2007-02-27 Entrevista a Sánchez Bautista, poeta (3)

Rondó caprichoso … Sonetos en alejandrinos

[Un portento de la creatividad poética universal nos ha nacido (que me perdonen los creyentes de verdad), aquí, en Murcia: un Rondó caprichoso. Los padres: Francisco Sánchez Bautista, y su dama y esposa Teresa González Lidón] – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . -. – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . – . –

 

                    … “Traía ella en su falda perfumada y florida

                           un pomo de amarillas ciruelas japonesas”

 

                    … ”Quise ser en sus sueños el hecho delicioso”

 

                    … ”Ella estaba exultante de salud y belleza”

 

                   …  “Aquel veinte de junio del año que ella sabe,

                         tenía ya los veinte, plenos y esplendorosos”

 

                   …  “Mi dicha está en tus ojos; le dije enamorado”

 A estos versos que, sin duda, ha dulcemente leído el lector, creo que se les pueden aplicar lo que otro genio del pensamiento poético, John Keats (Londres, 1795-Roma, 1821), nos decía …, transcribo también el original inglés, para que ciertos lectores puedan en algo liberarse de aquello de traduttore, traditore:

                                “A thing of beauty is a joy for ever:

                                Its loveliness increases; it will never

                               Pass into nothingness“.

  He aquí la posible equivalencia que yo les doy en nuestro idioma español: La belleza hecha cuerpo es un gozo para siempre, // su emoción de amable feminidad crece, y jamás // morirá en la nada

     ¿A qué viene todo esto …, este alarde de erudición …, dirán algunos?    

  Pues muy sencillo, ya que se trata de mostrar y apostillar un prodigioso valor literario, que se leerá por siempre; es algo que, nuestro genio español de la Literatura, Francisco Sánchez Bautista, ha compuesto, ha creado de la Nada en estos últimos años, ya no adolescentes para él (nace en 1925, un 11 de Junio, en Llano de Brujas, Murcia, España): se trata de un poemario de amor, escrito y acuñado a los 80 años de edad; amor a una joven ‘bella, digna de amor’, Teresa, y de ella a él, en el dulce vórtice y vértigo de sus inicios.

  El libro lo ha considerado como un Rondó caprichoso, como un recurrente rondel de los seres aún vivos y sus palabras, hijos e hijas del caprichoso Amor.

Según su propio testimonio, lo ha compuesto …, hace nada, es decir, viviendo ya sus ochenta y algún años. Él quiere recordar la adolescente sensación de amor que una joven, casi niña, fue provocándole, fue rebulléndosele dentro del alma, sin él quererlo, quizás, pero sí irremediablemente sintiéndolo.

  Y ¿cómo dar forma a todo ese complejo (y complicado, por qué no) gozo y sufrimiento?

  Sánchez Bautista piensa que lo más puro de la expresión o comunicación es la poética y, dentro de ella, el soneto … Pero …, ¿qué es un soneto? … Pues es una forma literaria que viene ajustándose en versos, acentos y rimas desde hace más de 700 años; ahí están, por ejemplo, Petrarca, W. Shakespeare, y, entre los nuestros, Garcilaso, y enseguida Lope de Vega y Quevedo, por ejemplo.

  Abundantes Sonetos Un soneto es un modo de presentar un fragmento de una emoción, o un fragmento de un pensamiento, pero rigurosamente expuesto éste, o armoniosamente descrita aquella, para ser bebido como en un trago …, de oloroso vino …, o quizás de amargo jengibre. Pero no sólo puede decirse esto de todo el poema en sí, sino, incluso, estrofa a estrofa; yo diría que puede hacerse hasta con la sola vista, pues las tenemos delante de nosotros a modo de una clásica formación arquitectónica griega …, son perfectos rectángulos áureos …, esculpidos (ver ejemplos de este fenómeno o noúmeno en los sonetos que abajo se acompañan).

  El poeta escribe ateniéndose a sólo 2 estrofas de 4 versos y otras 2 de 3; los 14 versos serán de 11 sílabas (endecasílabos), bien acentuados y rimados ellos.

