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María Dueñas, un año entre costuras: “Mi gran satisfacción es que han sido los lectores los artífices del éxito de mi novela”.

La escritora María Dueñas en la fachada de su centro, la Facultad de Letras.“Desde el Gabinete de Prensa de la Universidad de Murcia, hasta El País, el trato con los medios siempre ha sido cálido y cercano”.
 
La autora celebró en la facultad de Letras el primer aniversario de su novela, que ya lleva vendidos 375.000 ejemplares
    Su novela “El tiempo entre costuras”, su bautismo literario, se ha encaramado a los primeros puestos de ventas en todo el país. Un éxito que ha sorprendido a todos, empezando por la propia autora, María Dueñas, que confiesa sentir una alegría especial con cada nueva edición.
Hace un año nadie habría osado vaticinar que se convertiría en un auténtico éxito de ventas, un éxito cimentado en la fidelidad y el entusiasmo de unos lectores que han caído fascinados por una historia ambientada en Tetuán, capital del Protectorado Español de Marruecos, durante la contienda civil de nuestro país. Se trata de un escenario ignorado por nuestra narrativa, que ella ha sabido poner sobre el tapete con intensidad en una obra en la que se dan cita pasión, romanticismo y aventura, en una mezcolanza que ha entusiasmado a miles de lectores, y en la que los personajes de ficción se alternan con otros reales en un escenario conocido de sobra por María a través de su familia.
El éxito le ha impedido trabajar en una nueva novela que ronda por su cabeza desde hace meses. Durante el último año, María Dueñas ha sido unos de los personajes más mediáticos de la cultura española. Pero su vida sigue siendo esencialmente la misma: apegada a su familia y obligada a compatibilizar la atención a la prensa con sus labores como profesora en la facultad de Letras de la Universidad de Murcia con su constante aparición en los medios de comunicación, que han reclamado insistentemente su presencia.
375.000 ejemplares vendidos hasta la fecha, le han encaramado a los más alto en los puestos de ventas, una cifra mareante e inesperada, aunque para la escritora, la alegría más grande proviene de la excelente acogida que ha tenido entre unos lectores que se han convertido en los mejores embajadores de las excelencias de la novela.
El pasado viernes día 25 de junio, su facultad, la facultad de Letras de la Universidad de Murcia fue testigo de una multitudinaria celebración y de un hasta la vista: la conmemoración junto a amigos y compañeros, del primer aniversario de la “El tiempo entre costuras”, la novela que ha hecho entrar a María Dueñas por la puerta grande de la literatura, y el adiós momentáneo de esta profesora, que, durante los próximos dos años, abandonará las aulas universitarias para dedicarse exclusivamente a su labor de escritora.María Dueñas, en la facultad de Letras.
-Pregunta: Un año ya desde que su libro vio la luz ¿le ha dado tiempo a pellizcarse y comprobar que lo suyo no es un sueño?
-Respuesta: Todavía no tengo suficiente perspectiva. Es como si estuviera metida en una centrifugadora. Pero sí, sí me ha dado tiempo. Ha sido todo un año, no es algo que se haya producido de repente, sino que ha sido progresivo, y me ha dado tiempo a darme cuenta de cómo iban las cosas. Y a disfrutar también de los acontecimientos.

-P: Pero estos resultados eran algo impensable en junio de 2009, cuando empezó su novela “El tiempo entre costuras” carrera editorial.
-R: Por supuesto. En mi caso no se puede hablar ni siquiera de sueño, porque nunca pensé que podría suceder nada como esto que ha ocurrido. Ya estaba encantada con el simple hecho de saber que me lo iban a publicar, con una tirada muy modesta. Todo lo que ha venido después ha sido un regalo, una auténtica sorpresa que no esperaba.

