Memorias comunicativas

Juan Tomás Frutos

 

Hagamos acopio de los mensajes que nos lanza la memoria, que nos rescata recurrentemente. Desgastamos los pies esperando milagros que nos conduzcan por caminos que esperan en el punto, donde el traslado puede ser inminente. Nos aguardan las caricias con los tonos de amores intensos. No sabemos ese porqué que nos llena de un cierto orgullo por lo que pudo ser y no fue. Nos quedamos en un nuevo comienzo que nos traslada hacia donde la vida nos oculta su peor cara, que, en todo caso, hemos de mejorar.
Los comentarios de nuestros corazones nos llevan por dudas que nos ensalzan los motivos que fueron trances en otros desvelos. Hemos cuajado la existencia con un afán de superación. Nos tendremos con ese dolor que nos sacará de las sendas de otras trayectorias que fueron gozos en los tediosos momentos de la libertad que no ha sido justificada lo suficientemente. Merece la pena el esfuerzo de explicación y de defensa de una aguerrida afición por la paz.

Nos hemos intentado quedar en esa esquina que es amor por el defendido momento de una relajación sincera. Hagamos con honor lo que con honor aparece en un instante medio apasionado. Las certidumbres no lo son tanto cuando las amatorias caricias nos incluyen en la realización de catálogos que ni abrimos. Hemos amamantado situaciones que hemos de despejar con sus incógnitas maleadas.

Las versiones de otras etapas nos influyen con sus mercados e historias. Las islas se quedan sin puntos de cabotaje y de anclaje. Hemos olvidado los favores de aquellos momentos vencidos por el hastío y la memoria que no es. Las conclusiones nos ofertan cambios, muchos cambios, todos los de ese universo que discurre con un clamor por la paz.

Ganamos en responsabilidad con términos que nos dan derechos que son funciones en los casos menos apetecidos. Singularizamos los destellos que son paces en los comienzos que nos condenaron a perpetuidad. Hemos simpatizado con multitud de charlas nada convencionales. Nos hemos animado con unos clasicismos que nos disponen los papeles de las memorias. Ganaremos sin ganar, sin estar solos, que no queremos estarlo. Quedan estas sugerencias, y otras que daremos más adelante. De momento confiemos en la memoria y en optimizar aquello que hemos hallado más positivo.

El presidente del TSJ explica en la Universidad de Murcia los retos del jurista del siglo XXI

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Juan Martínez Moya, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Murcia, ofreció hoy una conferencia a los alumnos que inician la carrera de Derecho sobre los retos y las características que a su entender deber reunir el jurista del siglo XXI.

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Las universidades de Murcia y Cartagena inauguran el curso de forma conjunta por primera vez en su historia

Un momento de la ceremonia de apertura del curso universitario 2010-2011
El pasado viernes, día 17 de septiembre, se celebró el acto de apertura del Curso Académico 2010-2011 de las Universidades públicas de la Región de Murcia, un acto que celebraban de forma conjunta, por primera vez en su historia, las Universidades de Murcia y Cartagena.
    Tras la lectura de la Memoria Académica del Curso 2009-2010 y la investidura de los nuevos profesores, el profesor y ex Defensor del Universitario Agustín Miñana recibía el premio “José Loustau al Espíritu Universitario y Valores Humanos.”.
 
 

Un curso de la Universidad del Mar abordará el delito fiscal

El curso se celebrará en la Casa Huerto Ruano de Lorca.
“Nuevos desafíos ante la competencia fiscal perniciosa” es el título del curso de la Universidad Internacional del Mar que se desarrollará entre el 20 y el 22 de septiembre en Lorca

El curso, dirigido por la profesora de la Universidad de Murcia Gloria Alarcón García y por José María Labeaga Azcona, Director del Instituto de Estudios Fistales del Ministerio de Economía y Hacienda y Catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la UNED, pretende abordar los desafíos que plantea la competencia fiscal perniciosa, tanto en el ámbito de la economía mundial como en el de la economía nacional.

