La conferencia de Roger Chartier ha sido muy interesante, con una visión global del libro universitario que ha acabado en los problemas de la nueva “textualidad digital”. Tras explicar la historia de la labor editorial universitaria (glosando desde el sistema de la pecia y los estacionarios que subdivían los libros para agilizar la copia, hasta las imprentas universitarias de principios del XVI, para llegar a las editoriales de fines del XIX y los modelos actuales), pasó a plantear los retos de la edición universitaria en el presente.
Lógicamente, ello le llevó a hablar de los cambios en las prácticas de los lectores, menos intensivas; de los cambios en las políticas de adquisición de las bibliotecas universitarias, que han desplazado su inversión desde las monografías a las revistas, libros y bases de datos electrónicas; y de otros problemas que justifican la tesis sobre el peligro de extinción de la monografía académica.
En este marco, Chartier ha explicado finalmente la nueva tipología textual digital, que rompe con la unidad de objeto, discurso y autor, con el “orden del discurso” (Chartier va a entrar en el College de Francia y aludió aquí al discurso de entrada de Michel Foucault en esa institución, en el que explicó su visión de la construcción del saber en relación con la “voluntad de poder”).
En Internet es posible hacer lecturas independientes del marco editorial en que se crearon, pues se accede a ellas a través de bases de datos y criterios de búsqueda que agregan los textos al margen de la revista en que se publicó o la intención editorial del autor. Así, la nueva textualidad digital viene marcada por el ritmo del lector, y debería acompañarse de una capacidad de éste de jerarquizar los textos por su valor, para prevenir la mezcla de información y conocimiento con y sin validez.
A pesar de los peligros de esta nueva época, y la posible disyuntiva sobre si es un nuevo libro de arena inacabable y peligroso, o una oportunidad de nuevos aprendizajes, Chartier concluyó de modo optimista: “La historia de las mutaciones del libro refleja que ha habido una coexistencia de los nuevos medios con los previos, situación que luego ha produciodo nuevos sentidos a las prácticas anteriores”. Los editores universitarios, fieles al modelo de publicar libros unitarios de autores, tendrían un papel fundamental en la reorganización de la cultura escrita en el marco electrónico.
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