-P: Me comentaba Diego Marín, uno de los hombres que más sabe de libros del mundo, que el suyo se ha vendido de la mejor manera que tiene una publicación de ascender en las ventas: poco a poco, por el boca a oreja entre sus lectores, que se han convertido en los mejores embajadores de su novela.
-R: Esa es mi gran satisfacción: que han sido los lectores los artífices de este éxito. Poco a poco fueron sucediéndose las ediciones, comenzando desde tiradas muy modestas. La primera fueron 3.000 ejemplares, después, a partir de la octava empezó a superar los 10.000, luego 20.000, 40.000… La última creo que han sido 75.000 ejemplares. Todo eso partiendo de la nada. Y la mayor parte de esta escalada ha sido gracias a los lectores. Aunque también debo reconocer que los medios se han portado de maravilla, lo mismo que la crítica y los libreros.

-P: Afirma que para usted, cada edición es una alegría. Después de más de un año y más de una veintena de ediciones ¿continúa siendo una alegría?
-R: Sí, cada una continúa siendo una alegría.

María Dueñas en su despacho de la Facultad de Letras.-P: Su naturalidad y su atipicidad en sus relaciones con los medios de comunicación han triunfado en todos sitios ¿Es consciente de lo bien que ha caído a la prensa?
-R: Lo que sí sé es que intento ser todo lo asequible que puedo. Por mí y por los medios mismos, pero es cierto que todos me han tratado con mucho cariño, con mucha cordialidad, con mucha simpatía… Pero han sido así desde el principio, primero exclusivamente con medios regionales, y después, ya con periódicos y medios nacionales, cada vez de mayor difusión, empezando por el Gabinete de Prensa de la propia Universidad de Murcia, hasta acabar en la contraportada del periódico El País de hace unos días. El trato siempre ha sido cálido y cercano.

-P: Algo inusual si tenemos en cuenta de que usted es una recién llegada.
-R: Una advenediza –dice riendo-

-P: Eso lo dice usted exclusivamente. Está claro que una persona que ha demostrado un dominio de la narrativa para enamorar a cientos de miles de lectores y a numerosos críticos, no puede ser una advenediza. Pero es cierto que usted es una recién llegada al mundo literario, y lo normal es que los medios se vuelquen con escritores más veteranos y conocidos, pero es muy inusual que lo hagan con una primeriza en el mundo de las letras.
-R: Me llaman de todo: debutante, primeriza…, lo de advenediza sólo lo digo yo, en broma. Pero me encanta lo de debutante, porque suena al primer baile, como si ahora me pusiera de largo… Es cierto, resulta algo extraño que alguien como yo, que no conozco a nadie en este mundo, y que vengo de un entorno totalmente ajeno, adquiera de pronto este protagonismo.

Un momento de la entrevista.-P: Pero no sólo entre los lectores y entre los medios de comunicación, también los críticos la han tratado muy bien, empezando por aquella crítica tan favorable que le hizo Sánchez Dragó en los comienzos. No es normal que confluyan las opiniones de la crítica y de los lectores.
-R: La crítica de Dragó fue uno de los espaldarazos para mi libro, y además fue una de las primeras. Las ediciones iban a muy buen ritmo, pero la novela no había dado un salto importante en cuanto a ventas, el auténtico despegue fue a raíz de lo que publicó Sánchez Dragó. Él me había invitado a su programa “Las noches blancas”, en Telemadrid. Cuando acabó el programa me comentó que al día siguiente salía una crítica suya sobre mi novela en el diario El Mundo. La había escrito antes de conocerme. Y se trata de una crítica preciosa, muy cariñosa, entrañable. Para mí supone un orgullo y un honor, que alguien con su trayectoria escribiera algo así sobre una obra mía. Es un grandísimo lector, y sabe de lo que habla.

-P: ¿Y que le parece esa confluencia de la que le hablaba?.
-R: Para mí ha sido muy gratificante. Todos sabemos de grandes autores muy elogiados por la crítica pero que no llegan al gran público. O al revés, autores muy leídos y denostados por la crítica, pero en mi caso se han cumplido las dos cosas, y eso ha sido una causa de profundísima alegría.