  En este formato poemático, la concreción para el lector resulta clara, porque es fácil que vayamos concatenando en nuestra mente (e incluso en nuestros ojos, como acabamos de decir) la exposición y expresión poética de pensamiento tal, o de tal fragmento de la emotividad, según el escritor busca decir …, decirnos. Y se llega así al fin, al gozo del misterio entreverado a lo largo de 11versos, y que en el último terceto, como final, se desvela. Por cierto, en este esquema quasi divino de pensamientos y sentimientos anunciados en sonetos, Sánchez Bautista tiene ejemplos gloriosos en sabiduría y emoción, que son para la Antología de la Literatura Española y Universal de todos los tiempos (¿no es, acaso, una joya de la Literatura universal en lengua española ese librito de, por ejemplo, Juan Rulfo, Pedro Páramo …, o aquel de hondura psico-metafísica de Delibes, El camino …, por qué lo llamó así?). Veamos uno …, o dos, o tres sonetos, en los que, junto con los muchos que en este nuevo poemario de Amor pueden leerse, encontramos la grandeza y sutiliza de la universal alma de nuestro sabio poeta. (De los libros Del tiempo y la memoria, págs 87; 86; 85; y Poesías completas, pags: 330; 331).

(Algunos versos de estos sonetos que siguen conllevan la contradicción que nos engendra el endeble vivir nuestro -–con la sombra que nos deja la muerte, ‘ya no habrá instante con que halagar los ojos ni engañarnos en el grato caudal de lo vivido’–, a cuyo engaño el poeta, amante y amado, no quiere someterse, y por eso, un día, casi consumada su vida, escribe un Rondó caprichoso del vivir).

La sombra sola del olvido temo

LUPERCIO LEONARDO DE ARGENSOLA

                 AUNQUE temo la sombra del olvido,

                 más sufro la tortura del pasado

                 hecho memoria en mí: un río helado

                 y un náufrago en sus aguas sumergido.

 

                    Vivir ajeno al tiempo es lo que pido

                 y es el don que los dioses me han negado.

                 La memoria me tiene esclavizado

                 y el impasible tiempo sometido.

 

                    Mejor fuera el olvido que el recuerdo;

                 preferible es la nada a un hecho vano

                 que pese en la conciencia de por vida.

 

                 Inmenso río en el que nado y pierdo

                 el equilibrio, y donde nunca gano

                 la iluminada orilla prometida.

                  ESTÁ mi corazón, que ya envejece,

                  igual que el árbol que, si más añoso,

                 su fruto es menos, pero más meloso

                 y más golosamente se apetece.

 

                     Pues si ayer fue enterizo, hoy ya parece

                 un arrope adensado, un oloroso

                 vino que el tiempo puso apetitoso

                 y a más esencia con los años crece.

 

                     Tal es la fruta que, olvidada un día,

                 si entre las verdes ramas es hallada

                 al gustarla alabamos su valía.

 

                    Y es tal mi corazón, pasa arrugada

                 entre otoñales viñas, que aún nos fía

                 la miel del tiempo en mosto condensada.

Todo se lleva la edad, incluso la memoria.

VIRGILIO

                   ES la memoria el único asidero

                al que acudimos cuando ya el presente

                nos limita el futuro, y un ardiente

                y enfermizo deseo es lo primero

 

                 que empaña este optimismo pasajero,

               pues se sabe que el tiempo omnipresente

               borrará en la memoria más consciente

               el recuerdo más vivo y lisonjero.

 

Porque vendrá ese frío visitante

               al que llamamos muerte y con mirarnos

               nos hundirá en el tiempo y el olvido.

 

                   Privados de la luz, ya no habrá instante

               con que halagar los ojos ni engañarnos

               en el grato caudal de lo vivido.

Con estos precedentes, acudamos ahora, de bruces, al título de estas líneas.

  ¿Qué sucedería si el poeta quisiera pasar los versos de 11 sílabas a versos de 14, llamados alejandrinos?

