Nieto

José Nieto, compositor cinematográfico:“Si te fijas en la música de una película es que te has salido de la historia”

nieto Cuando José Nieto tocaba música de Cliff Richard como batería de Los Pekenikes, ya pensaba en que algún día se dedicaría a su gran pasión: el cine. Los adolescentes de su tiempo crecieron entre imágenes de aquellas inolvidables películas de romanos, de vaqueros –el western , como el cómic respecto de los tebeos llegaría más tarde- y de un cine español hecho de cartón piedra y cantaores. Pero, indisolublemente unido a aquellas historias que mostraba, había un aspecto que a José Nieto encandilaba especialmente: una música sutil capaz de subrayar los momentos más especiales, convirtiendo cada película en una sucesión de momentos inolvidables.

Hoy, tras treinta años componiendo música para el cine, José Nieto es el músico más reputado de nuestro país. Cineastas como Jaime de Armiñán, Fernán Gómez, Gutiérrez Aragón, José Luis Cuerda, Pilar Miró, Imanol Uribe o Vicente Aranda, han acudido reiteradamente a él para subrayar con sus composiciones sus mejores creaciones. Más de sesenta películas jalonan la biografía de este compositor que ha conseguido seis Goya por su labor –entre ellos el último, por Sé quién eres , de Patricia Ferreira- y el reconocimiento de todo el mundo del cine en nuestro país a través del Premio Nacional de Cinematografía, concedido en el año 2000, que lo convertía en el primer músico que recibía tal distinción en España.

José Nieto, que acaba de componer la música para Juana la Loca –el último y esperado filme de Vicente Aranda- intervino en la Universidad de Murcia el pasado mes de abril en un curso sobre Música de Cine en el seno del Festival Internacional de Orquestas de Jóvenes.

Nieto defiende la música cinematográfica como algo inseparable de la obra para la que está compuesta: “ al igual que cuando se hace una mayonesa sus ingredientes son diferentes que los originales antes de realizar la mezcla, una buena película no es ninguno de sus componentes en especial, sino algo nuevo”. Y es que, la música, en su opinión, debe ensamblarse lo más posible en la película, pasar desapercibida : “Si te fijas en la música es que te has salido de la historia”. Por ello, conmina a críticos cinematográficos y espectadores a que sean ellos mismos los que juzguen la música de las películas, que no sean los críticos musicales quienes lo hagan, pues se trata de un elemento cinematográfico que sólo existe en tanto existe una película: “Ahora existen críticos que hablan del CD de la película y analizan la música fuera del contexto de la imagen. A veces ni siquiera saben qué relación tiene esa imagen con la película en sí, algo totalmente absurdo”.

Confiesa no entender las abundantes rencillas de muchos de sus compañeros, que consideran su música maltratada por los directores pues “después del centenar de obras que he compuesto para cine y televisión, jamás he tenido problemas con un realizador”. Preguntado por el secreto de tan fluida relación, asegura que “estoy convencido de que la música hay que hacerla desde dentro de la película: es necesario meterse en ella, analizar la historia, los personajes, la fotografía, y sacar la música de su interior”. “Y, preferiblemente – continúa -, si está dirigida por alguien con quien coincida en mi postura vital. Necesito hablar mucho con ellos, saber lo que tienen en la cabeza”.

Repasando la filmografía de José Nieto es fácilmente constatable la fidelidad que le profesan los directores, que repiten una y otra vez con él: “ Con la mayoría de directores con los que he trabajado he llegado a tener una relación no estrictamente profesional, y eso hace que resulte más cómodo también la relación profesional. En el fondo lo que interesa es que el director nos comunique de forma apropiada qué es exactamente lo que quiere contar”.

“Los directores se interesan por la música cuando comprenden que ésta puede ayudar ”, asegura, e ilustra su opinión con el caso de Vicente Aranda, absolutamente desencantado por la música en el cine cuando conoció a José Nieto, hace quince años: “Cuando me lo presentaron me comentó que había decidido no poner más música en sus películas, pues estaba muy descontento con los resultados que había tenido”. Un año después haría El Lute , incluyendo música de José Nieto. Desde entonces, cada una de las nuevas películas –once en total- del realizador de Amantes , ha llevado el acompañamiento musical de este compositor en una afortunada y feliz colaboración.

Junto a su faceta de compositor, José Nieto ha desempeñado desde hace años una labor de investigación, fruto de la cual ha sido el rescate de partituras de películas como Locura de amor, Alba de América, Raza, Balarrasa, Los últimos de Filipinas o la mismísima sinfonía del sempiterno No-Do , creaciones de músicos españoles como Juan Quintero, García Leoz o Manuel Parada. Según Nieto, se trata de un cine bastante discutible, pero con una música muy superior a la calidad de la propia película en la que van inmersas. “Hay películas de esa época, como Surcos o Bienvenido Mr. Marshall que no han pasado, y que contienen una música también excelente, pero títulos tan abominables como Raza contienen una música excepcional”.

Nieto se lamenta de que en estos momentos, en el cine mayoritario “ quizás porque no hay nada que contar”, “se ha vuelto a la técnica de los años 30 y 40, en los que la música comenzaba en los títulos de crédito y sólo acababan en los títulos finales”.

José Nieto piensa que, en España, la música va teniendo cada vez más importancia como elemento cinematográfico, “Se ha avanzado muchísimo en el número de compositores y en la variedad de la música, pero aún estamos lejos de Estados Unidos: todavía cuesta trabajo hacer entender a los productores que para elaborar una buena música hace falta tiempo y dinero”.