La labor de Mercedes Hernández y Joaquín Sánchez es reconocida con el Premio Solidario Anónimo

Mercedes Hernández y Joaquín Sánchez, ganadores del premio solidario anónimo 2009.Diez años de solidaridad anónima

El martes 15 de diciembre, la Universidad de Murcia hizo entrega del X Premio Solidario Anónimo, un galardón convocado por la Escuela Universitaria de Trabajo Social y la Plataforma del Voluntariado de la Región de Murcia que en esta edición ha recaído en  Mercedes Hernández Abenza   y Joaquín Sánchez Sánchez.
     Llegar a diez ediciones de este proyecto surgido en la Escuela Universitaria de Trabajo Social de Murcia es fruto de su  fiel  vocación de conexión y servicio a la sociedad murciana, junto a la Plataforma para la Promoción del Voluntariado en la Región de Murcia. Prueba de la consolidación de este premio, que se ha convertido en un referente de valoración humana y reconocimiento a esas personas sencillas y llanas, que hacen más allá de lo suyo, de sus s interese y se salen de ese conjunto de perfiles que la sociedad, a veces, nos vende y nos presenta, y que son fruto de la competitividad descarada más que de la voluntad por entregarse a los que lo necesitan.  

Son estos anónimos que voluntariamente eligieron un día la senda de la vida que pisan: entre los avatares propios de las limitaciones, de la lucha diaria, del tesón y  del compromiso social por los más necesitados. Estos voluntarios son el testimonio de que hay razones que la razón desconoce, de que lo esencial es invisible a los ojos, y de que el amor puede ser la fuerza que mueva desde el interior y rompa barreras… Son, a la postre, estos voluntarios los que hacen posible una realidad basada en los otros, los que no tienen voz, los que callan, los sufridores de las películas que vivimos y que necesitan las nobles y justas hazañas de personas como éstas que homenajeamos, porque son la sal de la tierra, el alimento del alma y el alto acompañamiento de los que creen, por encima de protocolos y políticas de fachada.

Son estos Solidarios Anónimos  los que  nos ofrecen un ejemplo a imitar, un modelo a desarrollar y nos muestran, con sus hechos, que es posible avanzar, que es importante dedicarse a los demás hasta la plenitud. Con ellos, y junto a sus obras, no hace falta convencer, ni argumentar… son sus propias vidas ese motor de arranque que nos demuestra que es posible luchar por otras causas, levantar el vuelo y hacer presente que también son muchos quienes apostaron por salir de las inercias de la cultura consumista y protocolaria,  lo que decidieron en su día  creer en otros mensajes, perder para ganar, soñar despiertos por esas otras hazañas que apuestan por la gratuidad, por el hacer sin recompensa, sin esperar una moneda a cambio.
Nuestros solidarios son hoy los verdaderos protagonistas de la  noticia, no lo han buscado pero se lo merecen, sus perfiles lo demuestran y tenemos que conocerlos…
Dos solidarios anónimos que ahora son públicos

Mercedes Hernández Abenza

     Ha dedicado toda su vida a labores de voluntariado, ejercidas especialmente en la Región de Murcia, de una forma callada y constante, especialmente entregada a la juventud, durante más de 70 años, ininterrumpidamente. Ya en sus inicios, con 20 años, recién finalizada la guerra civil, dio clases en la Escuela de Adultos a las obreras .
En 1958 se casa y forma una familia con Luis Molina-Niñirola Sánchez. Este año descubre una nueva faceta en su vida y una nueva ilusión, en este caso dirigida a los niños y niñas más jóvenes, intentando organizar actividades, dentro del movimiento scout. Posteriormente facilita y colabora en la creación de grupos de guías y scouts, todo ello dentro de cierta clandestinidad, puesto que el Escultismo estaba suspendido de actividades, desde 1941, por el régimen en vigor en aquellos momentos, de ahí que tuviesen que refugiarse en diferentes parroquias. Junto con Luis, propició un crecimiento espectacular de este movimiento en toda la Región de Murcia, extendiéndose,  incluso, a otras provincia,s y desde entonces, y aún hoy,, con sus más de noventa años, sigue colaborando y entregándose de forma activa y continuada a este movimiento.


Joaquín Sánchez Sánchez

Nacido en 1962 en Vilanova de Sau, en el seno de una familia humilde, de padre guardia civil y madre ama de casa.  Cuando aún no sabía pronunciar solidaridad él ya era solidario, tal y como refiere su hermana, que con solo 10 años le resultaba mal entrar gratis al cine -en aquella época los hijos de guardia civil no pagaban- -El buscó una alternativa, que fue repartir el dinero que le daba su madre a sus amigos.
Después del bachiller comenzó la carrera de Pedagogía, pero, repentinamente, cambio el rumbo y decidió ser sacerdote. La noticia fue una alegría para la familia, ya que en ella había ya un tío cura y una tía monja, pero Joaquín era un cura que se salía del cliché, por su manera de decir la misa, se notaba en su lenguaje, en su comunicación, en sus dichos,  en decir de Dios que es Padre-Madre, en hacer mimos con los niños de comunión, en predicar entre la gente y en su hablar abonico, con ejemplos y parábolas de ahora.  Sin embargo lo más grande para este cura grandullón  y, a la vez tan niño y tan sensible, está en la calle, fuera del templo. Su vida se centra en ayudar a los desfavorecidos y marginados: los niños desprotegidos (trabajando por ellos en la guardería la Casica de Cieza), chicos con problemas de drogadicción, prostitutas, gitanos, ancianos, discapacitados, presos…

 A Joaquín es posible verlo en las plazas, en las esquinas, escuchando a una persona, llamando a una puerta cerrada, en los foros, en una tertulia de la tele, escribiendo artículos comprometidos en la prensa, en las manifestaciones, en la entrega por esas causas perdidas de las que, gracias a su valentía, nos convence y nos afirma. En definitiva, es un cura diferente, porque su reino sí que es de este mundo. Aquí voy a dejar de contar su historia por que otros la conocerán mejor que yo, aunque –como se nota- en mi familia lo queremos mucho.

Vaya desde aquí el reconocimiento a esta mujer y a este hombre que son, ahora, nuestros Solidarios públicos, porque asumieron una noble tarea arriesgada y comprometida que debe ser, como ahora hacemos, destacada y subrayada, porque son personas que  arriesgan su tiempo y su persona para defender a los que lo necesitan. Es por eso que hoy son noticia y han salido del anonimato, para ser un referente en los medios y de este modo se amplifiquen esas acciones que defienden, porque gracias a ellos podemos seguir rompiendo barreras, luchando en el empeño y creyendo que al amor existe, que es posible mirar a la vida desde dentro, que podemos hacer más, mucho más de lo que nos creemos.
Gracias  por vuestra entrega, por darnos el ejemplo a seguir.