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Federico Mayor Zaragoza, en la Universidad de Murcia

mayor zaragoza 2“Más que económica, nos encontramos ante una crisis ética”

“No me interesa el G20, sino el G194”

 

Al salir del despacho del rectorado, tras su encuentro con el rector José Antonio Cobacho, y antes de asistir a un encuentro con los medios y la posterior conferencia que le ha traído a nuestro centro, le ofrezco a Mayor Zaragoza un ejemplar antiguo de la revista Campus de octubre de 1997, correspondiente a su doctorado Honoris Causa por la Universidad de Murcia, desde cuya portada nos devuelve la mirada el sonriente rostro de Mayor Zaragoza. ‘Qué horror, cómo se me nota el paso del tiempo’, comenta divertido. Pero no es cierto, a punto de cumplir 76 años, el exdirector General de la UNESCO, parece haberse detenido en una edad anterior, en la que permanece ajeno a los estragos del paso del tiempo.
Lo que también parece haberse detenido en el tiempo son esas ideas que siempre ha pregonado en pos de los más necesitados. Desde los múltiples e importantes cargos que ha ocupado, Mayor Zaragoza ha defendido siempre la aplicación inmediata del 0’7 a los más desfavorecidos y la necesidad de reconsiderar la cooperación internacional, haciendo que el objetivo de ésta sea el hacer avanzar verdaderamente a los países pobres en lugar de concederles simples préstamos que los endeudan hasta límites imposibles de afrontar.

Mayor Zaragoza acudió a la Universidad de Murcia para hablar de “Grandes crisis, grandes oportunidades”, en un acto organizado por la Asociación de Antiguos Alumnos y Amigos de la Universidad de Murcia. Según él, un factor objetivamente negativo como la crisis económica mundial, puede constituir una magnífica oportunidad para reconsiderar los principios en los que se sustenta la sociedad del bienestar y acometer una reforma en la que los auténticos valores democráticos –la justicia social, la solidaridad, la igualdad…- recuperen el terreno cedido a los asuntos puramente económicos, que son los que, en su opinión, rigen en el mundo.

En su encuentro con la prensa, Federico Mayor Zaragoza aludió a la especial relación que le ha unido durante años con la Universidad de Murcia y a su vinculación con José Antonio Lozano Teruel, con quien ha compartido dedicación profesional: “Soy Doctor Honoris Causa por la Universidad de Murcia –dijo- y alguna vez debemos hacer algo los doctores Honoris Causa por las universidades que han tenido a bien recibirnos”.

mayor zaragoza 1Una crisis de valores democráticos

En su encuentro con los medios de comunicación, Mayor Zaragoza analizó la crisis mundial. Dijo estar convencido de que estamos inmersos en “una crisis múltiple, se habla de economía y de finanzas, pero sobre todo se trata de una crisis ética, una crisis de valores democráticos” a la que hemos llegado “porque se han sustituido erróneamente los principios la justicia social, solidaridad, igualdad y dignidad de los seres humanos por las leyes del mercado”. Y “esto –dijo- es un error que estamos pagando muy caro”.
Aludió a las principales víctimas de esta situación: “Al final, quienes pagan estas facturas son los sectores más vulnerables de la sociedad” y manifestó que, aun en una situación de zozobra como la que atraviesa el mundo, nos encontramos ante una oportunidad que la sociedad debería aprovechar: “Frente a la crisis me gusta contraponer la oportunidad: una situación de crisis aguza el ingenio y puede motivar a la sociedad civil, que no puede seguir adormecida. No podemos seguir siendo espectadores de lo que pasa”.

Dinero a los bancos

Se refirió a la amarga ironía de que, mientras desde las organizaciones internacionales se ha negado el dinero para paliar los problemas más acuciantes de los países más débiles, sí que se han destinado sumas astronómicas para paliar la crisis: “Se aseguraba que no había dinero –dijo-, pero se ha rescatado a los banqueros dándoles miles de millones de dólares. No había dinero para rescatar a los que se mueren de hambre, no había dinero para salvar a los que se mueren de sida y, de momento, vemos que sí que había, y había muchísimo más dinero del que se solicitaba para los objetivos del milenio”.
Mayor Zaragoza aseguró que el mundo gasta diariamente 3.000 millones de dólares en armas, y mueren de hambre todos los días más de 65.000 personas, de ellas casi 40.000 menores de cinco años. “No podemos vivir con este problema de conciencia –dijo-, son cosas que nos tienen que motivar para decir que no lo vamos a tolerar”.
Por ello, manifestó que es necesario que la sociedad deje de ser mera espectadora y se movilice. “Y ahora es un buen momento –aseguró- porque una situación como ésta es como un tsunami: moviliza a la gente, las personas se sienten más solidarias y dejan de guardar silencio. El silencio es tremendo, refleja que no nos atrevemos a hacer públicas nuestras propuestas”. Recordó al presidente de Brasil Lula da Silva, del que dijo que se refería precisamente a esto en las reuniones internacionales: “No sólo protestas: propuestas, decía, y nosotros tenemos ocasión no sólo de protestar, sino de formular una serie de propuestas que permitan este cambio tan necesario y tan fundamental”.
Aludió a lo esperanzador de la situación política internacional: “Ahora tenemos una oportunidad muy infrecuente: el liderazgo norteamericano es un liderazgo no hegemónico. Hay que reconocer que en muy poco tiempo son muchos los surcos que ha cambiado el presidente Obama”.

