Joaquín Salmerón, comisario de una exposición antológica sobre el pintor Toledo Puche ‘Lo que hace grande la obra de Cayetano es que creaba para sí mismo’

Un reto, pero también ‘una misión muy atractiva’, así califica Joaquín Salmerón el hecho de afrontar la organización de una exposición de uno de nuestros artistas plásticos de mayor repercusión y con una obra de tal calidad que la bienal de Florencia le concedió, a comienzos de esta década, y con carácter póstumo, el premio ‘Lorenzo el Magnífico a la Memoria ‘

Con la ayuda de Mª Carmen Rodríguez y de los propios galeristas de ‘Romea 3′ , lugar en el que se desarrolló la muestra, Salmerón realizó la mayor selección que se ha realizado nunca de la obra de Cayetano Toledo Puche, más de treinta años de una obra personal, intimista y sugestiva como pocas: ‘Buscamos lo más carismático de cada una de las fases creativas del pintor’.

‘Tomamos incluso obras en las que se traslucía que el artista aún se buscaba a sí mismo, casi simples ensayos, pero también, por supuesto, las obras excepcionales de su carrera’, asegura el comisario de la muestra. ‘Tuvimos en cuenta los cuadros que el artista quiso más durante su vida, de los que nunca quiso desprenderse’. Un proceso de selección tan arduo que Salmerón la califica casi de traición, por la impudicia de hacerla pública, para a continuación matizar que ‘Cayetano hubiera sido, sin duda, cómplice de esta selección’.

Según Salmerón, ‘es fácil encontrar un sustrato común a la obra de Toledo Puche: su ansia por buscar nuevas formas de expresión’. En su opinión, la obra del artista ciezano siempre estuvo presidida por el color y por esa manera suya tan peculiar de representar el paisaje, de inspiración casi cubista, aunque las formas no llegaban a desaparecer: la naturaleza se quedaba en sus paisajes, en sus árboles, en las construcciones’. Pero no es solo la naturaleza, ‘también el paisaje humano importa a Toledo: interiores, viejos a los que se trasluce el esfuerzo por sobrevivir, un pájaro que se nos muestra con la resignación de estar enjaulado de por vida en unos barrotes infranqueables’…

Salmerón habla del reto que supone exponer una obra en un espacio tan singular como la galería ‘Romea 3′ , lo que, según asegura, supuso tanto una complicación como la posibilidad de contemplar una obra excepcional en un lugar igualmente único: ‘Pienso que existe complementariedad entre exposición y espacio. Una vez vista resulta como si la obra hubiese sido pensada para ser expuesta de este modo y en este lugar’.

Toledo Puche pasó siempre de modas, asegura Salmerón. ‘Su pintura estaba al margen de tendencias: ‘Lo que hace grande la obra de Cayetano –asegura Salmerón- es que creaba para sí mismo, no quiso que nadie le dictara lo que tenía que hacer’.

‘Toledo Puche hubiese sido cómplice de esta selección de sus obras’