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Mª Ángeles Esteban Abad, Vicerrectora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Murcia: “El Programa Erasmus contribuye a fortalecer la ciudadanía europea”

El vigésimo aniversario del programa Erasmus, celebrado recientemente en la Universidad de Murcia con diversos actos, ha puesto de relieve la importancia de este programa de intercambio que permite la movilidad de cientos de miles de universitarios europeos. Mª Ángeles Esteban Abad estuvo entre aquellos primeros universitarios que hicieron uso del programa en sus inicios. Ahora, veinte años después, habla del programa como Vicerrectora de Relaciones Internacionales de la Universidad de Murcia, uno de los centros europeos que ha demostrado una mayor predilección por este programa.

-Pregunta: La movilidad estudiantil universitaria actual no tiene nada que ver con la que existía en los comienzos del programa Erasmus. ¿Qué factores han influido para que la mentalidad de los universitarios haya cambiado en las últimas dos décadas?

-Respuesta: Yo creo que la movilidad estudiantil universitaria actual sí que tiene bastante que ver con la que existía en los comienzos del programa. Lo que ocurre es que han pasado ya 20 años y en ese tiempo España, Europa y sus ciudadanos han sufrido cambios muy profundos.

Durante los primeros años del programa lo que ocurría era que no se tenían apenas referencias de los éxitos o bondades del programa Erasmus y para las universidades era todo un reto acoger no sólo en las aulas, sino en todas sus posibilidades (alojamiento, instalaciones deportivas, trabajo a tiempo parcial, etc.) a alumnos extranjeros.

Poco a poco las universidades fueron aprendiendo a trabajar con esos alumnos y/o profesores, aparecieron oficinas de relaciones internacionales, centros de idiomas, etc.

El alumno que se movía hace 20 años tenía los mismos retos que el alumno actual: ver si era capaz de desenvolverse en otro idioma y aprovechar su tiempo de estudio y conseguir un buen reconocimiento académico. En el tiempo libre (que es mucho al no tener compromisos familiares, de amistades, novio/a) pues, intentar hacer lo que hacen todos los jóvenes universitarios o no, pasarlo bien y, si se puede, hacer algo de turismo.

El universitario que decide salir hoy tiene muchísima más información de todo, de la universidad, del país y del programa Erasmus. A esto ha contribuido Internet, que se viaje mucho más que antes y que todo el que se va de Erasmus cuente su experiencia y diga que ha sido muy positiva y, seguramente, el mejor año de su vida. Cabe preguntarse ¿qué tiene Erasmus para que a todo el mundo le vaya bien?

– P: ¿Cómo afecta el tema de la movilidad universitaria al proceso de adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior?

-R: Con la movilidad, el alumno sufre lo que se denomina “la inmersión” en otro modelo educativo. En la mayoría de los casos el alumno estudia materias que podría cursar en la universidad de origen y, en menos ocasiones, estudia materias a las que no tendría acceso en caso de no marchar fuera de su universidad. Por ello, el alumno ve en primera persona a otro profesorado que puede seguir o no la misma metodología, visita otras instalaciones, usa otras infraestructuras e, inevitablemente, las compara con las de “su” universidad. Todo ello, es decir, el detectar cosas diferentes, probar cosas nuevas y compararlas con las ya conocidas va haciendo que el alumno tenga claro lo que le va gustando de un sistema y lo que no, va sacando conclusiones.

Yo creo que más o menos todo el mundo que ha salido pasa por las mismas fases, una de adaptación, otra de integración y otra de elaboración de conclusiones, como ya se ha comentado. Este proceso, que va calando en el estudiante, va haciendo que conozca varias realidades universitarias, que vea los parecidos, las diferencias, los aspectos positivos y los negativos y que, al final, tenga su propia opinión. Es obvio que este proceso sólo lo puede hacer el que conoce más de una realidad universitaria, y este proceso poco a poco consigue que el alumno se plantee nuevas maneras de hacer las cosas y crezca en él la necesidad de conocer nuevas realidades. Es muy frecuente que un alumno realice una primera salida sin estar incluso muy seguro de si va a ser una experiencia positiva o no y que repita varias veces.

Todo esto junto con el aprendizaje o perfeccionamiento de un segundo idioma y con el bagaje cultural y social que lleva aparejado vivir en otra ciudad o en otro país, sin duda contribuye enormemente a fortalecer la ciudadanía europea y a entender y apoyar la creación del Espacio Europeo de Educación Superior, ya que hace que la persona que sale a otro país se considere actor en ese espacio.

-P: La Universidad de Murcia ha sido una de las instituciones más involucradas en las celebraciones del XX aniversario del Programa Erasmus. Entre otras actividades se ha organizado una feria informativa, un concierto, y el rector ha descubierto una placa de reconocimiento. ¿Qué supone para la universidad este programa de movilidad?

El programa Erasmus es el mayor programa de movilidad académica del ámbito universitario y, eso mismo, es lo que supone el programa para la Universidad de Murcia.

En esta Universidad ha movilizado en sus 20 años de existencia a más personas que la suma de los demás programas de movilidad, pero con muchísima diferencia.

Alrededor de unos 4500 alumnos de la Universidad de Murcia han salido a estudiar fuera y han venido a estudiar en nuestra Universidad más de 6000. En cuanto a profesores podríamos decir que aproximadamente unos 2000 extranjeros han venido y casi se ha producido el mismo número de salidas de los profesores de nuestra Universidad.