Un escenario familiar

-P: ¿Qué le llevó a escribir “El tiempo entre costuras”?
-R: Por razones familiares yo quería recuperar el escenario del antiguo Protectorado Español en Marruecos. Mi abuelo llegó allí a comienzos de los años 20. Era topógrafo, funcionario de Obras Públicas y trabajaba en proyectos de carreteras. Cuando se casó, mi abuela acudió allí y tuvieron una familia. Mi madre fue la quinta hija de aquel matrimonio. Todos los hermanos eran tetuaníes, y allí vivieron hasta el año 58, dos años después de la independencia de Marruecos. Entonces se vinieron mis abuelos, y mi madre con ellos. Ella no había vivido nunca en España.

-P: En cierto modo, recuperó un ambiente familiar.
-R: Yo había tenido la evocación de aquel momento histórico y de aquel contexto geográfico desde que nací, y me parecía que merecía la pena recuperarlo, que había un gran desconocimiento en la memoria colectiva de los españoles sobre aquella realidad, a pesar de que fueron 44 años el período que duró y de tenerlo aquí al lado. Un gran desconocimiento y un gran hueco sobre el tema en la literatura. Lo único que había escrito era sobre el período anterior, sobre todo sobre cuestiones bélicas, escritores como Ramón J. Sender, o Arturo Barea en “La forja de un rebelde”, pero no existía narrativa sobre la vida civil de los españoles, sobre cómo vivía una sociedad compuesta por cientos de miles de españoles. Y no solamente militares, como muchos creen, había mucha otra gente. Y eso estaba ahí, sin que nadie lo hubiera tocado nunca, y yo era, en cierto modo, afortunada, en el sentido de que tenía toda esa información de primera mano, y dentro de mi propio contexto. De ahí arranca mi interés. Luego empecé a documentarme, a investigar. Creé el escenario histórico, con sus personajes reales que rescato y que introduzco en la novela, y sobre eso construí la novela.

maria dueñas durante la entrevista 8-P: Junto a una mayoría de personajes de ficción, en la novela aparecen personajes históricos, como el coronel Juan Luis Beigbeder y su amante, Rosalinda Fox, ¿qué le atrajo de estos personajes? ¿Cómo se documentó para escribir sobre ellos?
-R: Estuve tres o cuatro meses documentándome, tejiendo la hoja de ruta de la novela. Después, a medida que escribía, seguí investigando. He logrado recoger mucha información histórica, pero he intentado exponerla de manera asequible. Por fascinante que fuese el material que logré recopilar, no quería llevarlo todo a la obra, he intentado incluirla en la novela en pequeñas dosis y de manera literaria, para que al lector no se le haga cargante, y he recuperado personajes históricos que estaban caídos en el olvido y que a mí me parecieron fascinantes, los he hecho revivir en cierto modo, les he dado vida en mi novela.
El coronel Juan Luis Beigbeder es un personaje fascinante, con sus luces y con sus sombras. No he pretendido hacer de él un héroe, ni mitificarle, ni siquiera suavizar sus contradicciones, pero me parecía que era un personaje que valía la pena recuperar, que había caído en el olvido a pesar de haber tenido una vida de película, en lo personal, en lo privado, en lo oficial, en lo público…, en todos los ámbitos.

-P: ¿Y qué hay de María Dueñas en su libro?
-R: Nada. Todo es pura y rigurosa realidad documentada o bien pura y rigurosa ficción. Tan sólo la memoria del tiempo que vivió mi familia allí, pero no tiene nada que ver con su vida ni con la mía propia.

-P: La novela posee un ritmo muy ágil, en ella se dan cita multitud de temas y tramas que se entrecruzan, hay espionaje, pasión, romanticismo…¿Pensaba María Dueñas en el lector cuando escribía?
-R: Claro. Yo he sido costurera antes que fraile –de nuevo los símiles textiles, salen a relucir-: he sido lectora antes que escritora. Sé lo que me gusta y lo que no me gusta leer, lo que me lastra la lectura, lo que me fascina cuando estoy ante una novela y lo que me molesta, he intentado no ser cargante con lo histórico, que el discurso sea ágil…, he intentado aplicar las cosas que, como lectora, me gusta ver en los libros.