  Pues que, ante todo, para cualquier escritor, estos intentos creativos conllevan, añadidas a la angustia del escribir, serias dificultades técnico-compositivas; sólo un ejemplo: es tradición universal que los versos en alejandrinos han de estar partidos por la mitad con un “algo” invisible, es decir, que habrá dos fragmentos de siete sílabas en cada verso de catorce (lo que ellos llaman versos con hemistiquio), y, según esto, ¿qué tiene que hacer el escritor con el silabeo interno y con los acentos?, ¿los deja caer a voleo, como antes se sembraba el grano? … En fin, trabajo de mesura inteligente para el poeta, porque busca la esencia de la comunicación, tal como acabamos de decir (¡ ah, la palabra comunicación …, convertida en palabreja por culpa bobalicona de los discursos de tantos politicastros y politicuchos, y, por qué no, bastantes periodistuchos !!).

  Mas para el lector y su oficio de leer, sin embargo, suponen ventajas; entre otras importantes, estas dos: primera (léanse ahora otra vez los versos del comienzo, por favor, todos de 14 sílabas, alejandrinos, y creados por Sánchez Bautista para su vivífico libro Rondó caprichoso). Pues, verán, aún leyendo verso suelto a verso suelto, te subyuga el ritmo de los acentos, de la sonoridad (un soneto –lo mismo que una sonata es algo que suena, en su totalidad, pero que debe sonar también en cada verso); segunda, que el lector percibe o recibe, de un trago, mucha más información bien sonante que con los de otro tipo de versos, es decir, que son de contenido intelectual y sonoro más abundoso por cada uno de ellos.

  Pues ahí tenemos ese libro de Francisco Sánchez Bautista (a quien nuestra Facultad de Letras, de manos de quien a la sazón era Rector de la Universidad, José Antonio Cobacho, un 16 de Abril del 2008, incorporó solemnemente al Patrimonio Universitario-Universal, distinguiéndole con la imposición de la Insignia de Oro de la Facultad). Es un ser sapiente en vida y en Letras, y ha sido capaz de componer un libro nacido bajo el grande y no siempre acordado (a veces demasiado discordado) sonido del sentimiento del Amor.

  Por eso he traído a John Keats, para decirnos que esto de Francisco Sánchez Bautista, suculentamente grande y lleno de sonoridad armonizada, nace no sólo de laBelleza hecha cuerpo’…, o del ‘cuerpo hecho Belleza’, que es ‘gozo y alegría para siempre’, sino que ‘no morirá en la nada’, porque está tranverberada en lo hondo del Amor.

  Lo es ya para todos, aunque sólo sea a través de esas pequeñas dosis de la entradilla de estas páginas, y lo será infinitamente más, ahora que todo el libro ha visto la Luz de la imprenta, y que puede leerse en voz alta en, por ejemplo, los centros de la Educación (quizás así se irá desterrando ese raquítico intelectual y socialmente malhadado palabrerío de, muchas veces, simplones matices, porque se acaban enseguida: ‘súper bueno’, en vez de ‘muy bueno …, o buenísimo…, o más que bueno).

  Pero la riqueza humanista del poemario se completa con acertadísimas y bien habladas conversaciones a tres con Ángeles del Cielo (con el de Salzillo entre ellos, y con un Ángel hortelano …, y), y lo son en buenos endecasílabos de verso blanco. Este trato confidencial con ángeles, por mor del cariño que por aquel entonces nacía, nos recuerda a ciertas cuitas intemporales rilkianas.

Del ayer del escritor, al hoy de esta escritura y publicación, tenemos muchos años de vivir, que podían haber sido de olvidar …, que, como nuestro poeta tiene dicho: ‘¿qué es la Muerte? … El olvido es la Muerte ‘ …, antes incluso del final.

  Acabamos de leer a Keats que dice: Su emoción del bello amar crece, y jamás morirá en la nada.

  John Keats, a quien todo el mundo proclama poeta universal. Y …, ¿por qué no al nuestro? … Aquellos que no saben nada de esto, en relación con el grande de España y universal Francisco Sánchez Bautista, que lean despacio los sonetos en alejandrinos de Rondó caprichoso, o cualquiera de los tres sonetos dejados, exhibidos en estas páginas …, y muchos más, soberbios, que pueden encontrar en Poesías completas.

  Francisco Sánchez Bautista, Insignia de Oro de la Facultas de Letras de la Universidad …, de la universalidad de Murcia, sabio poeta, y siempre maestro.

José Antonio Postigo Pascual

Profesor de la UMU, jubilado

Más de 50 años trabajando el Lenguaje