Tres alumnos de la Universidad de Murcia consiguen el primer premio nacional al rendimiento académico

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Trece alumnos de la Universidad de Murcia han sido galardonados en la convocatoria de los premios nacionales a la excelencia en el rendimiento académico del curso 2007-2008, de los cuales, tres han obtenido el primer premio.

 

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El debate taurino

Nuestro entorno está lleno de diferencias, que, en principio, bien planteadas, no son malas. Al contrario: pueden y deben enriquecer. La existencia es así, con versiones para todos los gustos, con opiniones y controversias que, desde la responsabilidad, nos tienen que edificar como personas, como seres humanos. De ahí que reflejemos, como hacemos con otros asuntos, la variopinta percepción que tienen celebraciones y ceremonias como la taurina; y por eso conviene que reflejemos que la fiesta de los toros vive momentos de esplendor y de ciertas sombras. Es así por la crisis económica, por la falta de suficientes festejos para mantener intactas las cualidades de los jóvenes talentos y de aquellos empresarios y trabajadores que necesitan de algo más, de mucho más, que las grandes ferias para poder sobrevivir.  El debate sobre la pervivencia de estos festejos, sobre su viabilidad social, ética, profesional en pleno siglo XXI, está más que abierto. Con la misma controversia se abren otras heridas que no sabemos el tipo de cicatrices que pueden dejar, o que ya están dejando.

 

Los periodistas somos testigos de lo que ocurre, transmisores de las realidades palpables o latentes.  Somos los mensajeros de lo que gusta, de lo que no, de lo que complace, de lo que está sometido a los vaivenes de cada momento; y ahí estamos para intentar acercar la realidad a los ciudadanos y para que éstos se identifiquen, gracias a las empresas periodísticas y a sus profesionales, con las cosas que les ocupan y les preocupan. Es éste un momento de tránsito, de encrucijada, de puesta en cuestión de los modelos existentes, y no sólo del económico. Ese cuestionamiento es consustancial a una etapa de crisis, que siempre ha de tomarse como una base de impulso para llegar a otro estadio mejor. De lo que se trata, para ello, es de tener los suficientes conocimientos, también en el ámbito taurino, para que se produzca el debate en el mejor de los sentidos, de modo que nos lleve a un conocimiento salubre sobre los pormenores de la fiesta, sobre sus orígenes, acerca de su visión antropológica, etc. A ello también hemos de contribuir los periodistas. Tengamos en cuenta que la fiesta taurina siempre ha estado en crisis. Lo ha estado por unos u otros motivos, por sus finanzas, por sus variadas críticas, por la falta o exceso de festejos, por su tradición, por los cambios que ha ido sufriendo… Es normal que un evento popular esté sometido a la discusión permanente, que seguramente es la que hace que esté vivo, que siga ahí. Dicen en comunicación que lo que no se cuenta no existe, aunque se produzca en alguna parte. Desde luego lo taurino no sólo está presente, sino que también está en esa sintonía y con un protagonismo que nos invita a presagiar que queda fiesta para rato. Entretanto, y como es natural, seguiremos derrochando pasión, entusiasmo, buenas maneras, y, por supuesto, informando. La diferencia de pareceres enriquece la vida misma, y es bueno que a menudo las apuntemos como base de la transformación y de las mejoras en las que creemos. El debate está ahí, y ahí sigue con todo lo que ello supone; y acerca de lo que implica mostraremos lo que unos y otros señalan en la convicción de que las verdades, todas, hay que compartirlas con mesura y agrado.

Expertos europeos debaten en Murcia sobre nuevos indicadores para financiar las universidades

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La posibilidad de adoptar nuevos indicadores para financiar a las universidades es uno de los temas que se discuten hoy en la primera jornada del seminario organizado por el Ministerio de Educación en la Universidad de Murcia para debatir sobre la forma de costear la investigación universitaria.

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Todo lo puede la comunicación

Persigamos la plenitud, aunque ésta no sea posible como y en forma absoluta. La idea es avanzar, intentar seguir adelante con las suficientes concesiones. Versionemos la realidad con el fin de amoldarla a las circunstancias de todos y cada uno de nosotros. Juntos podemos ser entre voluntades y aprendizajes de una cierta corrección con la que hemos de aprender a hablar con propiedad y anhelos de grandeza amorosa. Los límites de otros procesos nos deben alimentar para que demos con los toques mágicos de las relaciones más cercanas. Intentemos cada día dar con los elementos más sólidos y menos figurativos. Las existencias tienen muchos compromisos que hemos de compartir con las personas de nuestro entorno. Son nuestra base, aunque no lo advirtamos a cada segundo.

