Ocupemos la vida

Juan Tomás Frutos

 

Resolvamos cuanto vemos en este negociado que se llama vida, y tratemos que el negocio no lo sea tanto en lo económico como en la voluntad de mejorías y de cambios para dar con las soluciones de la sociedad a lo que nos merece la pena, que es mucho.

Tengamos grados y escalones para asumir las destrezas de las existencias que nos vienen con parámetros sin suspensiones de la notoriedad con la que hemos de trabajar un día y otro.

Sepamos por dónde marchan las motivaciones que nos alegran las jornadas que pueden ser, o podrían ser, rutinarias. Ascendamos por las veredas que nos trasladan a la dicha sencilla y perenne. Busquemos lo rutilante en lo que nos puede brindar la vida desde las ansias contenidas.

Todo llega si sabemos esperar. No es cuestión de prisas. Hagamos el intento cuando sea menester, pero sin asperezas ni locuras. Lo colectivo ha de traspasar las fronteras de la inacción.

Cuajemos esas faenas que tienen que ver con la Humanidad, con sus valores, con las potencialidades con las que debemos trabajar. Ocupemos la vida en el mejor de los sentidos.

Antonio Tabucchi, autor de ‘Sostiene Pereira': “Los personajes acaban por semejarse a su autor”

 

Fue en Abril de 2008 cuando el escritor Antonio Tabucchi, aprovechando  una estancia en Murcia para participar en unas jornadas tituladas ‘Antonio  Tabucchi: reflejos de un escritor’, organizadas por el profesor de la  Universidad de Murcia Pedro Luis Ladrón de Guevara para la Fundación  Cajamurcia.

Tabucchi observó una revista Campus en papel -‘una  revista bella, muy bella’, aseguró remarcando la doble ele italiana  mientras la hojeaba-. En las estancias del hotel en el que se alojaba, el autor dio muestras a Pascual Vera de su carácter irónico y, tras una larga conversación que incluyó varios cigarros en la puerta del hotel, el autor se marchó a su estancia con la publicación bajo el brazo.

Cuatro años después nos llega la triste noticia de su fallecimiento, y Campus desempolva la vieja entrevista como homenaje al reconocido escritor.  Sigue leyendo Antonio Tabucchi, autor de ‘Sostiene Pereira': “Los personajes acaban por semejarse a su autor”

No tengamos miedo a vivir

Juan Tomás Frutos

 

Viajemos con ese equipaje de suficiencias que nos deben llevar al principio más estimulante.

No fallemos en las apreciaciones, y, si lo hacemos, procuremos corregir el rumbo. Todo está pendiente de hacer.

Nos hemos de poner en el sitio adecuado, intentando que las cuestiones básicas tengan los necesarios nutrientes para no quedarse sin combustible en los momentos más complejos.

Nos hemos de dar calidad y calor en las travesías y en los procesos con los que crecemos constantemente. Nos hemos de apurar en lo que nos merece la pena como sociedad.

No tengamos miedo de vivir. Hagamos que las funcionalidades nos lleven a ese punto de retorno en grado de conquistas llamadas a la cooperación para el éxito societario. Dispongamos amor, que no falte, y ya veremos como florece por doquier.

Empezar todos los días

Juan Tomás Frutos

 

Gestionemos el tiempo pensando en milagros que se podrán suceder en un momento determinado. Sepamos lo que sucede y los motivos. Hagamos caso al corazón.

No determinemos lo imposible, aunque hagamos el esfuerzo porque y para que ocurra. Nos hemos de llamar amigos desde todos los ángulos. No apostemos desde la inutilidad.

Supongamos las opciones y hagamos que, en su desarrollo, mejoren. No provoquemos el fracaso sin intentar aquello en lo que creemos.

La postura ha de ser la defensa societaria. El conjunto ha de estar por encima de lo individual. No nos quedemos en la parte de atrás de las sugerentes soluciones.

Vivamos las cuestiones cruciales como ese sustento que nos debe dar hasta el oxígeno que respiramos. Apoyemos los razonamientos con experiencias sustanciales. No faltemos a las citas del riesgo, pero que éstas no sean tampoco una constante.

Nos debemos querer por encima de todo. Nos hemos de complementar. El amor no ha de buscar complementos o compatibilidades, sino verdaderas estimaciones, sin más, sin puntos finales o conclusos. Hemos de aspirar a poder empezar todos los días desde una cierta ingenuidad.

Probemos suerte

Juan Tomás Frutos

 

Gustemos de los buenos propósitos sabiendo que es una fortuna tener amigos y contribuir a que nos lo demuestren.

Hagamos caso a la intuición, que es una forma de inteligencia, que hemos combinar con la prudencia. Respetemos siempre el orden de las cosas.

No olvidemos el contexto con el que laboramos todos los días. Somos en la medida que comprendemos las circunstancias que nos condicionan.

