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Investigadores de la UMU y el IMIB demuestran que los trasplantes de células madre son más eficaces si se realizan con células del mismo paciente

Este estudio trata de esclarecer cuáles serían los trasplantes que mejor funcionarían en el sistema nervioso central aplicando todas las variantes, un paso que no se había tenido en cuenta hasta ahora y que afecta a los resultados de los ensayos clínicos y preclínicos.

 Una investigación del grupo de Oftalmología Experimental de la Universidad de Murcia (UMU) y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria Pascual Parrilla (IMIB) ha demostrado que la eficacia terapéutica del trasplante de células madre mesenquimales depende en gran medida del grado de compatibilidad genética entre el donante de las células y el receptor del trasplante. Por ello, este estudio afirma que los resultados serían más eficaces si se utilizaran células de la médula ósea del propio paciente.

Las terapias con células estromales mesenquimales (MSC), similares a las conocidas como ‘células madre’ pero que permanecen durante toda la edad adulta, son una herramienta prometedora para tratar patologías del sistema nervioso central, es decir, del cerebro y la médula espinal. Sin embargo, los ensayos clínicos para lograr el rescate de neuronas del sistema nervioso no han tenido el éxito esperado.

“Las enfermedades neurodegenerativas, como el glaucoma, alzhéimer o el párkinson, son muy diversas y la investigación preclínica no ha seguido unos protocolos fijados, por lo que resulta difícil saber si los resultados favorables o infructuosos dependen de la fuente de células, del tipo de trasplante (entre la misma o distinta especie) o del modelo de patología”, explica Marta Agudo Barriuso directora de este trabajo junto a David García Bernal.

Para resolver este complejo escenario, los expertos consideran que estas variables deben evaluarse de forma independiente y es lo que precisamente han tratado de esclarecer con sus últimas investigaciones.

Éxitos según el trasplante

Por regla general, la investigación con MSC se ha estudiado con células humanas en modelos animales; es decir, mediante xenotrasplantes, aquellos que se producen entre distintas especies. Sin embargo, para minimizar la respuesta inmune del cuerpo y los posibles rechazos, los protocolos clínicos se basan en su mayoría en alotrasplantes, donde el donante y el receptor pertenecen a la misma especie, pero son diferentes genéticamente, como suele suceder en los trasplantes de órganos humanos. En estos casos se inmunodeprime al paciente para evitar que su cuerpo tome el nuevo miembro como algo ajeno. No obstante, el trasplante ideal en clínica sería aquel en el que el donante y el receptor sean genéticamente idénticos: autólogo, con células madre del propio receptor, o singénico, con células donadas por un gemelo.

Los investigadores se preguntaron cómo se puede estar seguros de que un resultado satisfactorio con células humanas en un modelo animal determinado, como el ratón o el cerdo, puede trasladarse a los pacientes cuando se sabe que la respuesta inmune puede tener un efecto importante en el resultado, ¿mejoraría en un escenario singénico o alogénico?

Así, en este trabajo publicado en la revista Stem Cell Research & Therapy en colaboración con el Grupo de Trasplante Hematopoyético y Terapia Celular del mismo instituto y Laboratorio de Hematología Experimental, Vacunas y Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Amberes, los autores compararon el efecto de cada tipo de trasplante en la retina sana, y demostraron que las MSC de la médula ósea, una vez que son trasplantadas en el vítreo de ratones, sobreviven durante más tiempo cuando se trata de un trasplante del mismo animal frente a xenotrasplantes o alotrasplantes.

Además, tanto el xenotransplante como el alotransplante provocan una respuesta inmune inflamatoria y un deterioro funcional mayor de la retina, que los trasplantes singénicos, que resultaron los más seguros. También estudiaron el alotrasplante con inmunosupresión para recrear la situación en la clínica, observándose que la inmunosupresión no rescataba las alteraciones anatómicas o funcionales producidas por el alotrasplante.

“Como dicta la lógica, nuestros datos muestran que los trasplantes singénicos son los menos dañinos”, dice María Norte-Muñoz, primera autora de este trabajo y que recientemente ha defendido su tesis doctoral.

Los investigadores de este trabajo recientemente demostraron en otro estudio publicado en Frontiers in Cell and Developmental Biology que los trasplantes singénicos de estas mismas células son los únicos capaces de prevenir la muerte de una población neuronal de la retina e inducir la regeneración de sus axones.

Proyección futura

Así, estos estudios han demostrado que el trasplante de MSC en el sistema nervioso central no es tan inocuo como se ha descrito anteriormente en la literatura científica, sino que, en función del grado de compatibilidad genética entre las células del donante y el receptor del trasplante, el efecto terapéutico observado puede variar en gran medida. “Estos aspectos deben ser considerados en el futuro a la hora de elegir al donante más idóneo, ya que hay que asegurar no solamente la eficacia sino la seguridad del trasplante”, concluye Marta Agudo Barriuso.