-P: ¿Cómo una profesora de universidad se decidió a crear una novela como “El tiempo entre costuras”, tan documentada, tan meditada y… de más de 600 páginas?
-R: La redacción me llevó un año.  En el año que estuve escribiendo tuve turno de tarde en mi facultad, con las clases concentradas en tres días, y tuve la suerte de que las asignaturas que daba las estaba impartiendo ya varios años, con lo que mi trabajo era bastante fluido. Por ello me fue relativamente fácil organizarme. Lo que hice es aprovechar las mañanas, los fines de semana, las vacaciones…, estuve todo ese tiempo abducida por la novela.

Serie televisiva
-P: Antena 3 va a llevar su novela a la pequeña pantalla ¿Cómo le sentó la noticia?
-R: Sabíamos, a través de mi agencia literaria, que había interés en llevar la novela a la televisión. Ellos se encargaron de todo, yo permanecí ajena. Recibimos propuestas de varias productoras, y optaron por Antena 3. He visto mucho entusiasmo en el proyecto, y pienso que lo harán bien, yo estoy muy contenta.-P: Entre los escritores adaptados al cine hay dos grandes tipos: los que se pliegan a lo marcado por el guionista y los que piden a toda costa que se respete la historia y los personajes ¿Eres consciente de que cine y literatura manejan dos lenguajes muy diferentes y de que, por tanto, tu Sira y los demás personajes de tu novela registrarán cambios importantes?
-R: Soy plenamente consciente de ello. Lo que sí me gustaría es tener al menos una pequeña voz para poder asegurarme de que no se desvirtúa al menos el espíritu de la novela. En cuanto a la forma, entiendo que habrá que realizar determinados ajustes, que algunos personajes ganarán peso y otros lo perderán. Pero me gustaría que fuesen respetuosos con el alma de la novela y con la visión que yo le he querido transferir a la historia.

-P: Una máquina de escribir reventó la vida de Sira, la protagonista de su novela, por cierto un comienzo muy irónico cómo se comprueba después. ¿La máquina de escribir de María Dueñas ha reventado también la suya?
-R: (Se ríe) No, mi vida creo que está suficientemente bien apuntalada.

-P: Pero este enorme éxito sí que la habrá transformado…
-R: Más que transformarla, le ha añadido una dimensión más a las que ya tenía. Sí que me ha obligado a viajar mucho más, a estar fuera de casa más tiempo, a visitar ferias… Pero en casa mis hijos me reclaman exactamente igual, la nevera se vacía igual… Estoy donde siempre estuve, aunque con una cosa más que antes no tenía.

-P: Los caminos del éxito editorial son inescrutables. Las editoriales a veces son complicadas de llegar a ellas, sobre todo si se es una escritora nueva y desconocida como es su caso ¿Cómo fue su relación con el mundo editorial?
-R: A mí me fue fácil porque lo hice por otra vía distinta. Como no conocía a nadie en el mundo editorial y era una persona absolutamente ajena al medio, decidí buscar un agente literario que me representara y que llevara todos estos asuntos. Tuve la inmensa suerte de que me acogiera en su agencia Antonia Kerrigan, que es una de las grandes agencias literarias del país, aunque yo no sabía qué dimensión tenía entonces. Fueron ellos quienes se encargaron de mover la novela entre las editoriales.
Pero es como si la novela estuviese tocada por la buena suerte, porque la editorial “Temas de hoy”, que tradicionalmente se había dedicado a ensayos y obras de no ficción, abriese en ese momento una colección de narrativa por primera vez, y estaban buscando gente nueva, tenían ganas de contratar obras. Y mi libro entró ahí. Se trata de una editorial pequeña, con un trato muy humano y muy cercano. Y luego, detrás está la gran máquina de Planeta, el grupo al que pertenece, por lo que en cuestiones de distribución es maravilloso.