Hemos de superar las pruebas que nos dan medidas, que nos implican en los criterios que nos aclaran cuanto podemos y debemos hacer. Tengamos coraje para no venirnos abajo cuando las travesías sean lentas y duras. De ellas también extraeremos un mensaje.

Conciliemos con los que nos acompañan cotidianamente en el trabajo, en el vecindario, en el estudio, en las promesas y en las conquistas y desdichas, que de todo hallamos y encontraremos.

Guardemos un poco de antídotos para nosotros y para los demás, y probemos la suerte. Un poco de riesgo siempre nos vitaliza. Estemos atentos y escuchemos los resultados de cuanto ocurre, de lo que hacemos.

Todos juntos somos poderosos

Juan Tomás Frutos

 

Curioseemos por ese destino que nos importa, que nos complace, que nos hace vivir en la noche misma de los tiempos que son, que están, que nos envuelven con sus perfiles suaves, que hemos de aprovechar con optimismo.

Nos hemos de transformar todos los días con ese empaque que nos debe dar ese empuje mayúsculo. No persigamos quimeras eternamente, y tampoco estemos en lo absoluto. Pensemos con una cierta referencia en el futuro, que llega con sus variables.

Respiremos hondamente cuando las circunstancias no sean todo lo propicias que anhelamos. No todo está en su punto cuando lo necesitamos, pero, sea como fuere, hemos de seguir adelante sin pavor y con determinación.

Averigüemos esos sentimientos que viajan por doquier sin detenerse para un análisis, e intentemos saber de nosotros mismos desde ópticas mesuradas. Hemos de conocernos en el planteamiento de máximos y de mínimos.

Vivamos en el amor sin tregua y sin condiciones, buscando que las soluciones nos vengan del entendimiento, del respeto y del aprendizaje. Todos juntos somos muy poderosos.

El lado emocional de la informática

Hoy en día las nuevas tecnologías son un elemento más de nuestras vidas y llama la atención que lo que vemos en la pantalla de nuestro ordenador está cuidadosamente diseñado para ser percibido de una manera y buscando acaparar la atención de quienes lo reciben en algunos puntos concretos.

Además, los sistemas informáticos son diseñados y utilizados por los seres humanos y el ser humano se caracteriza, entre otras cosas, por sus emociones. Así que, vayamos un poco más allá, ¿hasta qué punto las emociones influyen en la producción de software informático?

El lado emocional de la informática

Tengamos continuidad

Juan Tomás Frutos

 

Gustemos de lo que aprendemos en el afán de analizar y de comprender desde la mesura cuanto nos envuelve con mantas de regocijos superiores. Seamos extraordinarios en los menesteres, o en su intento.

Lo menor también es valioso. No lo olvidemos. Hemos de vivir el pronóstico sin reservas. Lo que fue ha de seguir la estela de la suficiencia.

Conformemos opiniones señeras y plurales en la pretensión de crecer juntos y en justicia. Nos hemos de procurar esos pequeños premios que nos ensalzan y nos dan vigor en el día a día. Los pequeños gestos sirven de mucho.

Hablemos de la intrahistoria, de lo que nos invita a expresar soluciones en un mundo lleno de locura, que nos ha de avisar para sobrellevar los cansancios y los hastíos, de distintos orígenes.

Equipemos la vida de modo conveniente para no desgranar el trigo que recogemos para nada. Llenemos los corazones de entusiasmo para que no nos falte lo esencial. Hagamos que los tonos adquieran buenos tintes, de esos que quedan para el día de mañana. Tengamos continuidad.

Todo por hacer

Juan Tomás Frutos

 

Tomemos referencias con las que crecer en el día a día sin tomar en consideración más de lo necesario. Las cuentas han de salir procurando que la existencia consiga sus oportunos reflejos.

Tengamos a mano las palabras que hemos de disponer para que nos sintamos parte de la tripulación de ese barco que nos ha de permitir excelentes paseos y conocimientos de puertos extraordinarios con los que nos uniremos a las causas más nobles.

Tratemos de amar con y como una actitud que nos ennoblece y que nos repercute en positivo. Las ilusiones nos han de llevar por las sendas más amables.

Hemos de superar los pequeños y los grandes obstáculos que vayan surgiendo en los diferentes trayectos. Avisemos a quienes nos pueden ayudar, y ayudemos al prójimo con las claridades de los mejores eventos, con los que hemos de allanar los diferentes caminos.

Compartamos libertades sin poner demasiadas etiquetas. Curioseemos por los lares que nos deben distinguir con términos que se convertirán en inicios donde sea necesario. Desayunemos en la paz de unos ancestros que nos deben destacar las consideraciones más divinas para hacerlas igualmente más humanas. Todo está por hacer, todo es lo que hacemos.

UNIVERSIDAD DE MURCIA