 

Facilitemos los términos de la convivencia, y vivamos en la paz de aquellos ancestros que pugnaron en la mejor de las acepciones para que tuviéramos un futuro para ellos y un presente para nosotros más evolucionado y con menos limitaciones. El progreso, los avances, todo cuanto nos conforma como sociedad tiene su punto de partida en la labor de conjunto. Para que el quehacer se produzca acompasado y al unísono hemos de conseguir que todos nos involucremos con criterio y tino. La vida es maravillosa, y así debemos expandirla. Formemos parte de esa creciente que nos nutre y nos hace más equilibrados.
Además, todo lo que realicemos se ha de hacer con moderación y templanza en sus determinaciones más básicas. Fijemos, en este sentido, criterios de sustento plural y global, sin los cuales es muy difícil poder seguir adelante. Podemos fallar, pero no fracasar por falta de valor para proseguir con aquellos ritmos y actividades más necesarias. Complementemos los intereses en el deseo de ser una familia, un clan, más que eso incluso. Los buenos actos, no lo olvidemos, generan más empatía, más convencimiento de bregar por el bien común.
Tengamos todo el tacto que seamos capaces de generar y de otorgar a quienes vienen con las banderas de un amor que ha de hermosear por doquier con la devoción maravillosa de unos actos de entrega con los que lucir nuestros espíritus, que se han de convencer del milagro de cada día, que ha de tener relación con lo que desarrollamos por los demás antes que por nosotros mismos. La intimidad de lo que es de una guisa determinada nos ha de corregir algunas saturaciones del pasado.
Convengamos que la ternura, que las buenas palabras, que las razones bien esgrimidas, que los dones compartidos y aclarados desde la humildad con los otros, nos envuelven con un papel especial que atesora los mejores resultados en forma de conclusiones y/o resúmenes mucho más apetecibles. Ante las reiteradas suposiciones dispongamos la brillantez de un anhelo de comprensible amistad que, en el contenido y en las formas, ha de recoger unas interesantes y cualitativas cosechas. Todo lo puede la comunicación. No tenemos más que comprobar lo que nos consigue cada día. Como mínimo, nos da seguridad, que no es poco.

La revista de la Escuela de Turismo tiene como objetivos aumentar la competitividad del sector

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Promover las investigaciones y las actividades innovadoras que fomenten la competitividad del sector son algunos de los objetivos de la revista “Gran Tour”, creada por la Escuela de Turismo de la Universidad de Murcia y cuyo primer número ha sido presentado hoy durante un acto celebrado en Convalecencia.

 

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Optimizar el verano

Para comunicar siempre hay un instante de acierto, de conveniencia. Ya ha llegado. Es el momento. Hemos esperado mucho tiempo, y ya es hora de tomar la iniciativa. Imagino que siempre hay una oportunidad para dar con aquellas claves que nos podrían hacer perpetuar una amistad sin condiciones, que es la auténtica, la verdadera. Pienso que el verano, por su apertura calurosa de nuevos frentes objetivos y subjetivos, bien puede ser el momento. ¿Por qué no? Hay un océano de sensaciones que podemos experimentar, así como cientos de oportunidades para curar heridas y aprovechar el ritmo cotidiano que, a veces, por repetido quizás, no lo vemos como un admirable milagro existencial.