Un programa del Centro de Medicina del Deporte intenta promover un estilo de vida más saludable entre los universitarios

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“Activa-T” es el nombre del nuevo programa auspiciado por el Centro de Medicina del Deporte de la Universidad de Murcia  con el que sus responsables intentan promover un estilo de vida más saludable entre los universitarios.
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Comunicación fácil y sencilla

Juan Tomás Frutos

 

Lo simple, lo sencillo, lo que no es complejo ayuda a que la comunicación funcione bastante mejor. Utilicemos las sonrisas, el buen humor, el contento, para comunicar estados de ánimo de pura corrección, de empatías que nos llevarán donde el todo sea el regocijo máximo con el que buscar y pretender, y consolidar, la plenitud que nos rodea. Tengamos la fiesta en esa paz que nos saca de una nube que antes pudo ser pequeña, pero que, cuando no la afrontamos, se hace muy grande, quizá en exceso. Midamos las fuerzas y no dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy.
Nos conformamos cada día con las prisas que nos hacen corregir los términos que aguardan con unas bromas que serán voluntades en el vacío. No sesguemos las preferencias, que han de anunciar los pasos con los que nos moveremos un día y otro. Las ideas han de figurar en los pasatiempos más mediáticos, en los frentes de nubes altas, en los extraordinarios planteamientos que han de arreglar los pasatiempos con más minutos de los desmenuzados en otros instantes.

Hagamos que los aspectos cromáticos tengan las singularidades de aquellos que nos pretenden con las voluntades que enfadan, con las cautelas que son preferentes dichas en lugares de tranquilidades más o menos cordiales. No premeditemos los escenarios. No es bueno que todo se calcule. Si acaso primero en aspectos mínimos, y luego en el todo, nos hemos de preferir con insistentes dificultades, que nos pondrán en nuestro sitio más o menos ideal.

No demos los tantos con consultorías que no aplicamos. Las energías se han de traducir en las mejores transformaciones posibles, sacando tiempo para esa bondad que nos ha de alimentar con intenciones no descompensadas. Nos alegramos cuando las cosas salen bien, y por ello hemos de buscar que sea el caso para todos, y no sólo para nosotros. Nos podemos poner en ese sitio que nos prefiere con sus indicaciones más lustrosas. Nos hemos de enamorar cada día de cuanto hacemos, de cómo lo realizamos, de lo que vemos en la noria de una vida que posee imágenes que hemos de saber interpretar con el debido contexto.

Lo fácil ha de manifestarse como tal, y lo dificultoso ha de mostrarse con un poco de sencillez, que contribuye, indudablemente, a que las versiones no sean tan aparatosas. Nos hemos atribuido tiempos y espacios que no son lo que eran, que no lo serán, pero que han de servir para que haya trechos mejores y mejorables y para que las sensaciones agradables llenen de buena subjetividad lo que habría de ser objetivo. Las sonrisas, no lo olvidemos, comunican, siempre comunican. Además, dan placer y alegría, que son síntomas y acicates para que las relaciones sean estupendas.

Justificaciones positivas y acuerdos

Juan Tomás Frutos

 

Los acuerdos desde premisas en positivo tienen más garantías de éxito y de continuidad. Simpatizamos con menesteres que nos hacen aglutinar las experiencias más lustrosas. Tendremos que salir con un bienestar medio eterno. La ilusión es compartida por razones que no siempre atendemos desde el ansia de un bienestar medio modificado. Hemos avisado de posiciones que nos harán seguir como si tal cosa. Nos consentimos. Aplicamos remedios de sensaciones en corto que nos procuran señales de algunas apariencias con sus toques medio serenos.
No digamos que estamos listos cuando no lo estamos, y apliquemos un tanto de sensatez a lo que puede ser directriz en el ejercicio de una voluntad medio querida. Relatemos lo bueno y lo malo con unos consejos que nos lleven donde las aportaciones sean consecuentes con las posibilidades que nos irán diciendo qué hacer y qué no.

