Don Juan, el eterno retorno

A excepción de Don Quijote, probablemente no exista ningún otro personaje literario de origen español tan universal como Don Juan. Hacia 1625, veinte años después del nacimiento del mito cervantino, aparecía la leyenda de Don Juan plenamente configurada en la obra de Tirso de Molina ‘El burlador de Sevilla y convidado de piedra’.

Don Juan unía en torno a su figura, quizás por primera vez en la literatura, dos temas bien diferentes: el del joven de costumbres licenciosas que habla sin respeto de los muertos, y el tema del burlador, del hombre que enamora a todas las mujeres y que después, invariablemente, las abandona y olvida.

Pasión, unas gotas de truculencia, amor después de la muerte, la inquietante imagen del más allá… –los infiernos a los que viaja Don Juan tras burlarse de los muertos-, son elementos que atrajeron a numerosos escritores desde la plasmación definitiva del mito. Son abundantes los intentos de aproximarse a esta figura por parte de escritores, músicos y cineastas: Molière, Corneille, Pushkin, Mérimee, Dumas, Byron, Baudelaire, Machado, Apollinaire, Tennesee Williams, Bernard Shaw… El más popular de estos intentos –al menos en España- es, sin lugar a dudas, el “Don Juan Tenorio” de José Zorrilla, del que estos días se cumplen 160 años.

Lo que sigue son tres reflexiones bien distintas publicadas en las páginas de Campus en temporadas pasadas, que ahora rescatamos.

 

Don Juan o la deseducación por Ángel González Hernández. (artículo publicado en Gaceta universitaria de Murcia . Octubre 1993. Nº 11).

Don Juan en los infiernos por Gonzalo Suárez. (Artículo aparecido en Gaceta Universitaria de Murcia , Nº 3, Noviembre de 1991).

Eva y Don Juan por Alvaro Custodio.