Llega ese estío que nos hace menos previsores. Vivir el momento es, en realidad, eso, vivir. No hay que dar más explicaciones, y en eso el verano puede ayudar. Supongo que también otras estaciones y etapas. El movimiento, y más cuando nos sentimos libres, se demuestra andando.  Giremos, pues, las manillas del reloj para que esté a nuestro favor, para que no demoremos esas medidas de comunicación bondadosa que nos podrían regalar lo que nos viene otorgado en plenitud cada día, aunque no lo veamos.  Ése ha de ser nuestro empeño: divisarlo. Cada segundo es un cimiento para ese aprendizaje que nos ha de armar de valor y de coraje para propagar los mejores sentimientos.
El horizonte que divisamos, aunque lejano en ocasiones, nos ha de servir para otorgarnos ese afán de superación que nos invitará a tomar las cosas con calma, tal y como vienen. Aprendamos de los errores. Debemos convenir que es posible ir con menos prisas. Despejemos esas incógnitas que llevan demasiado tiempo ahí sin que nos atrevamos a deshojarlas. Admitamos que el diálogo, que la conversación quieta y con calma, puede contribuir a mejorar los fines, sean éstos los que fueren, que tampoco deben ser muchos.
El divertimento es, igualmente, cosa del verano, si bien debería serlo de todo el año. No lo olvidemos, y, si hay que repetirlo, pues lo decimos una y otra vez. Los días son más largos, y las temperaturas ayudan a que salgamos más a la calle a contarnos lo que sentimos y cómo lo sentimos. La aventura de la vida adquiere más tintes y reflejos en esta etapa del año, en la que parece que salimos de una cierta ensoñación. Presentemos otros pronósticos. Tengamos en cuenta esas nuevas perspectivas que solventan los equívocos y las carencias de antaño.
Busquemos también la alegría que es consustancial a los días con más horas de luz del Sol. Acatemos las normas no escritas de la convivencia placentera y jovial. Nos hemos de animar para explorar nuevos territorios, o los mismos de siempre, que no rentabilizamos como deberíamos. Es el verano, y en él somos más nosotros, o lo parecemos, y, si lo parecemos, hemos de serlo. Conviene que nos armemos con esos instrumentos pacíficos que son los buenos propósitos y los afanes de convivencia y de solidaridad, amén de la determinación de fomentar y de compartir la dicha y el contento por estar vivos, sobre todo, porque ahora lo es, en verano. ¿A que es una suerte? Optimicemos tiempos y ventajas, que no disponemos de tantos recursos como pensamos.  Traslademos las ideas al contexto de los eventos en los que nos sentimos, porque lo somos, los protagonistas.

Posibilidades de futuro en comunicación

Hay de todo en la existencia humana. Unas veces sacamos partido a lo que hacemos, y otras veces no es así. Es un poco el ciclo de la vida. Lo pensamos a veces, pero pronto se nos olvida, sin que sepamos el porqué. Los balones llegan de fuera, y los intentamos canalizar con conexiones con esas normas que nos dieron consejos de primeras horas. No nos tiremos al vacío. El tiempo debemos aprovecharlo con sus mejores intenciones, que existen. La paz es obra de todos. La justicia contribuye a su conservación. No devaluemos el destino que nos podemos proporcionar. Hagamos esa arquitectura que nos debe nublar la vista para ver lo que nos conviene para ser felices, y no para hallarnos en la irrealidad. Aseguremos los óptimos procesos de convivencia. La comunión en este caso es fundamental.

 

Los elementos de raciocinio han de ser tenidos con todas las cuentas de antaño, que serán lo que nos demostremos con el transcurrir de las suficientes etapas para valorar lo que nos sitúa entre costados de pensamientos sin jugadas anticipadas. Tendemos a experimentar lo mejor, y así debe ser. No tensemos las cuerdas, que hemos de conservar todo el tiempo que podamos. Las existencias son así. No paremos los modos que nos permitieron cobrar adelantos. Las jornadas deben ser aprovechadas.
Separamos cada jornada lo importante de lo que no lo es, y vemos, tras la trilla de elementos, lo que nos merece la suficiencia adecuada para seguir con razones y registros hermosos. Iremos en cada ocasión a ver lo que nos incluye entre suposiciones con pasatiempos que nos han de preferir con la tranquilidad de quien desea conocer sin perder la perspectiva. Nos debemos hacer mucho más caso. Cada día descubrimos un ápice de verdad. Eso supone esfuerzo, y, asimismo, convicción para hacerlo.
Apostemos por la gran maravilla que es tenernos para cobijarnos en las panorámicas que, por ser de conjunto, nos acercan a divisiones e interpretaciones un tanto más acertadas. No se trata de tino, sino de procurar poseerlo en algún grado. Las fusiones nos alivian algunos resquemores y reducen el vértigo de las equivocaciones posibles. Nos acordamos de las posiciones y posibilidades. La existencia divina nos recorre con amores que hemos de concordar. Las causas tienen sus efectos, y es bueno que los ponderemos.
Vamos de feria en feria con la amistad más fortalecida. Gracias a que nos comentamos y comunicamos quiénes somos, nos podemos esforzar más y mejor con las raíces de unos buenos elementos que han de cruzar los ríos de varias vidas que no siempre optimicemos, y, lo que es peor, que no siempre comprendimos, pero ahora toca que cambiemos la actitud. Movamos ficha hacia ese punto de inflexión, de reflexión y de encuentro en lo comunicativo y en el resto de perfiles. No agotemos los recursos, pues necesario, y hasta lógico, que nos queden en el día de mañana. Es el ciclo comunicativo de la vida, que ha de crecer en su diámetro, en sus posibilidades de futuro. Las tenemos todas, si somos diestros y hacendosos para afrontar las diversas circunstancias que nos envuelven.

