La cultura y la comunicación como ejes de la sociedad

Las tres funciones de los medios de comunicación son las de informar, formar y entretener, unos fines que a menudo están intercalados y conectados con y por el ansia de dar con más y más audiencia. El afán por conseguir un índice mayor de lectura, de seguimiento o de visionado choca a menudo con la necesaria calidad y con el propósito cultural que, en paralelo, ha de presidir la labor de cualquier medio.

Con esta perspectiva, y por tercer año consecutivo, expertos y profesionales han debatido en Lorca sobre las condiciones en las que se trabaja en los medios de comunicación de masas, también llamados medios de comunicación social (dos visiones del mismo fenómeno), y acerca del valor y/o de las potencialidades que lideran las empresas periodísticas para desempeñar un papel esencial en las sociedades en las cuales se incardinan.

Como bien se dijo, las soluciones no son unívocas, no son exclusivistas o absolutas, no son, ni mucho menos, como indican los letrados y los juristas, pacíficas. Hay numerosos frentes a los que acudir, y desde los cuales afrontar la compleja situación que se presenta cotidianamente.

Uno de los invitados a estas jornadas fue Valentín Villagrasa, ex director y creador de la serie infantil de éxito “Los Lunnis”, que insistió en que “el secreto de la televisión está en los formatos, que han de adaptarse a los nuevos tiempos buscando siempre interesar a la audiencia y sin desdeñar los pilares de la formación y del entretenimiento a los que debemos estar abocados”. Ésta es, al menos, la teoría, según repitió. Puso como ejemplo la serie de TVE que él ha puesto en marcha, que ha supuesto un “boom” a nivel nacional e internacional, con numerosos premios y reconocimientos y con unas cuotas de audiencia muy importantes. Esto no obstante, lo más relevante es el prestigio que ha dado a la cadena, al tiempo que ha generado unos grandes estandartes de credibilidad.

El responsable de Cultura y Sociedad de Antena 3 Televisión, Emilio Sanz, resaltó las dificultades que existen para conciliar cifras de audiencias suficientes para sostener un programa en antena y la calidad de los mismos espacios. A menudo, según subrayó, “se cae en el esperpento, en la estridencia, en el morbo y en el amarillismo”. El problema para este profesional, y suponemos que para la gran mayoría, es que no siempre se da un equilibrio entre los ingresos de un programa y sus costes, y eso genera perjuicios y distorsiones. Explicó también a los asistentes, el nuevo giro -un formato dinámico y elaborado que persigue la originalidad- que ha dado su medio de comunicación para potenciar las noticias de índole cultural en los espacios informativos con el fin de lograr el interés de los telespectadores.

Representantes de medios audiovisuales y de asociaciones de profesionales hicieron hincapié en que hay que concitar los intereses de las empresas, de los trabajadores de los medios y de la misma ciudadanía, a la que se deben en primera y última instancia las organizaciones periodísticas. Se dijo que no es algo fácil, pero sí palpablemente necesario para el bien de todos.

Las controvertidas audiencias

El subdirector del programa “Por la mañana”, de TVE, Julián Pérez Olmos, insistió en que “la televisión que estamos haciendo tiene mucho que ver con la guerra de las audiencias, que está generando demasiado estrés y un tipo de programas que a menudo no son exactamente de servicio público”. En este sentido, pidió sosiego a los responsables de las empresas “para que se den más oportunidades a programas de otra factura, más racionales y menos emocionales, con un verdadero afán de formar y de hacer una audiencia más libre”. Olmos auguró un buen futuro al respecto, ya que señaló que próximamente la información cultural irá encaminada a estar situada en la posición necesaria en el medio televisivo.

La directora y presentadora de los Desayunos de RTVE, Pepa Bueno, que clausuró brillantemente las jornadas, a las que asistieron numerosos profesionales e interesados en los asuntos tratados, insistió en lo perdidos que andamos todos con juegos empresariales que hacen que “el mensaje no llegue a veces en las condiciones que debería”. En todo caso, se mostró contenta con la labor que desempeñan los medios y con el papel que deben realizar en el futuro, sobre el que se declaró optimista.

Estos encuentros han contado con la colaboración del Ayuntamiento de la Ciudad del Sol y de la CAM, y han permitido un intenso y denso debate sobre comunicación, medios y cultura durante los últimos tres años. Este foro ha ido abriendo brechas en los problemas más sensibles de las empresas periodísticas. En paralelo, se ha ido poniendo en cuestión el actual sistema basado en rentabilidades y audiencias. Al mismo tiempo, las críticas que se han vertido han tenido un perfil constructivo, persiguiendo siempre puntos de consenso, que existen.

Como no podía ser de otro modo, el debate sobre la comunicación sigue abierto. Hace falta que nos involucremos todos los sectores afectados, incluyendo a la ciudadanía en general, para que se produzcan las oportunas modificaciones. Podemos más de lo que pensamos. Seguiremos dando cabida a las diferentes opiniones como base de la sociedad democrática en la que nos hallamos.