Estos hallazgos arrojan esperanza al empleo de las terapias celulares para el tratamiento de distintas enfermedades del sistema nervioso central, para que, con un mayor conocimiento y comprensión de la compatibilidad genética entre donante y receptor, se puedan diseñar en el futuro estrategias más eficientes para prevenir las respuestas nocivas y potenciar las beneficiosas.

Científicos UMU-IMIB desentrañan en Science Advances los efectos de una proteína clave en la COVID-19 y abren la puerta a nuevos tratamientos contra la enfermedad

Los resultados acaban de publicarse en la prestigiosa revista Science Advances y podrían determinar qué terapias son las más adecuadas para frenar la inflamación que provoca en el organismo el coronavirus y los síntomas de las distintas variantes

La revista científica Science Advances acaba de publicar los resultados de una investigación llevada a cabo por investigadores de la Universidad de Murcia (UMU) y el Instituto Murciano de Investigación Biosanitaria (IMIB) que ponen en relieve los efectos de la proteína spike, o espícula en castellano, por la que accede el virus SARS-CoV-2 al organismo y que ha sido utilizada por las vacunas de ARN para ayudar a activar el sistema inmunitario. Los hallazgos podrían determinar qué tratamientos serían los más adecuados para frenar la inflamación que provoca en el organismo y los síntomas asociados en las distintas variantes.

El equipo de ‘Inmunidad, Inflamación y Cáncer’, liderado por Victoriano Mulero Méndez, junto al grupo de investigación del IMIB dirigido por Mª Luisa Cayuela Fuentes ‘Temolerasa, Cáncer y Envejecimiento’, ha desarrollado un modelo de pez cebra, escogido por su similitud genética con el ser humano y su transparencia, que permite estudiar los efectos de la proteína spike y su interacción con el sistema inmunitario a la hora de combatir infecciones.

El papel protagonista de spike

Cuando el SARS-CoV-2 infecta nuestro cuerpo y accede a las células, lo hace precisamente a través de esta proteína. Spike se une a la proteína ACE2 que recubre la superficie celular, de manera que actúa como cuando una llave entra en una cerradura, dejando pasar al virus.

“Las vacunas basadas en ARN mensajero, es decir, Pfizer y Moderna, así como Astra Zeneca, que emplea la tecnología del adenovirus, inducen precisamente la producción de esta proteína para que nuestro organismo aprenda a reconocerla y genere un ejército de soldados, los linfocitos, que la ataquen de forma rápida ante una infección”, explica el investigador de la UMU Victoriano Mulero. Por tanto, conocer cómo interactúa con el sistema inmunitario puede ser de gran relevancia para comprender mejor el mecanismo de acción de estas vacunas y desarrollar nuevas terapias con antivirales para tratar la enfermedad. “Hasta el momento existen pocas terapias y no se han mostrado efectivas, por lo que hay que seguir trabajando en este campo”, concluye Mulero.

Los resultados revelan que cuando entra el virus esta proteína induce una fuerte inflamación, debido a la gran producción de citoquinas, así como de neutrófilos y macrófagos; los dos tipos de células del sistema inmunitario que responden al virus de forma más rápida. “Precisamente se sugiere el uso de inhibidores del inflamasoma en pacientes con COVID-19 más grave para reducir la inflamación y el número de neutrófilos y macrófagos, que puede acabar derivando en un síndrome conocido como tormenta de citoquinas, que es el responsable del deterioro del paciente y que puede provocar su muerte”, resalta Cayuela. “Las citoquinas, en su correcta proporción, serían una especie de ‘hormonas de la inmunidad’ que regulan la respuesta frente a infecciones, pero si se producen en exceso dañan el organismo”, explica la investigadora.

Resultados similares se han obtenido tratando los peces cebra con la molécula angiotensina 1-7, que es la que produce precisamente la proteína de la superficie celular (ACE2) por la que accede el virus. Investigaciones previas han sugerido que el virus reduce la cantidad de angiotensina 1-7 en el organismo, una alteración que acentuaría aún más la inflamación.  En este sentido, los investigadores se plantean usar esta molécula también como tratamiento para evitar que se produzcan las llamadas tormentas de citoquinas.

Otros resultados

Los investigadores de la UMU también han podido comprobar que spike produce hemorragias, otro de los efectos adversos de la infección por SARS-CoV-2, y que no había podido ponerse de manifiesto hasta la fecha por la escasez de modelos animales para estudiar esta enfermedad. En este sentido, el tratamiento con angiotensina 1-7 podría usarse al mismo tiempo para reducir los sangrados, apoyando aún más su posible uso terapéutico en la COVID-19.

