Problemas en la profesión periodística

Los resultados de los análisis sobre el sector periodístico son elocuentes. Quizá demasiado, pero miremos con buenas actitudes. Las últimas encuestas que más de la mitad de los periodistas ganan menos de 1.000 euros. La situación es mucho más dura para los más jóvenes, que, por otro lado, constituyen la generación, en este ámbito y en otros, más formada. Me remito al dato siguiente: el 77 por ciento de los periodistas tiene titulación universitaria, y, de esta cantidad, el 83 por ciento posee una formación específica en Periodismo.

Además, con más cifras en la mano, se trata de un sector expansivo, en crecimiento continuo: se ha doblado el número de empresas desde el año 2.002, alcanzándose las 103. Por otro lado, dos terceras partes de los profesionales de la información tienen menos de 40 años. Es, pues, un sector joven, en un segmento de edad muy interesante para incorporarse a nuevas fórmulas de trabajo y con una plena utilización de las Nuevas Tecnologías.

Hay datos para el optimismo, porque, además, queremos tener una actitud positiva, a pesar de que sólo un tercio de los contratos son indefinidos, pese a que un 12 por ciento de los empleados trabaja todos los fines de semana del mundo, aunque un 18 por ciento sale todos los días más tarde de las 22 horas, aunque la precariedad alcanza más a los más jóvenes y a pesar de que el intrusismo sigue estando ahí con fórmulas que llegan a ejercicios profesionales tan arduos como los de aquellos que laboran sin contrato (hay un 10 por ciento en esta tesitura).

Pues sí, hemos de ser optimistas con el fin de poder afrontar con fuerza y con coraje este siglo XXI, que aún se halla en sus albores, lo cual quiere decir que está pleno de oportunidades, que hemos de aprovechar. Únicamente con una perspectiva de ímpetu y de tesón podremos llegar a solventar muchos de los problemas que se repiten en los diversos territorios de nuestro país.

La situación es compleja, dura, para muchos jóvenes, chicos y chicas formidablemente enamorados de su quehacer, llamados al ejercicio de una profesión que hoy encuentra en ellos más vocación que nunca, quizá por las dificultades y por la saturación del mercado periodístico. Hay que ser imaginativos para utilizar fórmulas y remedios innovadores frente a las estructuras que estamos generando.

Repetimos a menudo que la unión hace la fuerza, y así es. Hemos de apostar por soluciones conjuntas, pactadas entre todos, cargadas de esperanza y de solidaridad, de amistad en sentido amplio. Vibremos, por lo tanto, en el mismo espectro de soluciones a los problemas que nos vienen planteados. Vivamos en la seguridad de que todo tiene solución, pero, para ello, claro está, hay que ponerse en marcha con determinación todos y cada uno de los días de nuestras existencias. Podemos mejorar entre todos una herencia que tiene que ver con el silencio y el conformismo.