Nos hemos de subir al podio de las dichas que nos presentan los instantes apasionados con unos toques de puros algodones que nos nublan las vistas en los momentos más inciertos. Tendremos que ir un poco más allá de lo que nos indican quienes vienen con “soniquetes” que requieren los planes, en unos actos de mera necesidad, con sus dedicatorias más variadas.

Sumemos. Tratemos de unir los cabos que nos pueden dar las coherencias más formales. Cubramos los expedientes de unas maravillas con sacos que nos insisten con sus toques medio maestros. Las dignidades nos han de aplaudir con sus diferencias y semejanzas. Tendremos que ir donde el todo es la parte que no terminamos de comprender. No podemos ejercer sin dar con los roces maestros en los que aprendemos mientras enseñamos. La vida es maravillosa.

No vamos a quedarnos en ese estadio de la inacción que a nada conduce. Hagamos el esfuerzo de soñar con lo que nos viene dado. Las existencias marchitas nos producen cambios con los que hemos de viajar rumbo al infinito de un amor que nos ha de encarecer los instantes con sus apuestas más estupendas. Nos tenemos que hablar en cuanto pueda ser. Ejerzamos con separaciones que han de ser supremas, pues, más tarde, nos portarán donde el cariño será el todo.

No dejemos que las cosas sencillamente ocurran. Hagamos caso a ese corazón que nos agota. No neguemos las implicaciones de unas frecuentes miradas que nos conducen serenamente hacia la levedad de varios seres, entre ellos nosotros mismos. No litiguemos. No merece la pena el conflicto, por muchas justificaciones que le anoten. Busquemos el consenso. Lo bueno, las visiones más óptimas, contribuyen a que haya una continuidad y una longevidad de estos actos, de los que todos, sin duda, nos beneficiamos.

Fraguar las ilusiones cada día

Juan Tomás Frutos

 

Hemos de ponernos deberes en lo colectivo y en lo individual. No puede ser de otro modo. Me siento frágil en esta comunicación amorosa que me vierte hacia ese lado que se me antoja desconocido. Hemos divisado algunas caricias que se marchan en momentos ya sin fuerzas anteriores. Quedan las claves con las que agarrar ese destino que nos ha de complacer con sumos gustos prevenidos.  Juntamos piezas y somos con ese pronóstico que nos ha de señalar los justos motivos de un aprendizaje comprometido. No nos vemos con la placidez de siempre. Quizá no existimos como pensamos.
Quedan muchas preguntas. No paremos. Seamos. Nos hemos de plantear algunas actuaciones con las que incrementar nuestro ritmo. Pasemos por esos espacios que fueron presunciones sin inocencias variables. Nos ocultamos tras un destino que nos atañe con sus prestaciones no periódicas. Nos quedamos en otro linaje, con sus frustraciones, con ese todo que nos define de cualquier modo.
Vayamos a tratar de entender cuanto ocurre, que ha de ser fruto de las maravillas más interesantes. Marchemos lejos para ver y para conocer. No seamos insensatos en las actividades que otros nos mencionan como gratificaciones especiales con las que liderar los espacios de momentos fugaces y de etapas consideradas con toda la buena intención del mundo.
Las consultas nos llegan. Advertimos los instantes con los que nos apreciamos como parte de una empatía maravillosa. Nos agazapamos en las constantes advertencias que nos hacen recorrer los enclaves comunicativos. Olvidamos lo que pueden ser objetivos loables. No supongamos porque sí. Las cuestiones han de ser eternamente formuladas para llegar a alguna situación de consenso, que siempre es bueno.
No estabilicemos los intentos de riesgo que, aunque mínimos, siempre han de aparecer, que han de existir con vacilaciones relativas. Las cautivas singularidades nos han de soslayar con olvidos estupendos. Vayamos a considerar los más cortos segundos con sus estudiadas prestaciones. Convenzamos a nuestros aspectos interiores con las agudezas de otras eras aprendidas desde el linaje de una afición diferente.
Hemos subido el tono de algunas suspicacias con las aventuras de unos corazones rotos por los destinos que nos parecieron universales. No estamos en la edad del conocimiento en varias direcciones. Ahora toca una, y solo una. Las sorpresas deben contribuir para que todo vaya por los carriles que nos hemos diseñado. La vida está donde debe, y debe estar con nuestras necesidades y con nuestros afanes sin olvidar los entusiasmos con las que crecimos y nos hicimos mayores. Pongamos el pie en ese acelerador que, sin demasiada velocidad, nos ha de ubicar donde estuvieron nuestros más queridos sueños, con los que, igualmente, hemos de comunicar. No olvidemos las ilusiones. Las podemos y debemos hacer realidad todos los días, o, cuando menos, hemos de fraguarlas en su intento.