Finalmente, uno de los resultados más novedosos es que la proteína actúa en cada una de las variantes con efectos muy diferentes. Así, por ejemplo, en Delta es mucho menos inflamatoria que la variante original. Este resultado podría explicar que sea más contagiosa, “ya que le permitiría multiplicarse en el paciente sin ser detectada por el sistema inmunitario y sin producir síntomas, lo que además facilitaría su transmisión por personas asintomáticas”, concluye Mulero.

Este trabajo ha sido posible gracias a la financiación de un proyecto de la Fundación Séneca, cuya autora principal ha sido Sylwia Tyrkalska y en el que han colaborado los científicos Alicia Martínez López, Ana Belén Arroyo Rodríguez, Francisco Javier Martínez Morcillo, Sergio Candel Camacho, Pablo Mesa del Castillo, y Diana García Moreno.

Un grupo de investigación de la UMU descubre un nuevo mecanismo que causa trombosis

El trabajo propone el desarrollo de nuevas pruebas funcionales y genéticas para diagnosticar la deficiencia de antitrombina, una proteína que, en su ausencia, puede causar la trombosis grave.

El grupo de Hematología y Oncología Clínico-Experimental del Departamento de Medicina (IMIB) de la Universidad de Murcia (UMU) ha identificado un nuevo mecanismo implicado en la deficiencia de antitrombina, una proteína que causa la trombofilia congénita más grave, es decir, la pretensión de desarrollar trombosis  temprana y/o recurrente. Estos hallazgos, publicados en la prestigiosa revista Blood y liderados por el investigador de la Universidad de Murcia (UMU), Javier Corral, perfeccionan el diagnóstico de este desorden y contribuyen a un mejor manejo clínico de los pacientes portadores con el objetivo de evitar el primer evento trombótico o su recurrencia.

En este trabajo se demuestra que la deficiencia de antitrombina está infravalorada. Además, se propone el desarrollo de nuevas pruebas funcionales y genéticas para su diagnóstico, ya que detectarla y tiparla correctamente ayuda al médico en el manejo clínico tanto de pacientes sitntomáticos como de familiares asintomáticos.

Defectos de glicosilación, posible causante de la deficiencia de antitrombina

La antitrombina es una proteína que circula en la sangre cuya función principal es impedir la formación de los coágulos sanguíneos. Este estudio de la UMU ha descubierto su relevancia en desarrollo de la trombosis así como han investigado las causas que provocan su deficiencia. En este trabajo, liderado por la investigadora postdoctoral de la UMU, Maria Eugenia de la Morena-Barrio, se muestra  que los defectos de glicosilación, es decir, cadenas de azúcares que se unen, en este caso, a una proteína, pueden tener consecuencias que afectan la actividad y estabilidad de la antitrombina, propiciando el desarrollo de eventos trombóticos.

Nuevas variantes en el gen que codifica la antitrombina

El equipo de investigadores, que cuenta con colaboración de grupos noruegos y franceses,  ha identificado dos nuevas variantes en el gen que codifica la antitrombina.

Estas variantes se identificaron mediante sistemas de secuenciación masiva en cuatro pacientes no relacionados que presentaron trombosis tempranas y recurrentes; y que, además, presentaban una actividad de antitrombina aparentemente normal, según los métodos diagnósticos rutinarios.

Sin embargo, estas alteraciones reducen la capacidad de a la variante de antitrombina de inhibir al primer elemento de la cascada de la coagulación, lo que justificaría el descontrol de la coagulación y el riesgo trombótico de estos pacientes.

Estos resultados explican por qué estas alteraciones pasarían desapercibidas en los laboratorios hospitalarios y consolidan que la deficiencia de antitrombina es un desorden infradiagnosticado.

Además, este estudio mostró el papel que tienen los aminoácidos lisina cercanos a la secuencia de N-glicosilación en el deterioro de la adición de estos azúcares, un proceso biológico clave para muchas proteínas.

La UMU lidera un proyecto europeo de desarrollo de nuevas tecnologías termodinámicas y cuánticas

La Universidad de Murcia (UMU) encabeza, junto con otras universidades, un proyecto europeo de 3 millones de euros que tiene como principal objetivo mejorar la precisión y resolución de los relojes cuánticos.    

Este proyecto será abordado por el grupo de tecnologías cuánticas dirigido por el investigador de Física Aplicada de la UMU Javier Prior. Previamente, este grupo ya consiguió otro proyecto europeo para poner en marcha un laboratorio de sensores cuánticos.

Prior señala que las tecnologías cuánticas son capaces de explotar la física que “va más allá del mundo macroscópico para obtener una ventaja sobre las tecnologías puramente clásicas”. Esta ventaja, por ejemplo, puede ser canalizada en la confección de nuevos dispositivos cuánticos más precisos. Estos artefactos, aunque se asemejen a un producto de ciencia ficción, son indispensables en la actualidad por diversas razones. Una de ellas es la geolocalización.

