“Si los inmigrantes están aquí, son este país, y ellos van a contribuir tanto o más que nosotros para salir de la crisis”

Antonio IzquierdoEscribano, representante de España en la OCDE en temas de Migraciones.Antonio Izquierdo, experto en temas de migraciones:
La inmigración nos ha colocado en el mundo: no conozco a ningún país que no sea de inmigración.

    Antonio Izquierdo Escribano es doctor en Sociología. Experto en el tema de las migraciones, ha publicado numerosos libros y artículos sobre el tema. Desde 1989 representa a España en la OCDE en calidad de experto en migraciones internacionales.

    Su último libro es “El modelo de inmigración y los riesgos de exclusión”, precisamente el tema que le ha traído a la Universidad de Murcia, invitado por el Observatorio de la Exclusión Social. Izquierdo pronunciará hoy viernes una charla e impartirá mañana sábado un taller metodológico sobre el estudio de la inmigración.

-P: Usted ha estudiado las políticas de control migratorio ¿Qué opina de estas políticas restrictivas en este sentido?
-R: Hay que distinguir las políticas restrictivas que se dicen de las que se hacen realmente. En España, de hecho, entre el 2000 y el 2008, se ha hablado de que se estaba practicando una política restrictiva. Pero en estos años es cuando se alcanzan cimas incomparables en este terreno, sólo por debajo de Estados Unidos.

 La política restrictiva a veces se ha dirigido hacia la opinión pública, pero no se ha hecho realmente, ni con el PP ni con el PSOE.

También hay que decir que, cuando se ha intentado hacer este tipo de política con alguno de los flujos migratorios, se han logrado resultados satisfactorios. Por ejemplo, se intentó hacer en la segunda legislatura respecto a Marruecos y los flujos se estabilizaron, no menguaron, pero no aumentaron tampoco.

Antonio Izquierdo en la sede del Rectorado.-P: En los últimos años, sin embargo, la crisis parece haber frenado estos flujos migratorios.
-R: Las corrientes migratorias en España siempre han estado subordinadas a las conveniencias económicas. De hecho, los flujos se han construido sobre la base de la demanda de cierto tipo de empresariado en colaboración con las redes comunitarias y de los inmigrantes.
En la última legislatura, la política restrictiva respecto a la inmigración se ha centrado casi exclusivamente en la inmigración de los cayucos y las pateras que llegan a las costas, pero ese flujo representa sólo un 4%, aunque tenga impacto en la opinión pública.

-P: ¿Dónde se podría situar el justo término entre los que abogan por una política restrictiva en inmigración y los que defienden lo contrario?
-R: El término política restrictiva me parece muy inapropiado. Lo que ningún gobierno se ha atrevido a hacer en España, pero sería en mi opinión muy aconsejable, es una política selectiva. En mi opinión no importa cuántos vienen, sino quiénes lo hacen.
No me parece prudente hacer una política restrictiva respecto de la reagrupación familiar porque España es un país familista, y la integración es parecerse lo más posible al país en donde se está. Además, en un país comoo el nuestro, con débil estado de bienestar, todo lo que sea dejar la inmigración fuera de esa integración, es empujarlo hacia la marginación.
Ahora los nativos tienen un rechazo hacia la inmigración, más que por la competencia laboral por la competencia en los servicios sociales.
Cada flujo requiere una solución distinta. No se puede aplicar la misma selección a los flujos de refugiados que a los estudiantes, a los trabajadores cualificados o a la mano de obra temporal. Los inmigrantes son muy heterogéneos, y no es eficaz ni razonable aplicar la misma política a todos los flujos.

Antonio Izquierdo durante la entrevista.-P: Se vislumbran impactos económicos positivos en países cuyos habitantes han inmigrado en gran número a España como Ecuador o Marruecos?
-R: Contribuyen al mantenimiento de sus familias y de las comunidades de origen, pero no son decisivos en sus países. Un dos por ciento de ecuatorianos no pueden levantar la economía de su país.

-P: ¿Inmigración y exclusión social están condenados a ir siempre unidos?

-R: Si aumenta el espacio de la exclusión social en España, la inmigración va a estar más en esos espacios. Pero no porque estén condenados genéticamente, sino porque se incluyen e integran en los segmentos más pobres de la escala social, y no porque no tengan aptitudes, sino porque son los huecos que deja la población nativa.
    Además, tienen en su contra las imposiciones del modelo migratorio español, que son tres cuchillos que les cortan los vínculos sociales. El primero es su posición baja en el mercado de trabajo, con altas cotas de temporalidad.
    El segundo es la exclusión jurídica. Para un inmigrante estar en exclusión social es costosísimo: tienen que mantenerse en la misma posición de actividad, con el mismo empresario, en la misma provincia, renovar cada año su permiso hasta conseguir la segunda renovación, luego la tercera…, es una tortura burocrática y una exclusión jurídica. Si los inmigrantes estuvieran simplemente dentro de la constitución no harían falta más leyes. Cuando se hace una ley es porque los quiere diferenciar.
    El tercer cuchillo es una divergencia entre su proyecto migratorio y la preferencia de la sociedad civil española. El plan A de los inmigrantes es quedarse, y el B es marcharse si la cosa se pone fea. No es, como muchos piensan, ahorrar dinero para marcharse. Es muy diferente al que tenían los españoles en los años 60.

-P: Tenemos, por tanto, un modelo migratorio trasnochado…
-R: Nuestro modelo migratorio es de mano de obra temporal y barata, pero ese modelo ha caducado: no son temporales, y sus expectativas es ganar más y poder traerse a sus familias.
    Ellos traen una cosa que nosotros hemos perdido y que a mí me parece buena: el vínculo comunitario. Los españoles hemos perdido el vínculo comunitario, el contexto en el que se desarrollan las relaciones sociales, pero ellos sí que lo tienen, valoran la familia, las relaciones comunitarias…, y esto choca a nuestra mentalidad.
    España ha sido siempre una sociedad de intercambio social, pero en los últimos 25 años nos hemos recluido mucho, los miramos, pero no interactuamos con ellos, no nos relacionamos.

-P: ¿Qué aspectos tiene de positivo la inmigración y cuáles de negativo?

-R: La inmigración, como todo fenómeno social, tiene aspectos positivos y otros más complicados. Uno de los muchos aspectos positivos que tiene la inmigración es la elevación de las clases sociales en España, principalmente de la mujer, porque ha rellenado los huecos de abajo, y eso ha hecho que muchas mujeres pudieran hacer valer sus estudios, ha revalorizado el capital educativo que tenían los españoles.
Por otro lado, demográficamente nos ha venido bien: ha suavizado el problema de envejecimiento y ha relanzado el consumo. Socialmente nos ha hecho comprender que somos un país que debemos conocer a otras sociedades.
Políticamente plantea el reto de hacer una democracia que incluya a ese porcentaje de la población, plantea el reto de cómo integrar la diversidad  en la democracia.
También nos ha colocado en el mundo: no conozco a ningún país que no sea de inmigración. Lo que tendríamos que estar llorando es si no tuviéramos inmigración, porque eso sería señal de no ser un país central, de situado dentro de la economía del siglo XXI. Estar en Europa es tener inmigración, Francia, Inglaterra, Alemania, Italia… la han tenido desde hace mucho tiempo. Si los inmigrantes están aquí, son este país, y ellos van a contribuir tanto o más que nosotros para salir de la crisis.
   

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Si los inmigrantes estuvieran simplemente dentro de la Constitución no harían falta más leyes

La inmigración nos ha colocado en el mundo: no conozco a ningún país que no sea de inmigración.

Estar en Europa es tener inmigración.