mayor zaragoza 4Sociedad adormecida

“Ha llegado el momento de que la sociedad deje de estar adormecida”, afirmó Mayor Zaragoza, que criticó la excesiva atención prestada por los medios de comunicación hacia determinados eventos multimillonarios, “Nos hacen ser espectadores –dijo- de la presentación de futbolistas por los que se paga desmesuradas cantidades. Las políticas de entretenimiento público hacen que poco a poco todos vayamos teniendo unas aficiones, que nos han impuesto a través de inmensos canales de publicidad”, y ello es una prueba más, dijo, de que la sociedad civil tiene que reaccionar.

Las universidades como vigías

Mayor Zaragoza se refirió reiteradamente al importante papel que deben jugar las Universidades en todo este proceso: “Yo creo –manifestó- que la catálisis tiene que ser hecha por las universidades. La comunidad académica, la comunidad científica, es la que tiene que liderar este movimiento y decir ¡Basta! Desde un punto de vista humano resulta intolerable, que estemos gastando todo ese dinero inmenso y que haya gente que lo esté pasando muy mal”. “Pero no son unos cuantos los que lo pasan mal –matizó-, se calcula que hay más de 1.100 millones de personas que hoy tienen problemas graves de alimentación”.
“Las universidades –aseguró- tienen que ser no sólo espacios de consejo a los parlamentarios y a los gobernantes, tienen que ser también una torre vigía, adelantarse a los hechos para que no volvamos a caer en los mismos errores, pues no sólo tenemos que prever –dijo- sino que tenemos también que prevenir.”.

mayor zaragoza 5Del G8 al G194

Mayor Zaragoza habló del falso multilateralismo al que está asistiendo el mundo:
“Del G7 y G8 hemos pasado al G20 o G veintitantos. Es lo único que ha cambiado, pero seguimos teniendo una plutocracia. En lugar de una democracia, como las Naciones Unidas,  sigue siendo un grupo de ricos. Al principio eran los 7 más ricos, ahora están veinte. Pero me da lo mismo. Lo que me interesa es el G194. Corremos el riesgo de que se arregle la cosa con criterios exclusivamente técnicos en lugar de profundizar en los valores que deben ser los pilares de estas instituciones.
La señora Thatcher y el señor Reagan, en su plan de globalización, pretendían crear un nuevo sistema alternativo de gobierno mundial. Cuando crearon la Organización Mundial del Comercio, lo hicieron fuera del ámbito de las Naciones Unidas.
El Banco Mundial, que se llama de la Reconstrucción y el Desarrollo -no hay que olvidarlo- y el Fondo Monetario Internacional, creados por Roossevelt en 1944, nunca han cumplido su misión. Y por eso tenemos que andar con mucho cuidado. Ahora ya los vemos con el índice levantado y dándonos lecciones. ¡Hagan el favor de callar! Al menos tengan la  vergüenza, ya que durante tantos años han estado al servicio de los más ricos, no nos vengan ahora a dar lecciones de nuevo, cállense durante algún tiempo.
Es igual que cuando veo a los de la OCDE o a los técnicos de la Unión Europea lanzando ahora una serie de mensajes cuando durante tantos años no se han enterado de nada.
Deseo que no volvamos a tener más de lo mismo. Por eso, creo que tenemos que reaccionar. Ha llegado el momento de que haya una implicación de la sociedad civil. Y sobre todo de las Universidades. Las universidades tienen la capacidad técnica y saben muchas cosas. Cuando veo a los europarlamentarios hablando de la capa de ozono o de las vacas locas, me pregunto por qué los dejamos tan solos. Ellos no saben ni tienen por qué saber de estas cosas. Para eso estamos los que somos especialistas en algunos de estos temas y les tendríamos que estar ayudando. Tiene que haber una nueva compenetración de la sociedad que espero que lideren las instituciones académicas”.

En primera persona

La sociedad civil no puede seguir adormecida.


Una crisis es como un tsunami: hace que las personas se sientan más solidarias.


Las universidades tienen adelantarse a los hechos para que no volvamos a caer en los mismos errores.

Hemos pasado del G7 al G20, pero sigue existiendo una plutocracia.


No había dinero para rescatar a los que se mueren de hambre, pero sí para los banqueros.


Tiene que haber una nueva compenetración de la sociedad que espero que lideren las instituciones académicas.