El Sistema de Posicionamiento Global (GPS) es posible gracias a los relojes cuánticos que se encuentran en el interior de los satélites que orbitan la Tierra. Estos captan la señal que lanzamos desde cualquier dispositivo y, gracias a la precisión cuántica, son capaces de medir la diferencia en el tiempo que tarda en llegar la señal a cada uno de ellos.

Los qubits y la tecnología nanoelectromecánica entran en acción

Con el fin de lograr su comercialización, los principales esfuerzos de investigación ahora se centran en el desarrollo de dispositivos cuánticos más silenciosos. Los retos fundamentales a superar son el ruido, cuya presencia es inherente a los principios cuánticos y termodinámicos, y la precisión con la que se pueden medir y controlar dichos dispositivos. Precisamente, este último inconveniente podrá ser solventado gracias a la aplicación de las leyes de la termodinámica cuántica, que permitirán una mayor exactitud de medición y un menor costo de energía.
“Nuestro ambicioso objetivo es demostrar, explorar y explotar este efecto novedoso. Para ello, utilizaremos ‘qubits’ (bit cuánticos) superconductores y dispositivos nanoelectromecánicos diseñados y construidos específicamente para este fin”, recalca Prior.

La cuántica como núcleo del desarrollo tecnológico

Este proyecto ha sido financiado por la Unión Europea a través de la iniciativa “Horizon-Digital-Emerging-02” y por el programa europeo “Flagship in Quantum Technologies”. Esta iniciativa supone una inversión de 2000 millones de euros por parte de la UE y tiene como finalidad la creación de una industria tecnológica que compita con Estados Unidos y China en el desarrollo de estas nuevas tecnologías basadas en la física cuántica y que se convertirán en la principal revolución tecnológica del siglo XXI.

La implementación de los futuros ordenadores cuánticos, las comunicaciones basadas en el entrelazamiento cuántico y los nuevos sensores basados en los estados cuánticos supondrán una nueva etapa en la historia de la tecnología y permitirán a los países que las controlen alcanzar una posición ventajosa en el plano económico.

 

Presentación de grupo de investigación ‘Bioderecho, ética, salud y organizaciones’ de la UMU como unidad asociadad de I+D+i del CSIC

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha atribuido la condición de Unidad Asociada de I+D+I al CSIC al grupo de investigación ‘Bioderecho, ética, salud y organizaciones’ (BESO), que forma parte del Centro de Estudios en Bioderecho, ética y salud (CEBES) de la Universidad de Murcia. Este grupo de investigación de la UMU será unidad asociada, a través del Instituto de Filosofía del CSIC, por un período de tres años. Los investigadores responsables de las dos instituciones son la profesora de Derecho Administrativo Blanca Soro Mateo, por la Universidad de Murcia, y Txetxu Ausín, por el CSIC. Ambos estuvieron presentes este lunes en un acto celebrado en la Convalecencia, sede del rectorado, en el que presentaron al rector, José Luján, esta unidad y los proyectos que desarrollará.

Se trata de una unidad de I+D+I de la UMU asociada al CSIC que aspira a ofrecer un análisis ético-jurídico de algunos de los grandes desafíos sociales contemporáneos desde el enfoque de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en el marco de los Derechos Humanos, a partir de una concepción integral y global de la salud, de la vulnerabilidad humana y ambiental y de la gobernanza de las tecnologías disruptivas ligadas a la misma (inteligencia artificial, ciencia de datos, neuro-rehabilitación, mejora humana) en un contexto de profundo cambio social, crisis ambiental y transformación política en un contexto de cambio climáticio.

La Unidad Asociada de Bioderecho, Ética, Salud y Organizaciones (BESO) reúne las capacidades y la experiencia de dos equipos de investigación convergentes y complementarios, el Centro de Estudios en Bioderecho, Ética y Salud (CEBES-Universidad de Murcia) y el Grupo de Ética Aplicada (GEA) del Instituto de Filosofía del CSIC. Ambos grupos han mantenido una colaboración sostenida y continuada en el pasado que ahora se afianza e institucionaliza a través de la creación de esta Unidad Asociada BESO CEBES/UMU-CSIC.

Las Unidades Asociadas de I+D+i al CSIC son estructuras de I+D+I, pertenecientes a universidades, organismos de investigación, centros tecnológicos y cualquier otra institución o entidad de carácter público o privado, sin ánimo de lucro, que estén desarrollando actividades científicas o tecnológicas en áreas comunes, afines o complementarias a las de uno o más institutos del CSIC y que mantengan con éstos una relación estable de cooperación científica. El instituto o institutos del CSIC colaboran con la unidad, pero no forman parte de la misma. Se trata de una fórmula que permite articular de forma temporal y flexible colaboraciones estrictamente científicas entre el personal investigador del CSIC y el de entidades externas que se integre en dichas unidades.

