Dos ‘Honoris Causa’ de la UMU, homenajeados en Águilas

Dos doctores Honoris Causa de la Universidad de Murcia fueron distinguidos la noche del martes 5 de diciembre en Águilas con los premios ‘Mirando al mar’, en una ceremonia desarrollada en la galería de arte del mismo nombre.
El artista Manuel Coronado, auspiciador de los premios, destacó en el acto de entrega que estas distinciones irán a parar a artistas, intelectuales o profesionales diversos, cuya labor haya servido para difundir el nombre del municipio costero; pero, por encima de su valía profesional –dijo- “el premio quiere distinguir el talante y la categoría humana”. “Quiero que, por encima de cualquier otra motivación, estos premios se basen en el cariño y el respeto a los premiados”, añadió. Por esta razón -aclaró el pintor-, los premios en esta primera edición han ido a parar al actor Francisco Rabal –in memoriam- y al banquero Alfonso Escámez, -ambos aguileños y doctores Honoris Causa por la Universidad de Murcia-, y al crítico de arte y escritor Antonio Martínez Cerezo, cuya obra literaria se ha referido ampliamente a Águilas.
Tres personas en las que recaía, a juicio del pintor, razones más que suficientes, tanto personales como profesionales, para distinguir su trayectoria.
El acto contó con un recital poético a cargo de Inma Martín, que declamó poemas de Gloria Fuertes, Machado, García Lorca, José Hierro y Alberti.
La periodista Marisa Suau, por su parte, glosó la categoría humana y profesional de los premiados.
El alcalde de Águilas, Juan Ramírez Soto, presente en el acto, se enorgulleció de lo ganadores, de los que dijo que ‘hicieron el bien sin mirar a quien’. El edil auguró un éxito para la futura fundación Manuel Coronado y agradeció las iniciativas del pintor en pro de la cultura en el municipio Águilas.
La actriz y presentadora Teresa Rabal recogió de manos del propio Coronado el premio otorgado a su padre. El ex-banquero Alfonso Escámez, estuvo ausente del acto por motivos de salud, por lo que recogió el premio en su nombre el alcalde de Águilas, Juan Ramírez Soto, que le fue entregado por el arquitecto Jorge Soterino. Por último, Dolores Roque, entregó el premio al escritor Antonio Martínez Cerezo, que amenazó con “seguir escribiendo de Águilas”.