-P: Cada vez son más los estudiantes europeos que eligen Murcia como destino Erasmus, ¿por qué cree que eligen esta universidad? ¿Qué les ofrece la institución académica?

-R: Los motivos para elegir la Universidad de Murcia pueden ser muy diversos pero en gran medida se debe a dos circunstancias:

La primera es que algún alumno de la Universidad de Murcia vaya a una universidad de destino, haga amistades, hable bien de su universidad y les despierte la curiosidad a los demás. Entonces empiezan a plantearse el aprender español y, al tener incluso un posible amigo en Murcia, se deciden y vienen.

La segunda, sería que algún alumno extranjero haya estado en la Universidad de Murcia y al volver, inevitablemente hable bien de la Universidad de Murcia y de Murcia. De la Universidad de Murcia como institución con buenas infraestructuras, con profesorado joven, y con un alto número de titulaciones ofertadas. De Murcia hablan bien por su excelente clima, por su tamaño medio que permite que se pueda recorrer caminando y por su gastronomía. A todo esto se suma que el carácter del murciano es hospitalario, acogedor y cercano y, cómo no, que estamos en el Mediterráneo.

-P: Siempre que se habla de Erasmus se piensa en estudiantes pero el programa también incluye un apartado específico para los profesores. Ahora que se menciona tanto la renovación de las metodologías docentes en concordancia con la adaptación al proceso de Convergencia Europea, ¿cómo cree que influirán en las experiencias docentes en las universidades europeas en la enseñanza que impartirán estos profesores?

-R: Yo creo que el profesor que sale a otra universidad pasa por las mismas fases que el alumno, pero de un modo mucho más acelerado. Quizás esa primera fase de adaptación y fase de integración son muchísimo más rápidas y casi todo el tiempo se encuentra en la que antes denominábamos elaboración de conclusiones.

El profesor universitario es un profesional con una gran capacidad de adaptación, vanguardista en el empleo de nuevas tecnologías de la información y en constante formación y renovación. Sin duda, pues, creo que las experiencias docentes que pueden aprender en universidades europeas redundarán en una mejor enseñanza en las universidades españolas y viceversa.

-P: España es uno de los países más reacio a la movilidad laboral, ¿cree que la experiencia que adquieren los erasmus incentivará que los profesionales españoles circulen por el territorio nacional y por Europa?

-R: Sin duda. Ya hemos comentado que las estadísticas indican que un alumno o un profesor que sale una vez, por regla general, lo vuelve a hacer.

Yo creo que un inconveniente grave que tenían los españoles hace unos años para desplazarse por Europa, además de las diferencias en el nivel de vida que existían, era que no se defendían en ningún otro idioma. Sinceramente, creo que hoy en día se valora el conocimiento de un idioma como un gran valor añadido a la formación universitaria del trabajador, lo que ha hecho que esta situación comience a cambiar.

Además, en el nuevo programa Erasmus se contempla la realización de prácticas en el extranjero, primer paso para que se llegue a la movilidad de trabajadores.

-P: Todos los estudiantes que han disfrutado de la beca creen que la dotación económica que ofrecen los organismos es escasa y que se entrega con retraso. La cuantía de la ayuda ronda una media de 150 € mensuales. Conociendo estos datos, ¿no resulta aún más destacable el esfuerzo que tienen que realizar los universitarios por estudiar en otros países.

-R: La beca Erasmus siempre ha sido más una beca académica que económica. Efectivamente, la cuantía era baja en sus inicios, lo que hizo que las universidades, el propio MEC, las Comunidades Autónomas y ciertas entidades bancarias aunaran esfuerzos para conseguir incrementar las becas con el fin de que más alumnos pudiesen beneficiarse del programa.

La Universidad de Murcia, hizo esto mismo, consiguiendo que sus alumnos marcharan con una de las becas más altas de toda España, con aproximadamente 250 €/mes.

Este nuevo Erasmus que comenzamos en el 2007 lleva aparejado un fuerte incremento económico, tanto por parte de la Comisión Europea como por parte del MEC, ya que se pretende incrementar en gran manera el número de intercambios y evitar que se queden alumnos sin participar en el programa exclusivamente por problemas económicos.

Conviene destacar que el alumno va a estudiar a otra Universidad, y que las Universidades ponen a su alcance residencias, comedores, bibliotecas, bonos de transporte, instalaciones deportivas, etc. Que están subvencionados por los gobiernos nacionales o regionales y que hace que el coste de la vida estudiantil sea menor que el de un ciudadano de a pie.

-P: Ahora el MEC anuncia que reforzará la financiación y habrá más becas. El expresidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, también prevé que, en un futuro, la experiencia universitaria en un país europeo llegará a ser un periodo obligatorio que formará parte de su aprendizaje. ¿Cómo valora esta propuesta?

-R: Que el MEC refuerce las becas Erasmus es un claro indicador de que apuesta firmemente por el ya consolidado programa Erasmus. La iniciativa de Prodi de intentar conseguir que la experiencia universitaria en un país europeo llegue a ser obligatoria la valoro muy positivamente. Lógicamente, para poder desarrollar iniciativas de este tipo hay que articular un sistema de ayudas y becas que lo hagan viable. Pero estoy convencida de que para la formación de un universitario es vital tener una experiencia internacional y, si es posible, además otra empresarial mediante la realización de prácticas. Creo que son las dos experiencias que más pueden contribuir a que un joven titulado universitario acceda, sin mayores problemas, al mercado laboral.