Forman parte de la Unidad Asociada BESO CEBES/UMU-CSIC los siguientes investigadores:  Blanca Soro Mateo (Investigadora Responsable), Emilio Ginés Martínez Navarro, José Ramón Salcedo Hernández, Santiago M. Álvarez Carreño, Juan Antonio Fernández Campos, María Belén Andreu Martínez y Eduardo José Osuna Carrillo De Albornoz.

El personal investigador del Instituto de Filosofia del CSIC que colabora con la unidad asociada se encuentra integrado por Francisco José Ausin Diez (investigador responsable), José Fernando Aguiar González, Melania Moscoso Pérez y Sara Degli Esposti

Esta UA pretende, en suma, consolidar un espacio colectivo de investigación que enriquezca los distintos enfoques disciplinares y metodológicos, incremente el intercambio de conocimiento, facilite las sinergias entre los grupos de investigación integrantes, dé mayor cohesión al conjunto de líneas comunes de colaboración y permita desarrollar conjuntamente nuevos proyectos de investigación, tanto de ámbito nacional como internacional.

Presentación del departamento de Investigación, Transferencia e Innovación de la empresa Glucógeno

La Universidad de Murcia ha celebrado el acto de presentación del contrato suscrito desde la UMU para la creación del Departamento de Investigación, Transferencia e Innovación (I+T+I) en la empresa Glucógeno Creatividad S.L.U. a través del grupo de investigación DIDE (sobre diversidad funcional y derechos humanos) de la Universidad de Murcia. 
El acto, que tuvo lugar en la Galería de Rectores de la Convalecencia y contó
con la participación del rector de la Universidad de Murcia, José Luján; junto con el vicerrector de transferencia y divulgación científica (de la UMU), la empresa contratante (Glucógeno Creatividad) y el investigador principal del equipo de investigación DIDE, Jesús Molina Saorín, como promotor.

El CSIC concede la condición de Unidad Asociada de I+D+i al grupo de investigación ‘Bioderecho, ética, salud y organizaciones’ de la UMU

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha atribuido la condición de Unidad Asociada de I+D+I al CSIC al grupo de investigación ‘Bioderecho, ética, salud y organizaciones’ (BESO), que forma parte del Centro de Estudios en Bioderecho, ética y salud (CEBES) de la Universidad de Murcia. Este grupo de investigación de la UMU será unidad asociada, a través del Instituto de Filosofía del CSIC, por un período de tres años. Los investigadores responsables de las dos instituciones son la profesora de Derecho Administrativo Blanca Soro Mateo, por la Universidad de Murcia, y Txetxu Ausín, por el CSIC.

Se trata de una unidad de I+D+I de la UMU asociada al CSIC que aspira a ofrecer un análisis ético-jurídico de algunos de los grandes desafíos sociales contemporáneos desde el enfoque de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y en el marco de los Derechos Humanos, a partir de una concepción integral y global de la salud, de la vulnerabilidad humana y ambiental y de la gobernanza de las tecnologías disruptivas ligadas a la misma (inteligencia artificial, ciencia de datos, neuro-rehabilitación, mejora humana) en un contexto de profundo cambio social, crisis ambiental y transformación política en un contexto de cambio climáticio.

La Unidad Asociada de Bioderecho, Ética, Salud y Organizaciones (BESO) reúne las capacidades y la experiencia de dos equipos de investigación convergentes y complementarios, el Centro de Estudios en Bioderecho, Ética y Salud (CEBES-Universidad de Murcia) y el Grupo de Ética Aplicada (GEA) del Instituto de Filosofía del CSIC. Ambos grupos han mantenido una colaboración sostenida y continuada en el pasado que ahora se afianza e institucionaliza a través de la creación de esta Unidad Asociada BESO CEBES/UMU-CSIC.

Las Unidades Asociadas de I+D+i al CSIC son estructuras de I+D+I, pertenecientes a universidades, organismos de investigación, centros tecnológicos y cualquier otra institución o entidad de carácter público o privado, sin ánimo de lucro, que estén desarrollando actividades científicas o tecnológicas en áreas comunes, afines o complementarias a las de uno o más institutos del CSIC y que mantengan con éstos una relación estable de cooperación científica. El instituto o institutos del CSIC colaboran con la unidad, pero no forman parte de la misma. Se trata de una fórmula que permite articular de forma temporal y flexible colaboraciones estrictamente científicas entre el personal investigador del CSIC y el de entidades externas que se integre en dichas unidades.

Forman parte de la Unidad Asociada BESO CEBES/UMU-CSIC los siguientes investigadores:  Blanca Soro Mateo (Investigadora Responsable), Emilio Ginés Martínez Navarro, José Ramón Salcedo Hernández, Santiago M. Álvarez Carreño, Juan Antonio Fernández Campos, María Belén Andreu Martínez y Eduardo José Osuna Carrillo De Albornoz.