Ferrán Gisbert gana el Premio de Pintura de la Universidad de Murcia

El jurado del Premio de Pintura de la Universidad de Murcia contempla las obras presentadas al concurso.Las tres distinciones de la edición 2010 fueron a parar a artistas valencianos

El valenciano Ferrán Gisbert Carbonell, con una obra titulada “V Estudio de Color”, ha obtenido el XI Premio de Pintura del Aula de Artes Plásticas de la Universidad de Murcia, que patrocina la Fundación Fuentes Vicente y la Hostería Palacete-Rural la Seda con 8.000 euros.

Otras dos obras, pertenecientes también a otros artistas procedentes de Valencia, obtuvieron Mención Honorífica, se trata  de los pintores Rafael Ribes Villalba y Daniel Jordán García.
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Los blogs, información mucho más accesible

Internet ha aumentado hasta el infinito los índices y niveles de accesibilidad. La revolución ha refrescado las etapas comunicativas anteriores. Así, los blogs informativos, los que aparecen en los portales periodísticos específicamente, son un auténtico baluarte para los nuevos soportes mediáticos que podemos seguir en Internet. Creo firmemente que los dos términos que mejor definen a los blogs informativos que aparecen en los portales periodísticos son la pasión de quienes los hacen, a menudo cotidianamente, y el conocimiento que poseen sobre los temas, genéricos o especializados, abundantes en todo caso, que tocan con sobrada maestría. Tanto es así que se han convertido en referentes para los mismos diarios digitales y para los lectores de los mismos. Se traducen cada jornada en una cita casi obligada.

Si Internet es un fenómeno tan reciente como emergente en sus actitudes y aptitudes, y también en sus posibilidades, el Periodismo y las conductas comunicativas y de opinión en torno a este oficio se han transformado de manera rutilante gracias a las opciones de instantaneidad y de ubicación que ofrecen las noticias y/o reportajes o entrevistas que aparecen en los diferentes portales o sitios. Una oferta más, que no por ello común, son los blogs personales o de autor que suponen un valor añadido desde el punto de vista que brindan información especializada, o, en todo caso, el conocimiento de expertos en diversas materias o respecto de los eventos que se van sucediendo, y, por ende, apareciendo en los medios de todo tipo, calado y soporte.

No siempre los blogs los realizan periodistas, pero tampoco parece que se pida ese perfil. Lo que sí se demanda es rigor, y, en ese punto, todos deberíamos estar “ojo avizor”, pues el perjuicio, en caso contrario, es para el medio y, por traslación, para los profesionales de la información. La credibilidad es un valor muy potente para cualquier acto comunicativo, y, fundamentalmente, cuando su afán es llegar a audiencias masivas, como es el caso que nos ocupa.

Lo bueno de Internet es su permanencia, esto es, la posibilidad de otear una información una y otra vez, y, por lo tanto, de actualizarla y de mejorarla conforme vamos sabiendo más de lo que ha ocurrido o de cuanto nos rodea. Además, se pueden poner links o direcciones que complementen en otros sitios lo que estamos contando. Es muy interactivo, este medio, y, en ese sentido, los lectores pueden contribuir a la mejora del producto/bien informativo. Es ésta una enorme ventaja.

