Buscando vida fuera de la Tierra

La posible existencia de vida extraterrestre ha interesado al ser humano a lo largo de la historia y en este programa te invitamos a reflexionar sobre este tema… ¿qué crees que hay fuera de nuestro planeta?


El interés por estos temas viene de lejos y están reflejados en la cultura. En 1634 se publicó la que se considera la primera novela de ciencia ficción, Somnium, de Johannes Kepler, que narra un hipotético viaje a la Luna. Más tarde, en 1865, en De la Tierra a la Luna, Julio Verne escribe sobre un grupo de hombres que viaja hasta nuestro satélite usando un gigantesco cañón, y esta historia le sirvió a Georges Méliès, uno de los pioneros del cine, para crear Viaje a la luna en 1902. Aunque no nos olvidamos de otras historias que hablan de invasiones a la Tierra, como La guerra de los mundos escrita por Herbert George Wells.

Además, en las últimas décadas, la industria cinematográfica ha ofrecido distintas visiones de cómo sería esa hipotética vida extraterrestre y una de las más conocidas es ET.

Dejando a un lado la ficción, recordamos que la exploración espacial comenzó con el lanzamiento del satélite artificial Sputnik por la URSS el 4 de octubre de 1957. Este acontecimiento provocó una carrera espacial por la conquista del espacio entre la Unión Soviética y Estados Unidos que culminó con la llegada del hombre a la Luna.

La vida fuera de la Tierra

Si reflexionamos sobre la búsqueda de vida fuera de la Tierra, primero tenemos que definir qué consideramos vida. Los científicos no se ponen de acuerdo porque es un proceso físico-químico muy complicado que comprende formas diferentes a las que nosotros conocemos, pero para que un entorno albergue vida debe tener agua líquida.

En la Tierra, los investigadores trabajan con extremófilos, que son microorganismos que viven en condiciones extremas, para experimentar antes de lanzar una misión. Esos lugares están relativamente cerca, como Río Tinto, en Huelva; o más distantes, como  la Antártida (donde hay formas de vida a -20 grados), el desierto de Atacama, en Chile, o el Ártico.

De momento no se ha enviado una misión para estudiar la vida en otros lugares del universo, pero lo que han hecho, por ejemplo con la Misión Curiosity, es buscar restos geológicos que puedan dar pistas de si hubo vida en Marte. Los científicos indican que en este planeta hubo presencia de agua estable y pudo ser habitable en un momento de la historia, pero recordamos que hablamos de vida básica. De momento se sabe que su origen es muy parecido al de la Tierra, pero la evolución fue distinta y perdió la habitabilidad.

La Luna, Marte… ¿dónde más buscar?

Existen varios lugares de interés para los científicos dónde buscar vida. En este programa hablamos de dos de ellas, las lunas Europa y Titán.

La primera es un satélite de Júpiter y ofrece muchas posibilidades a los científicos. Todavía no se ha podido mandar misiones por dificultades técnicas, aunque están trabajando en poner desarrollarla en unos 10 ó 15 años. La otra luna, Titán, un satélite de Saturno, tiene unas condiciones muy parecidas a las de la Tierra antes del inicio de la vida.

Para saber si hay vida fuera de la Tierra se ha producido un desarrollo tecnológico muy importante. En el Centro de Astrobiología están trabajando en un instrumento, Solid (Signe of Live Detector) desde hace 15 años. La idea es desarrollar una serie de sensores para detectar unas moléculas que son características de la vida en la Tierra. De momento, han presentado este instrumento a la NASA para que determine si lo va a utilizar en la misión que va a enviar a Marte en el año 2020 con el objetivo de buscar signos de vida.

Y si hubiera vida fuera del Sistema Solar…

La búsqueda de vida fuera de la Tierra no se limita al Sistema Solar, los científicos también buscan exoplanetas, que son planetas similares a los del sistema solar, pero que están orbitando alrededor de una estrella que no es el Sol. Los científicos han descubierto planetas muy parecidos a la Tierra fuera del Sistema Solar, pero enviar una misión hasta allí es tecnológicamente imposible por la distancia, porque si es complicado mandar misiones a algunos planetas del Sistema Solar, imagina lo que sería enviarlas a exoplanetas. De hecho, para localizarlos utilizan un sistema conocido como tránsito planetario, con el que obtienen datos sobre la órbita, el tamaño del planeta y a veces, incluso información de su atmosfera.