El personal investigador del Instituto de Filosofia del CSIC que colabora con la unidad asociada se encuentra integrado por Francisco José Ausin Diez (investigador responsable), José Fernando Aguiar González, Melania Moscoso Pérez y Sara Degli Esposti

Esta UA pretende, en suma, consolidar un espacio colectivo de investigación que enriquezca los distintos enfoques disciplinares y metodológicos, incremente el intercambio de conocimiento, facilite las sinergias entre los grupos de investigación integrantes, dé mayor cohesión al conjunto de líneas comunes de colaboración y permita desarrollar conjuntamente nuevos proyectos de investigación, tanto de ámbito nacional como internacional.

 

Una investigación de la UMU alerta de la elevada resistencia a los antibióticos en el sector avícola de puesta

En España, el uso abusivo de antimicrobianos en el sector productivo de aves de puesta ha provocado un descenso significativo de la eficacia de distintos antibióticos, incluyendo los reservados para uso exclusivo en medicina humana.

Este hallazgo se recoge en la tesis doctoral realizada por el investigador contratado de la Universidad de Murcia (UMU) Jorge Rivera, desarrollada bajo la codirección de la catedrática de la UMU María José Cubero, del Departamento de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria.

Según apunta la investigadora María José Cubero, si no se promueve una mejor gestión en el empleo de los antibióticos, las consecuencias podrían ser preocupantes, pues algunos de esos medicamentos se emplean como única alternativa en infecciones humanas. Si las bacterias continúan fortaleciéndose, la cantidad de recursos para combatirlas de forma exitosa escasearán en unas pocas décadas. Las estadísticas del Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) ya reflejan más de 3000 muertes anuales en nuestro país por estos motivos.

Para el desarrollo de la investigación, se analizaron muestras fecales de gallinas ponedoras en distintas granjas de Andalucía, Castilla la Mancha, Castilla y León, Valencia, Extremadura y Murcia. El objetivo era vigilar y notificar la resistencia que han desarrollado diversas bacterias que son perjudiciales para la salud como Salmonella spp., Campylobacter coli o Campylobacter jejuni. De igual manera, se hizo un monitoreo de otras bacterias comensales, que se encuentran en los animales de forma natural, tales como Escherichia coli, Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium.

La resistencia bacteriana, un peligro latente

La administración prolongada de antibióticos en el sector industrial avícola de puesta ha provocado un descenso en su efectividad frente a diversas bacterias comensales. Estas bacterias, denominadas ‘centinelas’, como explica María José Cubero, se estudian en investigaciones de este tipo porque son las “más adecuadas para los sistemas de vigilancia de resistencia a los antibióticos”. Dicho seguimiento se realiza mediante la Concentración Mínima Inhibitoria, que permite conocer la cantidad más baja de un antibiótico que impide el crecimiento de una determinada cepa bacteriana.

Asimismo, los datos alcanzados en este estudio, realizado en colaboración con el Equipo de Cultivos de Secano para el Desarrollo Rural, Enología y Agricultura Sostenible del IMIDA, sugieren que el fortalecimiento de las bacterias centinela podría estar produciéndose de forma análoga en otros patógenos de mayor riesgo.

El fortalecimiento de determinadas bacterias frente a los antibióticos es una de las principales amenazas para la salud. Según la OMS, 33000 personas fallecen al año en la UE por infecciones bacterianas, y los expertos alertan que la tendencia irá a más en las próximas décadas si no se toman las medidas oportunas. En este sentido, Jorge Rivera afirma que gracias a la labor del equipo han obtenido “unos resultados muy satisfactorios” y han podido avanzar en “el conocimiento de las resistencias a los antimicrobianos en sanidad animal y en el uso de productos alternativos al óxido de zinc y a los antibióticos, contribuyendo a la sostenibilidad de la producción animal”.

El propósito del personal investigador de la UMU es trasladar a la administración los hallazgos obtenidos en las bacterias zoonósicas (de origen animal) y comensales para que se incluyan a las gallinas de puesta en el Plan Nacional frente a la Resistencia a los antibióticos (PRAN).

Distintos tipos de antibióticos para evaluar resistencias

Se estudió la resistencia a los antibióticos según las categorías establecidas por el Grupo Especial de Expertos en Asesoramiento Antimicrobiano (AMEG). Estas categorías establecen cuatro tipos de antibióticos en base a su nivel de preferencia de uso, A (Evitar), B (Restringir), C (Precaución) y D (Prudencia). La investigación determinó que las bacterias nosocomiales Campylobacter jejuniEscherichia coli y Enterococcus faecalis, “aquellas que infectan de forma oportunista durante los ingresos hospitalarios”, recalca María José Cubero, han desarrollado niveles de resistencia altos frente a medicamentos de las categorías A y B, que son los más relevantes desde una perspectiva estratégica para la medicina humana.