Pronósticos comunicativos

Juan Tomás Frutos

 

Hagamos que se serenen las vidas propias y del entorno. Consigamos que las buenas previsiones se cumplan, y ello gracias a la comunicación, que no ha de cesar. Nos emparentamos con las gracias de siempre, con las que nos nutrieron en las experiencias que quedaron en una especie de sueños que no terminamos de ver. Nos implicamos en las invenciones de unas caricias que nos llevan por todas partes. Hemos averiguado los motivos ciertos, y todos aquellos que nos hacen divertirnos con las consecuencias de unas causas con sus toques de atención. Hemos abarcado algunos espacios en los que aprender ha sido algo más que una necesidad. Sigamos las claves.
Suponemos que podemos, que estamos en ese tramo de las consecuencias más nobles, y nos insistimos con las construcciones más sólidas. No dejemos en el abandono lo que ha de ser un recurso extraordinario para viajar por las montañas sin magia pero que dan un sentido a nuestras vidas. Hemos consultado los corazones con suspiros que no se marchitan, y tendemos hacia un destino que averigua todo cuanto somos. Adiestramos cada criterio con una solución que nos proponga mudanzas simples.
Nos comunicamos con esencias nobles que transforman los eventos hasta hacerlos, casi todos, positivos. La actitud hace mucho. Hemos solventado muchas vacilaciones, y ya nos contemplamos como parte de las consultas que nos hacen diferenciar muchas magnificencias. Nos controlamos mínimamente con unas valientes pugnas de aprendizaje calmado y pacífico. No podremos dejar en otras caras lo que nos consolidó como buenos amigos. Nos defendemos lo mejor que podemos en la idea de ayudarnos, de ser con los otros, con los que nos quieren, que nos aplauden, que han de ser la mayoría. Sembremos para recoger.
Las simpatías contribuyen a hacer más llano un terreno que nos aclama con sus métodos sin claras certezas. Nos tendremos en lo único, en lo más llano, en lo que nos quita las confusiones para otorgarnos aquellas fortalezas que nos conduzcan por sus pretensiones menos vacías. Vayamos donde podamos ser con unas piezas que nos juntarán más o menos en nuestros gustos, saliendo de las vacilaciones que nos provocan. Hemos sugerido recursos con sus dones más espléndidos. Nos realizaremos como personas, como amigos, en las directrices que nos propulsan hacia una levedad que es, que será, que seguramente fue.
Aprendemos de las sonrisas que nos depara el destino, que hoy nos une a las travesuras de una infancia en la que fue todo aprendizaje. No postulemos por recetas que nos han de preferir con sus dunas y sus soles intensos. Estaremos en el pronóstico, y también en los resultados de una solución que ofertará graciosamente una continuidad bella y extraordinaria. Ya veremos. Las vertebraciones cotidianas nos han de presentar sus vértices más limados, sus mejores actitudes, sus comunicaciones más genuinas.

La Universidad de Murcia celebró una jornada sobre las tecnologías de la información y la comunicación

Jornadas TIC

Las últimas innovaciones en el campo de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) ha sido el objeto de estudio de la jornada que ha organizado hoy la Universidad de Murcia en la Facultad de Informática, en el campus de Espinardo.

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UNIVERSIDAD DE MURCIA