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Antonio Colinas: “La poesía es el lenguaje de todos los tiempos”

Es una historia antigua, muy antigua,

que se repite un siglo y otro siglo:

unos juntan sus manos y otros las separan,

unos cierran sus ojos y otros los sacuden,

unos cierran sus labios y otros apalean.

 

Antonio Colinas . Tiempo y abismo.

 

 

Antonio Colinas se abrió a la vida y a la poesía en las tierras de León. El paisaje, las riberas, las montañas y los páramos de aquella tierra forman parte de su vida y de su obra. Una creación apegada a su existencia, pues como se encarga él mismo de decir, son las propias vivencias, las experiencias de cada cual, el material más preciado para componer una obra.

Traductor, novelista, ensayista, articulista, biógrafo…Su obra es amplia y diversa, pero ante todo, Colinas es poeta. Lo es incluso cuando no hace poesía, pues la lírica, la musicalidad, la armonía y el sentido del ritmo están siempre presentes en su obra, y es que, Antonio Colinas, para quien nada de lo humano es ajeno, ve la realidad a través de la poesía. Siendo todavía muy joven, allá por 1975, fue distinguido con al premio de la Crítica por su obra Sepulcro en Tarquinia . Unos años más tarde, en 1981, su Poesía (1967-1981) recibió el Premio Nacional de Literatura.

-Pregunta: Como autor experimentado, con una trayectoria brillante y dilatada en el tiempo ¿Qué le recomendaría usted a un joven que intentara llegar a ser escritor?-Respuesta : En primer lugar, que se formen a través de lecturas variadas, que vayan de los clásicos a los contemporáneos y de los contemporáneos a los clásicos.

En la vida del escritor hay dos momentos decisivos: uno es en la adolescencia, cuando se nace a muchas cosas, al amor a las preocupaciones sociales…, es en ese momento concreto cuando nace la escritura. Pero más tarde hay un segundo momento en el que escribir se vuelve más vocacional, en torno a los 22-23 años.

También le recomendaría que fundiera la experiencia de escribir con la experiencia de ser, de vivir. Hay escritores que separan ambas cosas, pero para mí, la experiencia creativa va unida a la experiencia vital.

-P: Luego, un escritor, en tanto esté más formado en la vida o posea un bagaje vital más amplio, podrá elaborar una obra más personal…

-R: Efectivamente. He aludido a las lecturas, pero podemos hablar de otras influencias complementarias, que pueden venir a través de otras formas de arte, como la música o la pintura. También los viajes influyen mucho en la formación de un escritor.

-P: España es una gran potencia en el mercado editorial, pero ¿le da la impresión de que en nuestro país se lee al mismo excelente nivel con que se publica?

-R: Nunca se lee lo suficiente, y esas cifras son sólo de producción. Hay que entender el libro de dos maneras: como producción y como fruto. El libro que es el resultado de un proceso mercantil, y el que responde a razones más profundas, más creativas. Bajo este punto de vista, seguramente se lee menos la literatura de creación, en concreto la poesía. Pero los lectores de poesía son aquella inmensa minoría a que se refería Juan Ramón Jiménez. Sabemos que los lectores de poesía son menos, pero quizás son más influyentes.

-P: ¿Sigue siendo la poesía la hermana pobre de la literatura?

-R: Yo no hablaría en ese término. Sencillamente tiene un tipo de lector diferente. Las cifras de la poesía son las que son, pero no podemos pasar sin poesía. Es cierto que se trata de un género que exige una cierta formación, una iniciación…, en cambio el lector de best seller , es un auténtico consumidor de un producto que abandona después, sin embargo, sobre la poesía se vuelve siempre.

-P: Usted que ha cultivado géneros tan diversos como la poesía, el ensayo, la novela… ¿En qué género se encuentra más a gusto? Imagino que en la poesía.

-R: Yo me considero ante todo un poeta. La poesía es la base de todos mis libros. Tengo dos novelas, que en su momento se las calificó de novelas líricas, de poeta. En el resto de mis libros, la base es también la poesía. También en mis ensayos me he preocupado de la poesía como fenómeno; tengo libros sobre Alberti, sobre el poeta romántico Giacomo Leopardi…

-P: En unos tiempos tan azarosos como los que nos ha tocado vivir, ¿Piensa usted que tiene cabida la poesía?

-R: Yo creo que sí. Precisamente la poesía llega cuando fallan el resto de los lenguajes. Cuando se ha agotado el lenguajes social, periodístico o político, llega el momento en el que la poesía se convierte en esa palabra a contracorriente del tiempo en que vivimos. Se trata de un lenguaje que no es de hoy, sino de todos los tiempos, su intemporalidad es lo que le hace ser permanente.

-P: Aunque la buena Literatura esté por encima del paso del tiempo ¿Se considera usted un escritor comprometido con el tiempo que le ha tocado vivir?

-R: Yo creo que sí. Es muy difícil no ser un escritor que viva los problemas de su tiempo. Lo que ocurre es que para los temas testimoniales he utilizado más el periodismo o los libros de ensayo. Precisamente en estos días (1) me he acordado mucho de un libro mío que se titula Los silencios de fuego , que apareció inmediatamente después de la guerra del Golfo, y en él se incluyen una serie de poemas que tratan sobre esos temas.

También tengo un poema muy largo, titulado La tumba negra , que es un poema sobre nuestro tiempo. Lo escribí en Alemania, a raíz de mi visita a la tumba de Bach. En él hablo sobre las dos Alemanias, sobre los totalitarismos y otros temas de nuestros tiempos.

-P: Como traductor que es usted: ¿Es difícil recoger el espíritu de una obra literaria en otro idioma?

-R: Sí. A la hora de traducir no basta con hacer un calco, una traducción literal de un texto. Esto es fundamental a la hora de traducir poesía. No podemos hacer una mera transcripción de palabra y expresiones, porque el texto parecería muerto. Efectivamente, hay que captar el espíritu del poema, por eso es todo un reto la traducción.

-P: Diganos un poema que venga bien para estos tiempos difíciles.

-R: En mi obra hay muchos temas en torno a la armonía, al equilibrio, a una visión pacífica de la vida.

En estos momentos en que faltan las palabras, se me vienen a la cabeza dos versos míos:

Todo el espacio para el silencio,

pues el silencio es mi espacio.

Cuando no sirven las palabras, hay que buscar este reencuentro con el silencio, un silencio fértil, no un silencio negador.

(1) La entrevista está realizada el 9 de abril, en plena guerra contra Iraq.

 
Con buena letra“Sabemos que los lectores de poesía son menos, pero quizás son más influyentes”.

“Para mí, la experiencia creativa va unida a la experiencia vital”.

“El lector de ‘best seller’ es un auténtico consumidor de un producto que abandona después, sin embargo, sobre la poesía se vuelve siempre”.