Estos fármacos se consideran el último recurso en medicina humana contra la lucha bacteriana y están incluidos en la lista de Antimicrobianos de Importancia Crítica (AIC) de la Organización Mundial de la Salud. María José Cubero señala que “la resistencia a estos antibióticos puede reducir las opciones para el tratamiento exitoso de infecciones producidas por agentes multirresistentes”. Por otro lado, la efectividad de los medicamentos de las categorías C y D también se ha reducido frente a distintas familias de bacterias. Algunos de estos fármacos son claves para tratar enfermedades zoonósicas.

Parte del problema se explica debido al elevado consumo de antibióticos en la ganadería de nuestro país, que además es uno de los más altos de toda la Unión Europea. “Las medidas que se cumplen en el sector productivo de puesta deberían equipararse a las empleadas en otros como el cárnico para evitar el aumento de las resistencias”, sostiene María José Cubero. Por esa razón, investigaciones como esta suponen un avance hacia la correcta caracterización de las tolerancias a los antimicrobianos en producción animal, que resulta esencial para diseñar medidas apropiadas con el fin de prevenir el incremento de las resistencias y preservar la eficacia de los medicamentos.

Más información:  

– Jorge Rivera-Gomis, Pedro Marín, Cristina Martínez-Conesa, Julio Otal, María José Jordán, Elisa Escudero and María José Cubero. (2021). Antimicrobial resistance of Campylobacter jejuni, Escherichia coli and Enterococcus faecalis commensal isolates from laying hen farms in Spain. Animals, 11(5), 1284. https://doi.org/10.3390/ani11051284

– Jorge Rivera-Gomis, Pedro Marín, Julio Otal, Juan Sebastián Galecio, Cristina Martínez-Conesa, María José Cubero. (2021). Resistance patterns to C and D antibiotic categories for veterinary use of Campylobacter spp., Escherichia coli and Enterococcus spp. commensal isolates from laying hen farms in Spain during 2018. Preventive Veterinary Medicine, 186(105222), 1–8. DOI: 10.1016/j.prevetmed.2020.105222

– Jorge Rivera-Gomis, Camila Peres Rubio, Cristina Martínez-Conesa, Julio Otal Salaverri, José Joaquín Cerón, Damián Escribano Tortosa and María José Cubero Pablo. (2020). Effects of dietary supplementation of garlic and oregano essential oil on biomarkers of oxidative status, stress and inflammation in postweaning piglets. Animals, 10(11), 1–17. DOI: 10.3390/ani10112093

– Grupo de investigación: E095-06 Resistencia Antimicrobiana en Sanidad Animal. Grupo de Transferencia del Conocimiento “ONE HEALTH: Alternativas nutraceúticas a los antibióticos en producción animal www.um.es/web/anapa.

La XIII Olimpiada Científica de Economía de la Región premia el talento de los estudiantes de secundaria

La Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Murcia ha acogido este viernes la fase final de la XIII Olimpiada de Economía de la Región de Murcia.

La fase regional de la decimotercera edición de la Olimpiada Española de Economía ha repetido el formato híbrido del curso anterior. El lunes 28 de marzo se desarrolló la fase clasificatoria de forma telemática. Los estudiantes que obtuvieron mejores resultados en dicha fase se clasificaron para la fase final que se ha desarrollado de forma presencial este viernes. Entre ambas fases han participado 421 estudiantes procedentes de 43 centros de secundaria de la Región de Murcia.

Uno de los objetivos de esta fase regional de la Olimpiada Española de Economía es seleccionar a los tres ganadores que representarán a la Región de Murcia en la Fase Nacional, que tendrá lugar del 20 al 22 de junio en la Universidad de Pablo Olavide de Sevilla. Si alguno de ellos se clasifica, participará en la Olimpiada Internacional.

Además de la prueba que han realizado los estudiantes, estos han participado en una actividad que les ha permitido desarrollar una serie de ‘soft skills’ aplicadas al entorno tecnológico propio de áreas STEM gracias a una charla ofrecida por Cristóbal Gázquez de BGD Abogados.

La jornada ha finalizado dando a conocer los ganadores en un acto de entrega de premios en el que han participado el Colegio de Economistas, representado por su decano, Ramón Madrid; y la Fundación Séneca, representada por su Director Técnico, Juan Antonio Sánchez. El acto ha estado presidido por Paloma Sobrado, vicerrectora de Ciencias de la Salud y Servicios a la Comunidad Universitaria de la UMU, junto a Samuel Baixauli, decano de la Facultad de Economía y Empresa UMU; y Marisa López Aragón, Directora General del SEF y Formación de la CARM.