La verosimilitud, la búsqueda de la veracidad, de la verdad, son exponentes básicos, así como la buena intención informativa, si queremos que estos blogs cumplan sus fines. Hacer las tareas con pasión también contribuye a llegar a los afectos, esto es, a los sentimientos, de los lectores. Paralelamente, Internet, en sus portales, puede incorporar, con gran facilidad, junto con los textos, toda una serie de fotografías, de gráficos muy elaborados, de videos, de sonidos, de informaciones anteriores, etc. Es, en este plano, un medio muy completo, muy integrador y globalizador.

En consecuencia, los blogs son un exponente más, y muy válido, de las posibilidades de los portales informativos, que van buscando valores añadidos a sus labores periodísticas. Además, al igual que ocurre con los mismos portales, su visibilidad espacial y temporal es mucho mayor de lo que jamás hasta ahora habríamos pensado. Tenemos, por lo tanto, por delante un panorama halagüeño, siempre y cuando que saquemos partido en positivo a este avance tecnológico, que no ha de contribuir a la saturación, a las medias verdades o a conculcar derechos, sino, más bien, a todo lo contrario. Analicemos lo que hacemos, lo que pasa, y saquemos conclusiones provechosas para todos. Hallamos en ellos una auténtica maestría que hemos de destacar y defender como base de la sociedad misma. En todo caso, lo que conviene subrayar es que ofertan unos grados de accesibilidad ingentes, extraordinarios, sin parangón.

Buenas soluciones comunicativas

El afán debe ser la búsqueda del consenso y de las buenas soluciones en materia de relaciones y de comunicaciones de todo género y visión. Somos deseos comunicativos que hemos de hacer realidad con la mejor de las perspectivas, procurando fomentar dones y especializaciones conseguidas sobre la base de una mejora permanente, estable, sentida, puesta entre excelencias de grado sumo. No perderemos las cantidades de conocimiento que hemos ido aglutinando y que, con el saber que da la experiencia, hemos de dirigir hacia el estado de gracia que suponen las emociones en torno al edificio del equilibrio consistente. Intentemos que las voluntades salgan hacia esa normalidad eficiente y eficaz con refrescos de ansias curiosas.

 

El bagaje que debemos fomentar es ése que nos habla de comunicaciones docentes. Hemos de aligerar esos pesos que nos confunden y no añaden nada a todo lo que podemos hacer. Debemos dirigirnos hacia esos momentos que han de confabularse con la fuerza debida, con la suficiente para mejorar y no dejar que nos superen las circunstancias, a menudo complejas. No separemos esos gracejos que nos han de resolver las vacilaciones con las fortunas del puro entendimiento.
Asomemos a esos arreglos comunicativos que nos han de conducir por los campos del conocimiento. No desatendamos las consecuencias de unos actos venidos desde la nada y que han de acercarse a la misma esencia de lo que nos puede hacer sentir y vivir de mejor modo. No pintemos fuera del cuadro: el marco ha de estar para algo. Tampoco nos preocupemos por dimensiones que nos insisten con sus prestaciones poco sencillas.
Hemos de adivinar las palabras que nos cobijan ante el viento que nos embriaga de ideas que han de ser corroboradas con la aquiescencia de quienes vuelven con sus dones más preciados. No sintamos que las voluntades se han de quedar en otros límites. Hemos de preferir las conclusiones por encima de los callados elementos que son sabiduría sin conexiones. Las aplicaciones nos deben servir para adecuar las necesidades a las dimensiones de cuanto nos adivina algunas de las buenas intenciones. Salgamos de la complicación que nos parece permanente.
Las insinuaciones no nos sirven para el cometido de cordura templada que hemos de buscar. Las diferencias nos han de regalar el entusiasmo de volver a empezar ante cualquier fallo y/o error. Las verdaderas dimensiones nos llenan de creencias y de cuestiones que somos capaces de constatar desde la experiencia cotidiana. No libremos batallas que sólo generan distancias. Hemos de calcular lo que somos, lo que nos gusta, lo que nos resalta buenas soluciones ante lo que nos devuelve a esos mundos de dificultades varias, que no son ni buenas ni malas. Todo depende del uso que hagamos de ellas. Claro que sí. El intento constante nos ha de preparar para ir y venir, para superar incluso los fracasos, para dar con esa tónica constructiva que empareja y justifica todo.

UNIVERSIDAD DE MURCIA