maria dueñas entrevista 10-P: Un éxito arrollador, cientos de miles de ejemplares vendidos… ¿Y ahora qué? ¿Cuáles son los planes de María Dueñas para el futuro que espera a la vuelta de la esquina?
-R: Parece que a “El tiempo entre costuras” aun le queda un poco de trayectoria, pero ya es hora de empezar a pensar en hacer algo nuevo. Tengo un proyecto, y un trabajo medio hecho, pero necesito mucho tiempo y mucha dedicación, algo de lo que he carecido durante todo este período.
A partir de ahora tendré que combinar las dos cosas: seguir con la promoción de “El tiempo entre costuras” y empezar a confeccionar mi segunda novela.

-P: Por eso deja momentáneamente las clases en la Universidad de Murcia…
-R: Como ya no puedo llevar adelante todo me he visto obligada a abandonar las clases durante un par de años. Estaré dos años sin aulas y preparando mi nuevo proyecto.

-P: Imagino que las paredes de este despacho en la Universidad de Murcia habrán sido testigos de muchas cosas relacionadas con tu obra, dudas, vacilaciones…
-R: De muchas cosas: mensajes, llamadas, felicitaciones… Si las paredes hablaran, mi despacho podría hacer una cronología de todos mis avances y problemas con el libro. Aunque nunca he escrito nada de la novela en él, lo cierto es que mi despacho, la facultad de Letras, la Universidad de Murcia, están vinculadísimas a este libro.
Mi trabajo en la Universidad ha sido importantísimo para escribir esta novela, porque, aunque no soy historiadora ni especialista en literatura, hay muchas cosas de la vida universitaria que me han sido muy útiles para escribirla, como la constante planificación con la que se trabaja, la programación continua, el hecho de que todo deba estar especificado, detallado, riguroso; la disciplina de trabajo que se desarrolla estando aquí… Son cosas que a mí me han resultado de gran utilidad a la hora de escribir. Estoy segura que si mi trabajo hubiera sido otro, en un banco por ejemplo, no habría escrito de la misma manera, y no lo digo por los conocimientos que haya adquirido, sino por las herramientas que te proporciona la vida académica

-P: No quiero acabar esta entrevista sin que me desvele un secreto: ¿Qué es la literatura para María Dueñas?
-R: (Risas) ¡Ahh!, si yo lo supiera… Como lectora, para mí la literatura es muchas cosas: es evasión, es abstracción en un mundo ajeno, es permitirte paladear cosas nuevas con el gusto de ver las palabras juntas de la manera más armónica. Para mí resulta algo absolutamente imprescindible. No concibo mi vida sin literatura, sin leer, y espero que, de momento, tampoco sin escribir.

En primera persona:

Estaba encantada con el simple hecho de editar mi libro. Todo lo que ha venido después ha sido un regalo.

Mi gran satisfacción es que han sido los lectores los artífices del éxito de mi novela.

Cada edición continúa siendo una alegría.

Desde el Gabinete de Prensa de la Universidad de Murcia, hasta El País, el trato con los medios siempre ha sido cálido y cercano.

Existe un gran desconocimiento en la memoria colectiva de los españoles sobre el antiguo Protectorado Español de Marruecos.

En mi novela todo es pura y rigurosa realidad documentada o bien pura y rigurosa ficción.

He intentado aplicar las cosas que, como lectora, me gusta ver en los libros.

En la adaptación a televisión me gustaría que fuesen respetuosos con el alma de la novela.

A pesar del éxito de la novela, en mi casa mis hijos me reclaman igual, la nevera se vacía igual… Estoy donde siempre estuve.

La facultad de Letras, la Universidad de Murcia, están vinculadísimas a “El tiempo entre costuras”.

Hay muchas cosas de la vida universitaria que me han sido muy útiles para escribir mi novela.

No concibo mi vida sin literatura, sin leer, y, de momento, tampoco sin escribir.