el empleo informal, el acceso desigual a las prestaciones por desempleo, la fuerte polarización de rentas, la segregación laboral, con el cambio de las personas de referencia en muchos hogares, los efectos de las medidas de recuperación económica enfocadas todo el tiempo a reactivar el empleo en sectores masculinizados, y por supuesto, con los recortes del gasto público en educación y sanidad. La profesora Clavero concluyó que hay que ser capaces de responder a la pregunta de por qué “esta sociedad no está preparada para soportar altas tasas de paro masculino, en cambio no ha supuesto ningún tipo de conflictividad social haber mantenido durante mucho tiempo altas tasas de desempleo femenino”. Comprender el por qué de esto propiciaría una democracia genérica real.

Por su parte, Juan Guirado García, de la Oficina Regional de Atención al Inmigrante de la Región de Murcia analizó la situación laboral y social de los inmigrantes en la Región de Murcia teniendo el cuenta el Padrón de Habitantes, el Observatorio Permanente de la Inmigración y la Evolución de las afiliaciones de extranjeros a la Seguridad Social, destacando la mayor proporción de inmigrantes extracomunitarios, y que, si en 2007  su tasa de paro duplicaba a la de los autóctonos (15.3% frente 7,8%), con la crisis se ha llegado a que en 2010 era de un 39,1%, frente al 18,4% de los trabajadores autóctonos. Y con un sector de auténtica emergencia: Los originarios de África sufrían ya en 2010 un 60,2% de paro. A septiembre de 2011 se ve que trabajan sobre todo en el sector agrícola (40.677) y en el trabajo domestico, (5.103), habiendo bajado mucho en Construcción y Servicios.  Los peores datos estaban en  en aquellos sectores en los que más representados estaban los inmigrantes: ocupaciones no cualificadas, y con un mayor número de contratos temporales, lo que facilita su despido. La temporalidad llega al 45% de los inmigrantes. Solo se ha incrementado el empleo en la ocupación femenina dedicada sobre todo a los cuidados y trabajo domestico. Con esta situación se comprende que se haya producido un freno en la llegada de inmigrantes y que se haya producio un fuerte incremento del desempleo masculino. Además, la crisis ha ampliado las diferencias salariales entre españoles y extranjeros, y ha supuesto un descenso absoluto del salario medio de estos últimos, de modo que nos enormes las dificultades para llegar a fin de mes, afrontar créditos, pagar alquileres o hipotecas. Por todo ello hay grandes índices de privación material y tasas de pobreza más elevadas, por una menor eficiencia de la cobertura social.

Podemos destacar algunas cuestiones que agravan la situación social en general:

  • Cierre de recursos y recortes económicos para los programas relativos a prestacion de ayudas económicas de Servicios Sociales, pisos de acogida para familias y colectivos vulnerables, aumento de las denegaciones de concesión prestaciones sociales…
  • Efectos secundarios en la atención y concesión de ayudas económicas: incremento de las demandas de atención social y por tanto incremento del tiempo de espera para ser atendido en Servicios y Entidades de atención Social, aumento de los períodos de valoración para concesión de ayudas, saturación de redes de apoyo.
  • Nuevos perfiles de población demandante de apoyos, y aumento/agravamiento de la situación de vulnerabilidad.
  • Aumento del endeudamiento por impagos de alquileres, hipotecas, créditos, etc.… y consecuente incremento de nivel de empobrecimiento de población.

Fotografía: Luis Urbina

(Nota elaborada mediante el resumen completo de Manuel Hernández Pedreño).