Rector José Antonio Cobacho: “Victorino Polo ha proyectado a la Universidad de Murcia como pocos”

Una madrileña ha resultado vencedora de los premios Julio Cortázar de la edición de este año. Teresa Núñez González, autora de teatro, narrativa y poesía, se alzó con el galardón, convocado por la Fundación Cajamurcia y la Cátedra de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Murcia por décimo sexto año consecutivo, en una velada literaria que discurrió en el NH Amistad de Murcia el pasado viernes 19 de febrero.

    Este año el premio reconocía a una veterana autora, colaboradora en diversos medios informativos, que ha escrito obras de bolsillo bajo distintos seudónimos (Paul Lattimer y Vicky Doran), y que ha ganado numerosos premios de narrativa, entre ellos el Internacional Lena, Círculo de Lectores, Cuentos La Granja, Diarió de León, Clarín, Carmen Conde y Barcarola, así como premios de literatura infantil, entre ellos el de teatro Asitej España, Fundación María José Jove de La Coruña, o Erase Una vez Lorca. Teresa Nuñez ha publicado, además, catorce poemarios, cuatro obras teatrales y dos volúmenes de relatos entre otras obras.

Cuento “orgiásticamente alegre”

    José María Cano, Secretario del Certamen y Decano de la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia, se felicitó porque en esta ocasión, y a diferencia de lo que viene siendo tónica habitual entre los ganadores de este concurso literario “que suelen ser cuentos muy tristes, este es alegre, orgiásticamente alegre”, aseguró.
    La autora, Teresa Nuñez, que se enteró de su premio a través de la revista Campus Digital, manifestó su sorpresa y alegría por la consecución del galardón, y calificó el suyo de “cuento surrealista en el que la protagonista vive una vida plena después de morir”. La autora dijo que se trata de de “una historia irónica sobre los modos que tienen de vivir su relación las parejas de hoy en día”.

Entre la despedida y la salutación

    La velada literaria comenzó con una despedida y una salutación: la primera dirigida a José Moreno, presidente de la Fundación Cajamurcia, y el saludo al que será su sucesor, Pascual Martínez.
    En su turno de palabra, el profesor de la Universidad de Murcia Victorino Polo,  expresó a Moreno sus deseos de que la nueva etapa que comienza para él sea de felicidad, algo que decía, según aseguró, desde “la experiencia que da haber disfrutado ya de ella”.
    El profesor Polo puso de manifiesto su intención de publicar una nueva entrega del libro “Palimpsestos”, en el que se recogerán los nuevos ganadores del certamen no presentes en el primer volumen.

Un premio sin dos julios

    La velada se desarrolló con el recuerdo de dos julios en la ausencia: el que da nombre al premio y el pintor Julio Silva, amigo del escritor, y fiel asistente a este evento desde su origen, que no pudo estar en esta ocasión por un problema de salud.
    Polo dio las gracias a Carlos Egea, Director General de Cajamurcia por el respaldo que siempre ha dado a estos premios, por las palabras de agradecimiento que tuvo hacia sus colaboradores y “por el pálpito tan humano que siempre ha tenido, algo que no es frecuente en un economista”.
    Por su parte, José Moreno usó la ironía en su despedida, quizá para evitar situaciones demasiado nostálgicas: “Pasaré a mejor vida –dijo-, ya tengo tradición en este sentido, porque a mí –aseguró-, no me gusta trabajar”.
    Una afirmación que, no obstante, se encargaron de desmentir todos los intervinientes, incluido el Director General de Cajamurcia, Carlos Egea, que alabó su espíritu de trabajo y del que dijo que “ha sido un ejemplo en esta casa”.

Agradecimientos del Rector y del director General de Cajamurcia

    Egea expresó su satisfacción porque el premio Julio Cortázar siga gozando de plena vigencia y expresó su intención de seguir apoyándolo: “Aseguro –dijo- que estaremos para el año que viene. Y para años próximos –dijo dirigiéndose a Polo- cuenta también con ello.
    Por último, el Rector de la Universidad de Murcia, José Antonio Cobacho, felicitó a Victorino Polo, asegurando  que “Victorino es Victorino, con sus virtudes y sus defectos”, pero aseguró que hay una cosa que nadie puede dudar de él: “que ha proyectado a la Universidad de Murcia como pocos”. “En nombre de la Universidad de Murcia –dijo- te agradezco todo lo que has hecho”.