Los premiados han sido los siguientes:

1º        Carbonell Ortiz, Eva; CES Samaniego

2º        López Amostegui, Laura; IES Alfonso X El Sabio

3º        Jiménez Madrid, Tatiana; IES Francisco Salzillo

4º        Collados Salmerón, Teresa; CES Samaniego

5º        Guirao Parra, Salud; IES Floridablanca

6º        Lagsouri, Soufian; IES Luis Manzanares

7º        Hernández Zapata, Carmen María; IES Floridablanca

8º        Marín Figueredo, Gabriel; IES Ben Arabí

9º        Sánchez Navarro, Pablo; CES Samaniego

10º      Agudo León, Javier; IES Alquipir

Los estudiantes de las tres primeras posiciones accederán a la fase nacional de la Olimpiada de Economía. Por otra parte, el premio ADESMUR (Asociación de Docentes de Economía en Secundaria de la Región de Murcia) ha correspondido a Pablo Riquelme, tutor de la estudiante ganadora de la Olimpiada, Eva Carbonell Ortiz (CES Samaniego).

Esta Olimpiada Científica es el resultado de una ayuda a la organización de olimpiadas científicas de la Región de Murcia financiada por la Consejería de Empleo, Universidades, Empresa y Medio Ambiente de la CARM, a través de la Fundación Séneca-Agencia de Ciencia y Tecnología de la Región de Murcia. Además, ha contado con la colaboración del Colegio Oficial de Economistas de la Región de Murcia y con la Asociación de Docentes de Economía en Secundaria de la Región de Murcia (ADESMUR).

La UMU desarrolla un posible tratamiento contra el tumor cerebral más agresivo

La Universidad de Murcia patenta un tipo celular modificado con utilidad en la determinación de marcadores de pronóstico y posible tratamiento del cáncer de glioblastoma.

Un trabajo de investigación, encabezado por la investigadora de la Universidad de Murcia Rut Valdor, ha revelado que las células perivasculares que rodean los pequeños vasos sanguíneos de tejidos vascularizados conocidas como “pericitos”, son útiles para desarrollar una terapia celular contra el cáncer de glioblastoma, si previamente se elimina la actividad relativa a un mecanismo de degradación de proteínas por el cual el glioblastoma parasita el pericito, y que se conoce como “autofagia mediada por chaperonas”.

Las investigaciones de la Dra. Valdor y su equipo han permitido demostrar que la función inmune del pericito cambia cuando este interacciona con la célula del glioblastoma a través de la autofagia mediada por chaperonas. Cuando esta interacción se produce, el pericito, «en lugar de favorecer la eliminación de las células tumorales, se queda atontado y durmiente, no prolifera y, además, secreta factores que paralizan la respuesta ante la célula tumoral y, por tanto, permite que el tumor crezca y se extienda», explica Valdor.

A partir de esta premisa los esfuerzos de los investigadores se centraron en eliminar la actividad de la autofagia mediada por chaperonas en el pericito exógeno al huésped, ya que se demostró que ello era útil como tratamiento contra el cáncer de glioblastoma. Para ello la solución ideada fue utilizar pericitos modificados genéticamente, permitiendo con ello un cambio en las distintas funciones de la célula, entre ellas la inmunológica, que son necesarias para que este se active y responda frente al tumor. Los pericitos modificados son capaces además de promover la activación de los pericitos endógenos del propio huésped y de otras células del sistema inmune que permiten la eliminación del tumor.

Todo esto hace que los pericitos modificados puedan actuar como una “célula-medicamento” contra los tumores cerebrales, tal y como se ha demostrado en ensayos con ratones en los que se ha conseguido que las células tumorales prácticamente desaparezcan, abriendo la puerta a una posible nueva terapia celular contra el cáncer de glioblastoma. No solo esto, sino que los resultados obtenidos vislumbran que podría extrapolarse a otro tipo de tumores.

El método de aislamiento y de obtención in vitro de estas células, así como su uso como composición farmacéutica es precisamente el objeto de la patente europea recientemente solicitada por la Universidad de Murcia, y en la que han participado, además de la Dra. Valdor, los investigadores David García-Bernal, José María Moraleda y Salvador Martínez.

La modificación de los pericitos ha permitido, además, identificar estas células como secretoras de posibles marcadores de prognosis de la enfermedad. De manera que además de revelar al pericito como posible tratamiento, también se identifica a su secretoma útil para la determinación de nuevos posibles marcadores de diagnosis/prognosis tumoral.

Todos estos resultados se han conseguido gracias a un proyecto de investigación financiado por la Fundación Séneca de la Región de Murcia. Mientras tanto, el equipo de la Dra. Valdor y sus colaboradores continúan avanzando en sus trabajos en relación con esta prometedora terapia, así como en otras posibles aplicaciones, gracias a nueva financiación estatal aportada por el Ministerio de Ciencia e Innovación y la Agencia Estatal de Investigación. El objetivo es pasar de fases preclínicas en animales a otras fases más próximas a la clínica, con vistas a conseguir en un futuro no muy lejano su aplicación en el tratamiento de pacientes reales.